El programa Educación Superior Abierta y a Distancia de la Secretaría de Educación Pública de México

Víctor del Carmen Avendaño Porras

Profesor de Postgrado de la M en C y TE

Centro de Estudios en Comunicación y Tecnologías Educativas

Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa

Resumen

El hombre cibernético como tal, ha pasado de la noche a la mañana a ser el protagonista de todos los espacios sociales en los cuales se desarrolla el ser humano. El impulso actual de la educación a distancia con su portentosa tecnología se está transformando en la modalidad preferente en el terreno educativo, tanto formal como informal. En muchas universidades e instituciones de educación superior de México  ya se ofertan cursos de todo tipo por Internet. En esta vorágine ha surgido el programa de Educación Superior Abierta y a Distancia de la Secretaría de Educación Pública, que es, evidentemente, una oportunidad de aprendizaje, pues requiere afrontar los desafíos propios de un proceso inédito en la educación pública de México.

Palabras clave: Ciber educación, universidad, conocimiento, información.

 

Summary: Cyber man as such has gone from overnight to be the protagonist of all social spaces in which human beings developed. The current momentum of distance education with its marvelous technology is becoming the preferred modality in the field of education, both formal and informal. Many universities and institutions of higher education in Mexico and courses are offered all over the Internet.  In this maelstrom emerged Program Open and Distance Higher Education of the Ministry of Education, which is obviously a learning opportunity, it requires facing the challenges of an unprecedented process in public education in Mexico.

Keywords:  Cyber education, university, knowledge, information.

 

Introducción

La vida moderna se torna asfixiante, el exhausto aldeano de la red acostumbra dialogar de su exuberante mundo en la selva digital. Es éste un modo de representar el estilo de vida en una colectividad conectada a la red, pero es asimismo tergiversada, como consigue corroborar cualquiera que haya profundizado en una selva auténtica, donde sus residentes animales no se cercenan a sí mismos, ni embisten a su progenie, no engendran cánceres ni se hacen idólatras, no sufren gordura ni cometen asesinatos. Hay, pues, una contradicción básica entre las dos selvas y sus habitantes.

 

¿Será aceptable preconcebir al hombre cibernético como sucesor del hombre que hace y fabrica? Llegados a tal punto, es oportuno no hablar ya de continuaciones sino más bien de unificación; apropiarse del pasado y del presente con toda su superabundancia de información y complejidad para procesarla, es decir, transportar al hombre cibernético al hoy y vislumbrar el futuro para integrarlo a las resoluciones y tomas de decisiones.

 

El famoso autor de El mono desnudo Desmond Morris, escudriña un algo que a lo mejor no se ha ido. El hombre que hace y fabrica objetos es reconfigurado por el objeto mismo, del cual no precisa una comprensión especializada para complacerse del mismo. En efecto, tampoco requiere entender mucho de Internet, ni poseer toda la sapiencia del mass media que esto envuelve para ser influido por él.

 

El firmamento informático al mismo tiempo de haber erigido un idioma propio, ha violentado el pensamiento moderno, concibiendo uno  nuevo, una extraña forma de acercarse a lo cotidiano para hipertexturizar el tiempo y desconfigurar el espacio. 

 

Entonces se podría decir que la mediatización telemática es el puente entre el hombre que hace y fabrica y el hombre cibernético, ese que es dominado por la red y se hace esclavo de la cosa creada.

 

Generar conocimiento: Principal reto de las universidades a distancia en México

La educación superior en México ha iniciado una flamante era. Su tabernáculo blindado, su demarcación territorial, su modelo de enseñanza-aprendizaje pronto será un recuerdo.

La educación superior ha sido y es, el recinto al que los individuos acuden en demanda de cultura y conocimiento, y por el que se renuncia a otros afanes de la vida para ensanchar las perspectivas intelectuales. En este sentido, la universidad es un tabernáculo, una organización que ha logrado ensamblar el espacio y el tiempo y salvaguardar a sus residentes de la algarabía que envuelve al mundo. Esta entidad comprende legendariamente tres tareas primordiales: producir, impartir y preservar el conocimiento (Luzuriaga, 1980).

