Movimientos Democráticos en la UNAM VII (1972-1980).

 

El Autogobierno de la Escuela Nacional de Arquitectura (Quinta parte)

Alfredo Macías Narro

Junio del 2010.

El tiempo académico destinado al tema, como ya se apuntó en entrega anterior, rebasó al rígido esquema semestral del Plan de Estudios vigente (hasta 1976, en que se aprobó el nuevo):

“El Grupo Experimental Piloto No. 2, el cual tuvo que ir desprendiéndose del antiguo plan de estudios, en la medida que el tiempo inicial destinado al Tema fue el designado a la clase de “Proyectos” y resultó insuficiente. Posteriormente se le sumó el tiempo de todas aquellas materias que de forma aislada eran impartidas en la Escuela y que se consideró serían absorbidas por el Tema como, Urbanismo, Estructuras, Diseño Urbano, Instalaciones, Organización de Obras, etc. Finalmente, se determinó que la complejidad del tema rebasaba en muchos casos los alcances académicos vigentes por lo cual se le destinó todo el tiempo académico del alumno y aún más, de tal manera que el antiguo Plan de Estudios, objetivamente, se demostró que resultaba obsoleto para cumplir con los nuevos objetivos de enseñanza de la Arquitectura planteados por el Autogobierno”.[1]

Un tercer problema académico, surge en febrero de 1975, cuando el GEP-2 hace un llamado a los profesores de la ENA-AUTOGOBIERNO en lo general y, en lo particular, a los profesores de las asignaturas en que aparecíamos inscritos los integrantes del grupo, en busca de su participación en el tema y que se estructurase, a partir de la demanda de conocimientos específicos relativos a sus asignaturas o partes de ellas, tomando como base el propio desarrollo del tema. Así, los profesores de la asignatura de “Instalaciones”, realizarían sus aportes al trabajo colectivo, en la realización de los proyectos de las instalaciones eléctrica, hidráulica o sanitaria, y en la generación de mecanismos de evaluación de su asignatura, pero basados en el diseño de las instalaciones que, tanto en el nivel urbano, como en el individual de cada vivienda, debía desarrollarse. De igual modo, se llevaron a cabo los proyectos de alcantarillado de aguas negras y de aguas pluviales,  (correspondientes más al área de la ingeniería urbana), acudiendo a la obtención de asesoría externa a la ENA-AUTOGOBIERNO.

En busca de mayores oportunidades de participación, ampliando el proceso autogestivo (tanto de alumnos, como de profesores), se realizó un “Concurso de vivienda obrera”, al interior de la ENA-AUTOGOBIERNO, para construirse en una zona de terreno en Cd. Sahagún  reservada al efecto y con la doble finalidad de poner a prueba a la comunidad académica de la escuela, brindándole la oportunidad de definir su postura de diseño y expresarla en opciones viables y contrastar esta postura, con el diseño exigido, literalmente, por los trabajadores; estos requerimientos de los obreros, fueron tachados de expectativas “pequeñoburguesas”, (tener una cochera doble por vivienda individual, evitar muros compartidos entre viviendas, desinterés en aumentar la cantidad y calidad de las áreas de donación, como andadores peatonales o áreas jardinadas comunes y otras semejantes).

El concurso (promovido por el GEP-2), tuvo buena respuesta, fundamentalmente entre los estudiantes; los docentes, salvo valiosas excepciones, se mostraron indiferentes, tanto al concurso en lo particular, como al desarrollo del tema en sí. El tema, en general, les superó, no por falta de capacidad profesional sino, por la carencia de formas pedagógicas adecuadas y suficientes.

Finalmente, añadiremos que, en la búsqueda de formas autogestivas para encarar nuestro proceso de aprendizaje, nos llevó a cuestionar diversos conceptos, por ejemplo, la ausencia de herramientas teóricas, para conducir un proceso conjunto de diseño, con el usuario:

“… la imposibilidad de lograr un diseño participativo nos sitúa (a pesar nuestro) en la posición tradicional de la arquitectura, en la que la toma de decisiones (a todos niveles) es prerrogativa del diseñador (y, por tanto, es unilateral) (…) es necesario definir claramente el contenido ideológico que implica el conjunto de áreas del conocimiento que integran el campo formativo del arquitecto, cuya indefinición, a la fecha, sólo ha traído como resultado una confusión de posiciones ideológicas un tanto nebulosas o poco claras, y que en muchas ocasiones cae precisamente en la posición reaccionaria de la “desideologización”, como una postura libre e independiente de la arquitectura”.[2] 

“… creemos que debemos contribuir a ampliar las perspectivas de participación de la comunidad (con la que nos vinculemos) a dos niveles diferentes:

  • Participación del futuro usuario en el diseño del objeto arquitectónico, y
  • Participación políticamente activa de la comunidad dentro de las estructuras de poder”.[3]

Esta fase de la experiencia general del manejo de temas reales, por parte de la escuela, dejó muy claro que había profundas diferencias entre los profesores, ya que, aún siendo “autogobiernistas” y coincidentes casi todos, en la visión política de conjunto de la ENA-AUTOGOBIERNO, la carencia de herramientas pedagógicas adecuadas a las nuevas circunstancias académicas; las exigencias de flexibilidad, pertinencia y compromiso político-pedagógico, impedían a muchos profesores imaginar, instrumentar y aplicar, conjuntamente con los alumnos, nuevas formas de trabajo académico.

“Un disparate en boca de un alumno, es una pregunta que no supo formular”.[4]

Siempre se procuró tomar decisiones consensuadas, evitando en la mayor medida posible, el “mayoriteo” de las votaciones; esto conllevó que, las asambleas de grupo, de taller y las plenarias, aunque maratónicas muchas veces, fuesen muy ricas en aportación de ideas y argumentos a debate. Esto mismo, se buscó aplicar por norma en las experiencias de vinculación popular. 

 


[1] Introducción a la Tesis Profesional colectiva: “Experiencia académica de la ENA-AUTOGOBIERNO en base a un tema real de vivienda obrera en Cd. Sahagún, Hgo.” Contreras Rodríguez Silvia, Iturbe Bonilla Ma. Elsa, Pozo Pereyra Víctor Manuel del, Rodríguez Becerra Efraín, Silva Hidalgo Roberto, Vargas Pino Juan Gerardo y Vázquez Días Gerardo. Méx. 1977.

[2] Macías Narro, Alfredo y Signoret Edward, Jorge. Tesis profesional “Complejo Delegacional Benito Juárez”. UNAM/ENA-AUTOGOBIERNO. Méx. Noviembre de 1978.

[3] Ibíd. 

[4] Compañero Arq. Ricardo Harte White, profesor y coordinador del GEP-2.

 

 

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