Comunicación Pedagógica: Necesidad del Proceso Enseñanza-Aprendizaje

Comunicación Pedagógica: Necesidad del Proceso Enseñanza-Aprendizaje

Dr. Boris Luís Sabina Rodríguez.1 Dra. Yamilet Santana Lugo2. Dra. Irina Clara Delgado Varela3. Dra. Carmen Niurka Piña Loyola.4

1 Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Profesor Instructor.
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2 Master en Longevidad Satisfactoria. Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Profesora Instructora
3 Master en Enfermedades Infecciosas. Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Profesora Instructora.
4 Master en Educación Médica. Especialista de Segundo Grado en Embriología. Profesora Auxiliar.

La comunicación se “inició en los albores mismos de la existencia humana y devino en elemento necesario para el hombre como parte de sus relaciones sociales. Fue y es un factor fundamental en el desarrollo del hombre, tanto en lo psíquico como en lo social” que ha hecho posible la socialización del hombre. (1)
El profesor es un comunicador profesional y por ello necesita estudiar el proceso comunicativo con profundidad, para encontrar en él las bases que le posibiliten realizar sus actividades docentes con efectividad y eficacia. La enseñanza constituye el proceso de organización y dirección de la actividad cognoscitiva e incluye, por lo tanto, la actividad del profesor (enseñar) y la del estudiante (aprender), y es por ello que se denomina proceso de enseñanza-aprendizaje o simplemente proceso docente (2).
El proceso de enseñanza-aprendizaje es por excelencia un acto de comunicación, donde profesores y educandos interactúan con el propósito de cumplir con los objetivos educacionales propuestos. La relación entre enseñanza y comunicación es doble, ya que por una parte la enseñanza es un proceso comunicativo, mientras que por otra, uno de los propósitos del proceso docente es el desarrollar en el educando las capacidades comunicativas. (3)
Comunicación y enseñanza son parte de una misma e indivisible realidad. Enseñar siempre es comunicar. La comunicación y sus medios se imbrican en todo currículo educativo, dado su impacto teórico y práctico en los resultados del proceso educacional. La comunicación pedagógica ocurre en un ambiente y en un contexto determinado; o sea se desarrolla en un espacio específico y con un tiempo horario asignado. En la educación en salud ese espacio no se circunscribe al aula ni al laboratorio, sino que fundamentalmente se desarrolla en los servicios de salud, en la interfase entre la educación y la práctica médicas. Es por ello que en la educación en el trabajo en los servicios de salud, el proceso comunicativo no se ciñe al relacionado entre profesor y educando, sino, además, entre estos con los individuos – sanos o enfermos –, las familias y la comunidad. (4)
Ser un profesor universitario, está relacionado con las características que lo identifican profesionalmente, lo cual está a su vez determinado por las condiciones históricas y los contextos institucionales en que desarrollan su labor. Presupone tener en cuenta los momentos históricos actuales de inicios del siglo XXI y las peculiaridades de las instituciones universitarias donde laboran debido a que entre ellas existen grandes diferencias estructurales y funcionales, en dependencia no solo de su nivel de desarrollo, historia y tradiciones sino también de las áreas geográficas donde se encuentran insertadas, así como las condiciones sociales, políticas y culturales de los países a los cuales pertenecen. (2)
La profesión docente constituye el compromiso con una forma de trabajo en los espacios pedagógicos basada en la reflexión, en la investigación, en la innovación en torno a los problemas de la práctica que la mejoren y que vaya dando paso a una nueva cultura profesional construida desde el trabajo en equipo y orientada a un mejor servicio a la sociedad. Se identifica a los profesionales de la educación con tres funciones pedagógicas básicas: docencia, apoyo al sistema educativo y de investigación. Y se define al profesor como todo aquel que enseña de una manera organizada, en virtud de la preparación académica adquirida, que acredita a través de algún título, en alguno de los niveles del sistema educacional. Se proponen como características definitorias de la profesionalidad en la docencia las siguientes: (2)
• Delimitación de un ámbito específico de actuación.
• Preparación técnica y científica para resolver los problemas propios de su ámbito de actuación.
• Compromiso de actualización y perfeccionamiento de los conocimientos y habilidades que le son propios.
• Derechos sociales como individuo y como colectivo profesional.
• Autonomía de actuación.
• Compromiso deontológico (de los deberes y los derechos) con la práctica docente.
El profesionalismo de los profesores universitarios tiene variadas y elevadas exigencias que se erigen como verdaderos retos para los claustros en esta época, lo cual va complejizando más esta profesión. Tienen razón los que afirman que ser profesor universitario en esta época es más difícil que años atrás porque las exigencias han ido aumentando paulatinamente junto con el desarrollo social, lo cual es lógico pues las demandas que la sociedad le plantea a la universidad también se han elevado.
Los cambios tecnológicos actuales han venido impactando el proceso docente, apareciendo con mayor fuerza la interactividad del educando, lo que implica una acción mutua y simultánea por parte de dos participantes, que pueden, pero no necesariamente deben, perseguir un fin común. Así surgen variadas transformaciones en el campo de la comunicación y la información, que guardan una estrecha relación con la generación de nuevas “formas” de leer y escribir; nuevas formas de relacionar los contenidos de estudio con los medios de comunicación; las transformaciones en la concepción de espacio y tiempo, con la aparición de la realidad virtual, entre otros (5).
Así el profesor, como comunicador, queda atrapado dentro de esta red de innovaciones, cambios y “crisis”, donde tiene que aprender a abordar las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones dentro de los curricula, asumiendo a su vez la responsabilidad en la formación del hombre del Siglo XXI, que tendrá una nueva cultura comunicacional (6).