El hecho de que las universidades floreciesen como sitios concretamente consagrados a la cultura y al conocimiento, se debe a dos agentes que coadyuvaron a este hecho. El primero fue la carencia de cultura y conocimiento y la comprensión de sus orígenes, igualmente que la obligación de concurrir allí adonde la cultura y el conocimiento moraban, y adonde el poseedor de tal cultura y conocimiento habitaban. La cultura y el conocimiento no acudían al individuo; sino que el interesado y posibilitado tenía que ir y obtenerlo. Todo esto demandaba tiempo, establecía un compromiso exclusivo, no  era una actividad que se asumiría mientras se estaban realizando otras cosas. El segundo agente era la pretensión de separar el conocimiento de las tareas propias de la vida corriente. (Bayen, 1978)

Con la construcción de campus virtuales en gran número de universidades e institutos públicos y privados desde hace una década y más recientemente, con la ejecución del programa de Educación Superior Abierta y a Distancia (ESAD) de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México se personifica el anticipo de un sistema de educación superior que desafía la segregación de la cultura y el conocimiento. De repente es posible estudiar casi cualquier carrera desde casi cualquier sitio, y es posible conseguir cuantiosa información acopiada en bases de datos y bases de conocimiento en muy reducido tiempo, con poco esfuerzo, y sin salir de casa.

Las tres tareas de la educación superior hoy en día son cómodamente conjugadas por los sistemas electrónicos, sin embargo, este vertiginoso cambio representa que las ciber universidades en México afronten los mismos retos y desafíos a los que ya se están afrontados en Estados Unidos y Europa. (Lazara & Tiana, 2001)  

  • El primer reto es la gestión del conocimiento ya existente que plantea un desafío de gran interés, pues se requiere que el conocimiento generado se integre a la práctica, con el fin de solucionar problemas reales. 

 

La Universidad ha sido a lo largo de la historia administradora del conocimiento, así como la responsable de transferirlo por medio de la docencia. No obstante, el acceso al mismo es cada vez más fácil sin necesidad de ser estudiante universitario. Además, cada vez se estima menos importante su adquisición y se le suma mayor trascendencia al perfeccionamiento de destrezas personales. Evidentemente esto va a modificar los métodos a través de los cuáles se obtiene el conocimiento, provocando que la valoración de desempeño de la ciber universidad se base en lo expeditivo que sea su conocimiento sobre la correspondencia del mundo real.

Además, se requiere de un impulso suplementario en concretar objetivos de perfeccionamiento de destrezas y actitudes desde el bachillerato, permitiendo la natural evolución de las metodologías didácticas y su aprendizaje, para conseguir su posterior aplicación en la universidad, que proporcionará un ambiente propicio para la conformación de una cultura que facilite herramientas a los estudiantes para afrontar la sociedad del conocimiento y concebirla como un ambiente abierto, con alcance global, para el desarrollo de habilidades y destrezas aplicables al mundo real (Luengo, 2003).

La gestión del conocimiento se está transformando en un elemento de competitividad para las universidades, que al contrario de trasladarnos a la pasividad va a poner en entredicho los cánones en los que hemos fundamentado nuestra tarea educativa hasta el momento,

  • Por otra parte se presenta el reto de la producción de conocimiento nuevo que plantea un desafío descomunal. Las instituciones de educación superior se han dado cuenta que el éxito ya no solo estriba en su eficiencia terminal, ni del número de egresados titulados, ni la disminución en índices reprobatorios, dado que no obstante estos agentes hayan sido y continúen siendo trascendentales, con el advenimiento de las ciber universidades, prepondera la importancia por perfeccionarse en la creación de conocimiento, transmitirlo a la comunidad y materializarlo en acciones que conduzcan a la generación de nuevos adelantos tecnológicos, reformas políticas adecuadas al momento histórico, procedimientos quirúrgicos más rápidos y económicos, artículos domésticos que simplifiquen las tareas diarias en la casa y en la oficina, etcétera.

Por lo tanto, una institución de educación superior con capacidad para crear, transmitir y materializar el conocimiento podrá definirse como una universidad inteligente.

Las instituciones de educación superior que lograrán superar este reto, serán las que exploten la información que poseen de ellas mismas y de su entorno, pues esta información les será de provecho para la toma de decisiones, no obstante para que estas instituciones puedan evolucionar y reconvertir esta información en conocimiento, favoreciéndose realmente del valor de las tecnologías de la información necesitan gestionar esa información de manera estratégica y procurar que el conocimiento nuevo contenga los siguientes rasgos, según (Vivar, 1971):

  • Colectivo, que conciba la cooperación interinstitucional como instrumento de creación y perfeccionamiento, propagación y deleite del conocimiento producido en todas las áreas.
  • Combinatorio, para desplegar un abanico de opciones, que admitan diferentes posibilidades de respuesta.
  • Local y global, es decir el desarrollado a partir de un entendimiento contextual, desde las lógicas culturales en las que se inscriben.
  • Tácito y explícito, es decir, desde el que se desarrolla en base a las ideologías, estilos de vida y puntos de vista particulares, hasta el que se desarrolla formal y metódicamente.

