- Continuidad a las políticas tecnócratas de los gobiernos anteriores
- Mayor vinculación con el aparato productivo
- El programa incluye los “esquemas de créditos educativos”
Karina Avilés
La Jornada
http://www.jornada.unam.mx/2007/11/29/ index.php?section=sociedad&article=049n1soc
El Programa Nacional de Educación 2007-2012 promete una “transformación del sistema educativo mexicano” –una de sus ofertas es elevar la escolaridad promedio del mexicano de la secundaria inconclusa (8.4 años) al primer grado de bachillerato (9.7 años)–, basado en un enfoque que busca reorientar la formación profesional y técnica hacia las demandas del mercado, introducir de lleno a la iniciativa privada en las acciones de enseñanza y mostrar logros tangibles, para lo cual la evaluación será su instrumento central. Así, el ofrecimiento a largo plazo es que en el “2030 el sistema se habrá convertido en uno de excelencia y consolidado como uno de los pilares de desarrollo integral de México”.
De esta manera, el plan llama a una “urgente reforma”, pues aunque hace un reconocimiento implícito a los gobiernos anteriores que han construido el sistema educativo nacional (SEN), la secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, admite, en la presentación del proyecto, que hay grandes rezagos que atender en términos de “equidad y calidad”.
Los tres ejes de dicha reforma plantean una continuidad y profundización de las políticas emprendidas por los llamados gobiernos de la tecnocracia y son las siguientes: calidad con equidad; educación para el desarrollo humano sustentable: productividad, competitividad y capacidades para la vida y el trabajo, así como gobernabilidad y gestión democráticas.
De acuerdo con el documento Versión ampliada del documento, en poder de este diario –el cual se presentará el 10 de diciembre, ya que el Ejecutivo dará a conocer hoy en Oaxaca las líneas generales del paquete social, en el que se incluye lo educativo–, la transformación pretendida se resume en siguientes prioridades: Educación de buena calidad, equitativa, tecnológica y científica, integral y de avanzada, democrática y para el desarrollo humano sustentable y la competitividad. Además seis objetivos estratégicos, entre los que destacan “ampliar las oportunidades educativas para reducir las desigualdades”.
Sin embargo, el proyecto calderonista da un lugar central a la “sincronía” que debe existir entre el sistema educativo y las “necesidades productivas del país”, bajo una visión en la que lo que define el progreso de las naciones es su “competitividad” y su vinculación con “las tendencias de la economía y del comercio mundiales”. En razón de lo anterior, indica el programa, “uno de los objetivos de la reforma en la educación media superior y en la superior es ofrecer a sus egresados salidas hacia el mercado laboral, mediante una mayor vinculación del sistema educativo con el aparato productivo”.
La participación privada estará presente en varios ámbitos. El programa incluye los “esquemas de créditos educativos” en la educación superior, pero también las “empresas”, los padres y la comunidad, podrán “adoptar” instituciones de educación media superior para apoyar a los planteles en aspectos como la infraestructura. De igual forma, los Consejos Estatales de Vinculación y Nacional de la Educación Superior se harán con la participación de “los representantes del sector productivo, autoridades locales y miembros” de la comunidad educativa.
El programa, que consta de 151 páginas y se encuentra en manos de secretarios de enseñanza estatales, ex titulares de la SEP y especialistas, señala que se deben buscar “nuevos mecanismos” de financiamiento, en una tarea que “no sólo” compete al Ejecutivo, ya que es una “corresponsabilidad” entre diversos sectores y “se debe incorporar aún más al sector privado”.
Nueva fase de la carrera magisterial y Enciclomedia
En cuanto al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, se ratifica la participación indispensable de éste para “el éxito” de la reforma, según lo indica la propia titular de la SEP, Josefina Vázquez Mota, en la presentación del programa, en la que subraya también: “Evaluaremos para mejorar”.
En cuanto al uso de las tecnologías que fue uno de los programas estrella del gobierno foxista, el plan propone más bien crear un “nuevo modelo”, por el que Enciclomedia será “transformado”. Este esquema “tendrá un enfoque para primero a cuarto grados de primaria, telesecundaria y la actualización de Enciclomedia en quinto y sexto”.