La comunicación pedagógica consta de cuatro fases: (4)

1.- Introductoria: El profesor (fuente/emisor) prepara el escenario para el aprendizaje del educando (receptor/destinatario), a través de la estimulación, motivación y persuasión, fundamentalmente. Aquí se crean las bases sobre las cuales se va a estructurar el “edificio”, poniendo en funcionamiento todo aquello que sea capaz de crear en el educando el interés por el saber y/o saber hacer, en función de los objetivos educacionales propuestos.
2.- Orientación: Donde se desarrolla una etapa del aprendizaje, pues se brinda toda la información requerida, se orientan los procedimientos a desarrollar y dónde complementar la búsqueda de más información y se asignan tareas docentes. O sea se desafía al educando a aprender.
3.- Desempeño: Se le brindan al educando las oportunidades para la ejercitación de lo aprendido en la fase anterior. En ella se le facilita la ejecución de los diferentes procedimientos y técnicas requeridos para el desarrollo y demostración de modos de actuación establecidos.
4.- Retroalimentación: Es la fase de consolidación de lo aprendido y la posibilidad de su transferencia, de forma creadora, hacia nuevas situaciones y tareas docentes.

Como sugerencias generales para el mejoramiento de la comunicación pedagógica se deben plantear: (7)
• Carácter participativo de la educación en todos sus niveles de organización.
• Comunicación democrática entre el profesor y los alumnos y grupo general.
• Utilización de métodos activos y participativos de enseñanza.
• Utilización del grupo como espacio y medio para el aprendizaje.
• Aprendizaje activo y reflexivo como proceso de construcción del cono-cimiento.