 

La creación del conocimiento en la ciber universidad deberá generarse con la interacción de los puntos señalados que le conferirán a la institución de educación superior una capacidad amplía para maniobrar con inteligencia y creatividad; además de estar preparada para acondicionarse de manera acertada y vertiginosa a las variaciones de los múltiples modelos educativos, ingresar en un proceso de aprendizaje constante que le faculte para prescindir de las representaciones mentales caducas, así como descubrir, modificar, crear y recrear gracias a la experiencia y bagaje tácito y explícito de sus investigadores y académicos.

  • Por último se plantea el reto de la enseñanza-aprendizaje del conocimiento gestionado y producido que mientras más fundamentos y sustentos de diversas áreas del conocimiento ofrezca, más desafiará al alumno a explorar, examinar y ahondar tanto la significación como el alcance que adjudica al contenido académico a aprender. La enseñanza-aprendizaje en la ciber universidad, por tanto, no se concibe como una simple transferencia o superposición de contenidos académicos, sino como un asunto de interpretación personal de ese contenido que se construye a partir de un conjunto de componentes que se amoldan a la configuración cognoscitiva del alumno y que se establece como elemento substancial para la eficacia del aprendizaje.

 

El arquetipo de la educación superior a distancia en México debe ofrecer un cimiento multidisciplinario, centrado en el factor humano, correspondiente con una tipificación cultural generadora de paz, conducido por una norma de conducta universal y con capacidad para que la sociedad adquiera niveles convenientes de prosperidad y progreso sostenible. Se necesita de una mayor difusión y propagación de los programas a distancia que las diversas instituciones que educación superior ofertan, así como de impulso público y privado para compensar la demanda social. (Catells, 2004)

 

El paradigma de formación profesional a distancia que comienza a rendir sus primeros frutos, en los años venideros deberá ser más armónico, más humano, más consumado, siempre acentuando la configuración del curriculum que condescienda una conspicua formación profesional para el mercado laboral.

 

Los diversos representantes del proceso educativo deben ser competentes para generar e innovar el conocimiento con una perspectiva holística más que reproducirlo como una circunstancia primordial para suscitar un crecimiento autónomo de los estudiantes, para lo cual es necesario vigorizar las redes de propagación de la ciencia y tecnología a nivel global. El modelo educativo a distancia debe enfocarse en la centralidad del estudiante, reconocer sus diferencias particulares en los métodos de aprendizaje y tener en cuenta al docente para proyectar y comunicar sus prácticas mediante métodos. (Duart & Sangrà, 2000)

 

Tocante a los procesos académicos, se debe propagar la individualización de la enseñanza-aprendizaje, así como favorecer un enfoque de competencias laborales, vigorizar el vocacionalismo, la deshomologación de los sueldos del personal docente y la refrendación de su desempeño por dependencias externas. Conseguir el fortalecimiento de cuerpos académicos que efectúen acciones de invención, generación y aplicación del conocimiento que solucione las dificultades del contexto socioeconómico. (Aparici, 1996)

 

 

Para lograr el cometido de generar conocimiento en los diversos programas a distancia, es ineludible homologar los planes de estudio en educación superior, de tal manera que se logren componendas entre los diversos sistemas, por lo que es preciso cimentar un programa abierto, así como la fundación de redes interinstitucionales, que por medio de sus cuerpos colegiados logren reformas académicas. (García C. , 1997)

 

La ciber educación del sistema de Educación Superior Abierta y a Distancia de la SEP

 

En términos históricos, la aparición de la ciber educación es reciente y sus impactos todavía no han sido calculados. Aún no se sabe si el aprendizaje a distancia puede ser un remedio para los problemas de espacio-tiempo a los que se enfrenta el sistema universitario tradicional.

 

Las principales ciber universidades del mundo comenzaron a surgir en la década de 1960 como una resolución a la gradual petición de instituciones educativas. Entre las ciber universidades precursoras, se hallan:

 

  • La Universidad de Sudáfrica, que es la más antigua y que actualmente cuenta con más de 250 mil alumnos.
  • La Open University del Reino Unido, donde han estudiado desde su fundación más de 3 millones de alumnos.
  • La Athabasca University de Canadá en 1972.
  • La Universidad Nacional de Educación a Distancia de España (UNED) en 1972.
  • La Open University de Israel en 1974.
  • La Fern Universitat de Alemania en 1975.

