El trabajo independiente y el desarrollo de habilidades en estudiantes de Medicina.

 

El trabajo independiente y el desarrollo de habilidades en estudiantes de Medicina.

 

Autores:

 

1.- Dr. Armando Antonio Rodríguez Cobián.

Especialista de 1er. Grado en Medicina Interna. Profesor Asistente de Medicina Interna. Policlínico Universitario Raúl Suárez Martínez, Rodas. Cienfuegos. Cuba. 

Máster en Educación.

 

2.- Dr. Ernesto Falcón Pérez.

Especialista de 1er. Grado en Medicina Interna. Profesor Instructor de Medicina Interna. Policlínico Docente Área IV. Cienfuegos. Cuba.

 

Resumen:

En la época contemporánea las actividades de trabajo independiente deben constituirse en un arma fundamental en manos del profesor para desarrollar la independencia de los estudiantes. En las Ciencias Medicas y específicamente en la carrera de medicina, la utilización de este tipo de actividades garantiza el desarrollo de habilidades, hábitos y capacidades, vitales en la formación de los profesionales de la salud. Se realizó a través de este trabajo un análisis sobre la historia y los antecedentes de la utilización de actividades de trabajo independiente como apoyo al proceso de enseñanza aprendizaje.

 

Palabras claves: Ciencias Médicas, actividades de trabajo independiente.

 

Abstract:

In the contemporary time the independent work activities should be constituted a fundamental arm in the professor’s hands to develop the independence of the students. In the Medical Sciences and specifically in the medicine career, the use of this type of activities guarantees the development of abilities, habits and capacities, vital in the formation of the health professionals. An analysis was carried out through this research about the history and antecedents of the independent work activities used as support to the teaching-learning process.

 

Key words: Medical Sciences, independent work activities.

 

 

INTRODUCCION.

 

A lo largo del desarrollo histórico de la escuela, el trabajo independiente ha tenido una rica historia y tradición en la teoría y la práctica de la enseñanza. Este tema fue objeto de discusión por los diferentes autores del pensamiento pedagógico a lo largo de muchos siglos de desarrollo de la escuela. Se pueden considerar como sus primeros representantes a los sabios de la antigua Grecia. Ellos partieron de la premisa de que el desarrollo del pensamiento del hombre sólo puede transcurrir con éxito en el proceso de la actividad independiente y que el perfeccionamiento de la personalidad y el desarrollo de sus capacidades se logra mediante el autoconocimiento.

Es evidente por tanto, que en nuestras condiciones de desarrollo, una de las más urgentes e importantes necesidades pedagógicas lo constituye la búsqueda de estrategias que contribuyan al incremento de las potencialidades independientes y creadoras de los estudiantes.

 

En las Ciencias Médicas, al igual que en otras ciencias afines el desarrollo de habilidades es un aspecto vital para el futuro desempeño profesional; en este sentido la independencia del estudiante a la hora de ejecutar determinado tipo de tarea cobra un significado importante, toda vez que permitirá no solo aplicar los contenidos teóricos de los que previamente se apropió, sino también, que aplicará su creatividad a la resolución de los problemas.

 

En gran parte de las fuentes nacionales y foráneas consultadas, prevalece como criterio, que el trabajo independiente se ejecuta por parte de los estudiantes fuera de los marcos del aula y que su éxito depende, en gran medida, de lo que él sea capaz de hacer en la búsqueda bibliográfica, estudio individual, elaboración de informes, consultas a expertos, entre otras tareas, para conformar y defender su trabajo.

 

De tal modo, el sistema de actividades planificadas en el aula y su extensión a otros espacios de la escuela y de la sociedad se convierte en la vía para relacionar los contenidos de las diferentes áreas con la propia experiencia personal y cultural de los alumnos, lo que les permite avanzar en su madurez humana y social, lo que convierte al estudiante, según los criterios de Tejada (2000) y Zabalza (2001), en colaborador de su propia formación y lo hace partícipe de la solución de los problemas y dificultades que surjan en   el proceso de autoaprendizaje y de las situaciones de comprensión y reconstrucción de lo trabajado, donde activamente se implican los sujetos comprometidos.

 

Realicemos a continuación un recorrido por aspectos teóricos importantes que son necesarios dominar por todo aquel que pretenda aplicar actividades de trabajo independiente en su gestión docente en aras de hacer más óptimo el proceso de enseñanza y aprendizaje.

 

 

DESARROLLO.

 

Desde el punto de vista pedagógico en estos tiempos resulta difícil definir el concepto de trabajo independiente, debido a que no existe un criterio único, que haya sido aceptado universalmente, al no coincidir las opiniones de los diferentes autores. En la medida que el proceso docente adquiere un carácter cada vez más productivo, se nutre de todo tipo de procedimientos, que son generados por el propio trabajo independiente de los educandos.