Para el mejoramiento de la comunicación pedagógica sin dudas es imprescindible que el profesor posea claridad conceptual sobre este importante proceso humano, especialmente en lo que concierne a la esfera educativa. Pero no bastaría con el conocimiento profundo de estas cuestiones teóricamente, sino que se hace más importante aún el dominio práctico de vías de comunicación por parte del docente para comunicarse con sus alumnos de forma adecuada.
El docente de la Educación Superior Contemporánea, debe entre otros aspectos: (7)
1. Ser ejemplo ante sus estudiantes dentro y fuera de la escuela.
2. Dominar a profundidad el contenido de su disciplina.
3. Dominar la didáctica especial de su disciplina, es decir, la metodología para impartirla con calidad.
4. Dominar el campo de acción y las esferas de actuación del profesional que está formando y poner su asignatura o disciplina en función de ello.
5. Dominar las leyes de la didáctica de la Educación Superior y aplicarlos consecuentemente.
6. Dominar los niveles de sistematicidad del contenido, ¿cuál es la célula básica del proceso docente – educativo?, ¿cuál es la unidad organizativa del desarrollo del proceso docente, dominar la tipología de la clase y sus características?
7. Dominar las características psicológicas de los estudiantes universitarios.
8. Lograr la integración de los contenidos para motivar a los estudiantes.
9. Conocer a sus estudiantes, el medio en que se desenvuelven. Los intereses no se producen por generación espontánea, hay que orientarlos, dirigirlos, conocer quienes son sus estudiantes, como visten, qué gustos y preferencias manifiestan, ayudarlos a buscar el incentivo apropiado para el trabajo diario.
10. Lograr un Proceso Docente – Educativo de calidad, que se caracterice por ser: problémico, productivo, científico, democrático, comprometidos, afectivo y feliz.
11. Poseer maestría pedagógica.
La Educación Médica para dar respuesta al encargo social y lograr su pertinencia debe formar también al médico como un profesional bien entrenado en las habilidades de la comunicación y coordinación grupal. El proceso de perfeccionamiento evidencia la necesidad del desarrollo de un modelo donde es necesario que entre sus cualidades no solamente se centre la atención en los objetivos, contenidos, formas y métodos de cómo llevar a cabo el proceso de asimilación de dichos contenidos, sino que además, sea capaz de organizar la interacción, lo que implica poseer capacidades comunicativas. (8)
Las vías para la formación de capacidades pedagógicas son múltiples en el campo de la superación profesoral, entre las que pueden citarse: Seminarios, Preparación Metodológica, Intercambios de Experiencias, Maestrías y otras formas de Posgrado, sin embargo, se concede particular importancia a la autoeducación, como una constante y sistemática vía de superación profesional y profesoral, por lo que se cita a Makarenko, uno de los clásicos de la Pedagogía Universal cuando dijo “El maestro vive mientras estudia, si deja de estudiar muere el que fuera maestro”.(9)
La educación requiere dedicación, paciencia, hábitos, habilidades, valores, conocimientos específicos de la ciencia particular que imparte y de la didáctica así como una adecuada comunicación pedagógica, más que sentir pasión por la educación, hay que sentir obsesión por educar.

Referencias Bibliográficas
1.- González Castro V. Profesión comunicador. La Habana: Editorial Pablo de la Torriente, 1989:1-27
2.- León Brizuela Y. El Profesor Docente Universitario en la Nueva Universidad. [Seriado en Internet] 2007 [citado 7 enero 2009]; 2(1): [aprox. 7 p.]. Disponible en: www.monografias.com/trabajos67/profesor-docente-universitario/profesor-docente-universitario.shtml – 27k –
3.- Papic V, Rittershaussen S, Rodríguez E. Importancia de la retroalimentación en el desarrollo de habilidades docentes de comunicación. Revista de Tecnología y Comunicación Educativas. Febrero-Abril 1987:59-67.
4.- Salas Perea RS. La comunicación educacional. Material de estudio de la Maestría de Educación Médica. La Habana, 2002. [CD-ROM]. Ciudad de La Habana: Escuela Nacional de Salud Pública; 2002-2003. ISBN 959-7158-30-2.
5. Castro y Lluria R. Nuevas Modalidades de trasmisión cultural y cambios en la educación. En: Acuña Limón A (ed). Nuevos Medios, Viejos Aprendizajes: las nuevas tecnologías en la educación. 1ª edic. México: Universidad iberoamericana A.C., 1995:11-23
6.- Gómez Mont C. Información y Sociedad del mañana. El Comunicador –hoy- en el ojo de la tormenta. En: Acuña Limón A (ed). Nuevos Medios, Viejos Aprendizajes: las nuevas tecnologías en la educación. 1ª edic. México: Universidad iberoamericana A.C., 1995:49-64
7.- Sainz Leyva L. La comunicación en el proceso pedagógico: algunas reflexiones valorativas. Rev Cubana Educ Med Sup. [Seriado en Internet] 1998 [citado 12 marzo 2009]; 12(1): [aprox. 5 p.]. Disponible en:
http://bvs.sld.cu/revistas/ems/vol12_1_98/ems04198.htm
8.- Bernardo Fuentes MG, García Galano EV, Pomares Bory E. El vínculo educación-comunicación en la formación integral de los profesionales de la Salud. Rev Cubana Educ Med Sup. [Seriado en Internet] 2004 [citado 12 marzo 2009]; 18(4): [aprox. 7 p.]. Disponible en:
http://www.bvs.sld.cu/revistas/ems/vol18_4_04/ems03404.htm
9.- Fernández Oliva B, Nolla Cao N. La maestría pedagógica, su relación con el modelo comunicativo de la enseñanza contemporánea. Rev Cubana Educ Med Sup. [Seriado en Internet] 2003 [citado 12 marzo 2009]; 17(1): [aprox. 5 p.]. Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/ems/vol17_1_03/ems01103.htm.

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