 

En México, la variante de educación abierta y a distancia nació en la década de 1970, con la estructuración y puesta en marcha del Sistema de Universidad Abierta (SUA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

 

En este marco histórico ha surgido el programa de ESAD de la SEP que pretende promover la educación abierta y a distancia con normas y patrones de calidad e innovación dinámica, otorgándole mayor importancia a las zonas más apartadas y a los grupos marginados que carecen de oportunidades de acceder a la educación superior.

 

Si se examina al sistema educativo se advertirá que en medio de todos los subsistemas que determinan al complejo conjunto, no solo está la educación formal, sino además la educación de la calle, la de la familia, la del trabajo, la de la milicia, la del manicomio, la de la iglesia, la del deporte, entre (un ilimitado) otros. (García-Valcárcel, Tejedor, & Rodríguez, 1996)

 

No obstante la presencia de este nuevo programa educativo en México, los resultados no han sido concluyentes en la instauración de una sociedad armonizada y equitativa. De allí mana la obligación moral de la SEP y su programa ESAD de encontrar un útero axiológico que encamine a la tarea de educar en todos los sentidos a sus integrantes y de redefinir las reglas políticas que han de impulsar su desarrollo.

 

Lo más interesante, es que la utilización del programa ESAD se encuentra abierto a usuarios no especialistas en computación, con diversas destrezas, formación y edades, razón por la cual, será necesario crear lenguajes que permitan la comunicación interactiva entre los contenidos digitales y los usuarios. Dada la premura de los cambios en la forma que se gestiona, genera y transmite el conocimiento, la reivindicación de un aprendizaje individualizado para cada usuario en cualquier parte de México e incluso del mundo, se convierte en una realidad.

 

El programa ESAD propone franquear los bordes del tiempo y del espacio, se centra en la complicidad y la auto hegemonía de los alumnos, proporciona la reciprocidad entre copartícipes, incluyendo a compañeros, profesores y expertos, enaltece la usanza de la información y facilita un aprendizaje individualizado para cada usuario.

 

Su modelo educativo se fundamenta en la puesta en marcha de un currículum flexible, un ambiente de libertad en cuanto a tiempos, la utilización de métodos activos y el uso de herramientas que auto gestionen el aprendizaje.

 

Por otra parte, su modelo pedagógico se caracteriza por su flexibilidad para elegir un plan de estudios adecuado a la circunstancia de cada persona, la personalización de sus contenidos, que está dirigido a personas de todas las edades y todas las ideologías, además la interacción entre alumnos y docente y  la cooperación como estrategia de aprendizaje y generación de conocimiento.

 

Por último su modelo tecnológico que se basa en la diversidad de recursos educativo y en su sistema de evaluación.

No obstante todos los puntos antes señalados es posible que la alineación del programa ESAD conmocionado por el progreso acelerado de las TIC´s en el mundo, pero principalmente en México y América Latina, no consiga encauzarse por buen camino a no ser que supere los siguientes factores: (Fainholc, 2000)

 

Localismo irrelevante. Por múltiples motivos, muchas instituciones de educación superior no se enlazan a las imponentes redes ni llevan a cabo programas de educación a distancia con base en la alineación de sus docentes ni con las instalaciones ajustadas para esta variedad educativa. Continúan al margen de los movimientos educativos globales y sus entidades poseen poca correspondencia con la globalización del conocimiento. Desarrollan una postura vegetativa y a duras penas gozan del acceso a la subvención para desarrollar planes de investigación científica.

 

Globalización con subordinación. En este contexto las pequeñas instituciones de educación superior han comenzado a fusionarse a los grandes consorcios que han instituido la zona común de planes y proyectos en la manera virtual, pese a que invariablemente se sujetan a los adelantos y significaciones de los sistemas a distancia realizados y dificultosamente forjan vida académica de forma independiente. El desarrollo de sus contenidos virtuales y objetos virtuales de aprendizaje son los más trascendentales éxitos en estas instituciones que apenas tienen capital propio para crear carreras de nivel licenciatura o posgrado de calidad y completamente a distancia.

