Si América admira a Bolívar, no debe olvidar al maestro, a quien le inculcó los postulados humanistas que lo condujeron a proyectar una visión de integración continental, que intereses mezquinos y nacionalistas echaron por la borda, convirtiéndonos en repúblicas hasta el día de hoy en tránsito por el subdesarrollo o a lo más en vías a un desarrollo nunca alcanzado hasta el presente.
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