 

Yesipov (1969), refiere: “es trabajo independiente cuando el alumno puede relacionar correctamente el planteamiento de la tarea con los métodos a seguir para realizarla, cuando puede aplicar sus conocimientos y capacidades para realizarla sin necesidad de que el maestro intervenga directamente para orientar cada detalle, es aquel que se realiza sin la participación directa del maestro, pero con la orientación del mismo, en un tiempo establecido y durante el cual los alumnos se esfuerzan conscientemente por lograr los objetivos planteados manifestando de una forma u otra los resultados de su actividad física o mental (o ambas) .” Para este autor los rasgos esenciales del trabajo independiente son:

 

·        La existencia de una tarea planteada por el maestro y un tiempo prudencial para su realización.

 

·        La necesidad de un esfuerzo mental de los alumnos para la realización correcta y óptima de la tarea.

 

·        El papel del profesor durante la realización del trabajo independiente.

 

Por su parte Pidkasisti (1972), plantea que: “trabajo independiente es el medio de inclusión de los alumnos en la actividad cognoscitiva independiente, el medio de su organización lógica y psicológica.”

 

De lo anterior se deriva que la esencia del trabajo independiente es necesario encontrarla mediante el análisis de los nexos que unen a los componentes de la actividad, es decir, el alumno actuando en calidad de sujeto y los objetivos reales, los fenómenos, entre otros elementos, en calidad de objeto, en esta tendencia el trabajo independiente ha sido considerado como un sistema de métodos y procedimientos que facilita introducir a los estudiantes, de forma eficaz, en la actividad cognoscitiva independiente.

Para el pedagogo cubano Carlos Rojas Arce (1983), el nexo entre los elementos antes señalados (sujeto de la actividad y objetivos reales), se puede establecer solamente en la interacción de ambos, tomando como punto de partida la existencia de un problema u objetivo cuya formulación para la exitosa realización del trabajo independiente es condición fundamental.

 

De vital importancia es tener en cuenta, según el propio autor, que en lo referente a la relación de la esencia del trabajo independiente y el desarrollo de la independencia cognoscitiva, no es suficiente con la clara formulación de los problemas y objetivos del mismo, hace falta establecer como cuestión esencial la presentación del mismo como un sistema de medidas didácticas dirigidas a:

 

·        La asimilación consciente del material docente.

·        El perfeccionamiento de los conocimientos y su desarrollo.

·        La consolidación de los conocimientos.

·        La formación de habilidades prácticas de todos los tipos.

·        La formación de la tendencia a la búsqueda independiente de nuevos conocimientos. 

 

Postman y Weingartner (1993), en su obra: La enseñanza como actividad crítica, señalaban claramente: “Lo que cuenta no es lo que uno diga a la gente, sino lo que uno les hace hacer. A fin de comprender qué tipo de comportamiento promueven las clases, debe uno acostumbrarse a observar que es lo que, de hecho, hacen los estudiantes en ellas.” La idea anterior complementa todo el análisis realizado por los diferentes autores antes mencionados sobre el valor de la actividad independiente durante el proceso de enseñanza aprendizaje, la cual condiciona al alumno como sujeto de su propio saber en la construcción del conocimiento.

 

Álvarez de Zayas (1999), en su obra La Escuela en la Vida, analizando el trabajo independiente sintetiza en un peldaño cualitativamente superior los elementos esenciales tratados por otros autores, cuando expresa: “El trabajo independiente es el modo de organización del proceso docente dirigido a la formación de la independencia, como característica de la personalidad del estudiante.” De lo anterior se infiere que el trabajo independiente tiene por objetivo el logro de la independencia, que en el plano pedagógico se traduce en la libertad de elección de modos y vías para desarrollar las tareas cognoscitivas, es decir, la capacidad de actuar por sí mismo.

 

Otro aspecto que se debe valorar al analizar la esencia del trabajo independiente, según lo planteado por Velázquez (2005), consiste en que: “la gestión independiente del estudiante es factible realizarla en los diferentes niveles de asimilación del contenido, de manera que se puede hablar de trabajo independiente no solo cuando el alumno realiza una actividad cognoscitiva reproductiva o productiva, sino también cuando realiza una acción de carácter creativo dentro de la dialéctica del proceso de enseñanza-aprendizaje.” 

 

¿Cómo clasificar el trabajo independiente?