 

Globalización con interacción. Estas instituciones de educación superior transfieren conocimiento de modo participativo. Lo que implica una imponderable ensambladura entre el conocimiento abstracto y el contextualizado, en correspondencia con las culturas regionales. En este contexto es necesario vislumbrar una innovación para la gestión regional bajo una táctica de “acción comunicativa-reflexiva”. En todo caso, México tiene la urgencia de disponer con instituciones de educación superior que favorezcan el progreso del país, de promover la creación del conocimiento mediante investigaciones sobresalientes en el contexto local y global. (Tünnermann, 1998)

 

La delineación del nuevo sistema educativo nacional tiene que prescindir de su enfoque de formador de mano de obra barata para repercutir en la generación de conocimientos nuevos. La innovación de la educación superior a distancia tiene que centralizarse en formar a los estudiantes para enfrentar un mercado laboral competitivo, lo cual supone una disposición multidisciplinaria de los conocimientos tecnológicos que involucran esquemas curriculares complicados, en función de las responsabilidades para coadyuvar al progreso de la sociedad.

 

El perfil de las instituciones de educación superior del futuro próximo corresponde al de organismos diversificados, encauzados hacia la gestión y generación de conocimientos interdisciplinarios en espera de ser trasmitidos a la sociedad.

 

Las distintas maneras de gestionar, generar y aplicar el conocimiento demandan la delineación y reestructuración de las prácticas organizacionales. Conviene que las instituciones de educación superior a distancia entrañen un plan social que se propague externamente en todas los contextos del progreso humano. (García L. , 2001)

 

Es urgente delinear un modelo de universidad a distancia encauzado hacia la significación utilitaria de la educación, desarrollando programas académicos de calidad con un impulso análogo a funciones de valoración de sus indicadores, que deben ser determinados por cuerpos académicos arraigados en las instituciones de educación superior a distancia, pues la eficacia académica de estos programas será la esencia para acrecentar los procedimientos de legitimación y encauzar el incremento cuantitativo.

 

La evolución didáctica de las instituciones de educación a distancia debe conducir hacia la generación de conocimiento que solucione problemas generados por los procesos de globalización económica, social y tecnológica, para hallar soluciones posibles a las contrariedades que la evolución provoca.

 

Conclusiones

 

Consta ya una percepción de la crisis de la educación superior en México producida por problemas de eficacia, competencia y consecución de su principal función por parte de todos los representantes educativos, internos y externos.

 

El sistema ESAD debe comprometerse a satisfacer los esquemas internacionales y la dinámica de los procesos de globalización de la información. En este orden de ideas, la principal tarea del sistema ESAD será la gestión y generación del conocimiento mediante la producción de investigaciones científicas, tecnológicas, sociales y culturales

 

La competitividad de las instituciones de educación superior será cada vez más globalizada, por lo que se demanda evolucionar los procesos corporativos, mediante la salvaguardia del capital social con planes y programas que solventen las contrariedades del desarrollo, por lo que resulta un reto imperioso el impulso del perfeccionamiento y uso generalizado de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

 

Bibliografía

Aparici, R. (1996). La Revolución de los medios audiovisuales: educación y nuevas tecnologías (2 ed.). España: Ediciones de la Torre.

Bayen, M. (1978). Historia de las universidades. (G. Antonia, Trad.) Francia: Oikos-Tau.

Catells, M. (2004). La era de la información: Economia, sociedad y cultura. España: Siglo XXI.

Duart, J., & Sangrà, A. (2000). Aprender en la virtualidad (Vol. 2). España: Edicions de la Universitat Oberta de Catalunya.

Fainholc, B. (2000). La interactividad en la educación a distancia: acerca de un marco teórico posible. Argentina: CEDIPROE.

García, C. (1997). Situación y principales dinámicas de transformación de la educación superior en América Latina (2 ed.). CRESALC/UNESCO.

García, L. (2001). La educación a distancia: de la teoría a la práctica. Barcelona: Ariel.

García-Valcárcel, A., Tejedor, F., & Rodríguez, J. (1996). Perspectivas de las nuevas tecnologías en la educación. España: Narcea Ediciones.

Lazara, L., & Tiana, A. (2001). Problemas y desafíos para la educación en el siglo XXI en europa y américa latina. España: Universidad de Valencia.

Luengo, E. (2003). Tendencias de la educación superior en México: una lectura desde la perspectiva de la complejidad. México: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior.

Luzuriaga, L. (1980). Historia de la educación y de la pedagogía (19 ed.). Argentina: Losada.

Tünnermann, C. (1998). La educación superior en el umbral del siglo XXI (2 ed.). IESALC/UNESCO.

Vivar, J. (1971). Principios y tareas de la universidad. Ecuador: Universidad de Loja.

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