 

Si establecer una definición de trabajo independiente presupone un problema para el investigador por las múltiples opiniones aportadas por diferentes autores, clasificar el mismo es una tarea igualmente compleja ya que son varios los elementos que en este sentido aparecen en la bibliografía revisada, veamos algunas de ellas.

 

Una de las clasificaciones del trabajo independiente más utilizada por los profesores, es la planteada por Stresikosin (1976), la cual se basa en las fuentes del conocimiento, y en ella se señalan el:

 

·        Trabajo con el libro de texto.

·        Trabajo con obras de consulta.

·        Solución de ejercicios.

·        Composición y descripciones.

·        Observaciones y trabajo de laboratorio.

·        Trabajo con ilustraciones.

·        Trabajo con gráficos.

 

Esta clasificación ha sido muy utilizada pero para opinión de este autor se ve limitada porque no considera el aspecto interno del trabajo independiente. Por su parte Yesipov (1969), en su clasificación, intenta unir los aspectos internos y externos del trabajo independiente, planteando lo siguiente:

 

·        Trabajos independientes sobre la base de conocimientos ya adquiridos.

·        Trabajos independientes empleados para la adquisición de los nuevos conocimientos.

·        Trabajos independientes dirigidos al repaso y comprobación de conocimientos.

Tradicionalmente utilizada en la escuela, esta propuesta de Yesipov tiene una limitante importante, no específica el componente del proceso cognoscitivo que se pone de manifiesto en cada caso. Una de las clasificaciones más completas es la adoptada por Pidkasisti (1972) que considera el aspecto interno y externo del método destacando eslabones como:

 

·        Trabajo independiente por modelo.

·        Trabajo independiente reproductivo.

·        Trabajo independiente productivo.

·        Trabajo independiente creativo.

 

Rojas Arce (1982), hace un análisis de esta clasificación sobre la base de la naturaleza de la actividad cognoscitiva de los alumnos y más concretamente, de la estructura de dicha actividad y adopta la misma en su sistema de clasificación ya que considera el aspecto interno y externo del mismo garantizando la efectiva asimilación de los conocimientos por los alumnos.

 

Al utilizar de modo acertado las distintas formas de trabajo independiente como un sistema armónicamente estructurado y organizado, se hará posible incrementar la efectividad pedagógica del proceso de enseñanza aprendizaje, las mismas podrán emplearse para organizar los contenidos en el currículo, pues según Salcedo (1992): “a través de las diferentes modalidades, los alumnos implicados en la actividad desarrollan la independencia y la creatividad, elementos que se relacionan dialécticamente mediante el sistema de tareas que lo conforman, y el desarrollo de estas cualidades en los alumnos permite el aumento de la complejidad del propio trabajo independiente.”

 

EL trabajo independiente y el aprendizaje

 

Se puede afirmar que el aprendizaje es un fenómeno complejo en el cual está incluido, entre otros elementos, la formación de un sistema de procesos desarrollados consecutivamente, que dirigen el cumplimiento de las acciones y operaciones exigidas. Sólo la formación completa de estas acciones y operaciones internas pueden llevar al estudiante al auténtico dominio del conocimiento y a la maestría en los hábitos. Lo que resulta más evidente en este sentido es la necesidad que tiene el alumno de una actividad adecuada cuando está dominando los conceptos y destrezas para resolver una tarea concreta, lo que se traduce en una adecuada planificación, organización y orientación del trabajo independiente con carácter diferenciado.

 

Para Chirino Ramos (2005): “la realización de este sistema de acciones y operaciones en el PDE, se va haciendo gradualmente más y más independiente de las condiciones y medios externos y materiales, convirtiéndose en una propiedad que pertenece al estudiante.”

 

La actividad cognoscitiva del alumno representa un proceso de desarrollo funcional, el cual tiene lugar a través de etapas definidas. Ello significa que la composición y la estructura final de la acción realizada por el estudiante difieren de su composición y estructura original, mientras que la transferencia a la acción en la forma asignada, es decir la final, puede tener lugar, sólo como resultado de una serie de transformaciones.

Los procesos intelectuales constituyen la base operativa del conocimiento y sus vínculos esenciales actúan en forma de procesos internos del pensamiento. Es imposible observar su desarrollo y todavía más imposible, controlar su ejecución. En tal sentido se plantea por varios autores (Rojas Arce 1983, Salcedo, 1992) que, para que el alumno forme estos procesos, tiene que dominarlos con anterioridad bajo la forma de acciones externas detalladas, basadas en puntos externos de referencia claramente diferenciados.

 

Según el criterio de García Batista (2005), en esta forma externa, los procesos son estructurados originalmente por los alumnos y sólo entonces se introducen las condiciones que aseguran la transformación de esas acciones externas en internas, que son únicamente dirigidas por la mente. El estudio del aprendizaje de una persona revela su enorme complejidad, no puede descomponerse en actos aislados de instrucción, por lo que a través del desarrollo de actividades de trabajo independiente el profesor debe asegurarse de la realización correcta de la acción, considerando una adecuada orientación de la actividad a desarrollar, estableciendo las conexiones que la regulan junto con el propio sendero de su ejecución y ofreciendo sus fundamentos objetivos para garantizar una adecuada comprensión de la misma. En tal sentido Lara Díaz (1995) en su Tesis Doctoral señala: “Cuanto mayor sea la base orientadora de la actividad, tanto más completa será la comprensión de esta.” 

 

El aprender no es una actividad delegable y que puedan hacer otros por el interesado en aprender. El que aprende es quien tiene que implicarse como protagonista en la definición, actualización y revisión de las estructuras cognitivas que le permiten intervenir en los ámbitos en que se desenvuelve. En el caso concreto del alumno, Labarrere (1996) opina que: “el profesor tiene una gran responsabilidad en la adecuada orientación del aprendizaje, lo que supone cuando menos, establecer mecanismos adecuados que sirvan de activadores de esos procesos mediante los cuales el alumno llega a la realización efectiva de esquemas formales que desarrollan sus conocimientos.”

 

CONCLUSIONES

 

Las actividades de trabajo independiente están dirigidas a desarrollar el aprendizaje de los alumnos, por lo que las mismas exigen un control reflexivo y abierto en el curso de su ejecución, es decir, es vital la comprobación continua durante el desarrollo de los contenidos curriculares, considerando su relación a través de las diferentes unidades didácticas, valorando cómo desarrollaron los educandos dichas actividades.

 

 La actividad de aprender, lejos de entenderse como un proceso de almacenamiento de información, puede entenderse a nuestro juicio como un ejercicio sistemático que exige un contexto activo, crítico, capaz de relacionar, procesar, revisar esquemas, consolidar conocimientos, procesar información, definir estrategias de actuación, métodos, entre otros aspectos, lo cual se puede lograr con una adecuada organización, planificación, ejecución y control del trabajo independiente de los alumnos con carácter diferenciado, cuyos resultados se traducen en una estructura abierta, por cuanto queda sometida a procesos de revisión, ampliación, transformación y en definitiva, de perfeccionamiento.

 

Las Ciencias Medicas están obligadas a aplicar este tipo de actividades en aras de fomentar el desarrollo de habilidades, hábitos y capacidades en los estudiantes de medicina. El trabajo independiente debe ser concebido entonces como un sistema de tareas didácticas tendientes a promover el aprendizaje compartido, siempre y cuando las mismas garanticen el desarrollo ascendente e ininterrumpido de la independencia cognoscitiva de los estudiantes, condicionado lo anterior por una adecuada interacción profesor-alumno.

 

 

BIBLIOGRAFÍA.

 

·        Álvarez de Zayas CM. La escuela en la vida. Ed. Pueblo y Educación, La Habana 1999: 73-7.

 

·        García Batista G. Actividad de estudio: ¿Para qué y como estudiar? En: El trabajo independiente, sus formas de realización. Ed. Pueblo y Educación, La Habana 2005: 33-45.

 

·        Labarrere A, Valdivia G. Pedagogía. Ed. Pueblo y Educación, La Habana 1996: 123-45.

 

·        Lara Díaz L. Sistema de tareas didácticas para la dirección del trabajo independiente en la metodología de la enseñanza de la Física. Tesis Doctoral. Universidad de Cienfuegos, 1995.

 

·        Pidkasisti PI. La actividad independiente de los alumnos. Ed. Pedagógica, Moscú 1972: 90- 110.

 

·        Postman N, Weingartner CH. La enseñanza como actividad crítica. Ed. Fontanella, Barcelona 1993: 67-78.

 

·        Rojas Arce C. El Trabajo Independiente de los alumnos, su esencia y clasificación. Ed Pueblo y Educación, La Habana 1983: 64-73.

 

·        Tejada Fernández J. Estrategias Didácticas para adquirir conocimientos. Rev. Española de Pedagogía 2000, sept- dic, LVIII: 491-3.

 

 

·        Velásquez E. Estrategia Didáctica para estimular el aprendizaje reflexivo. Tesis Doctoral, Camagüey 2005.

 

·        Yesipov PV. El Trabajo Independiente de los alumnos en las clases. Ed. Utshpedguis, Moscú 1969: 66-75.

 

·        Zabalza MA, et al Educación: Aprendizaje y desarrollo. Curso 16, Congreso Internacional de Pedagogía, La Habana 2001: 22.

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