Adital – En esta oportunidad queremos comunicarles hechos dolorosos y preocupantes. La crueldad de la violencia, siempre presente en nuestro país, a golpeado a la Universidad Luterana Salvadoreña. Esta mañana encontramos asesinado dentro del campus universitario al vigilante, Manuel de Jesús Martínez, hecho perpetrado con lujo de barbarie que nos recuerda las formas de actuación de los Escuadrones de la Muerte. Manuel fue encontrado colgando con una soga al cuello pero con sus pies semi tocando el suelo, lo que provoco asfixia lenta. Sus ojos estaban vendados, sus manos y piernas amarradas y con señales de tortura.
Nos encontramos muy consternados y en este momento no podemos deducir los motivos de este hecho que nos recuerdan la violencia del pasado y que fue acompañado del robo de vehículos, dinero de matriculas y primeras colegiaturas del ano, grabadores, televisores, así como todo el equipo del centro de computo, de la administración y de las autoridades de la Universidad.
Todavía no se tiene certeza de la magnitud real del daño causado, ni un calculo de las perdidas, ya que la universidad se encuentra en investigación por la policía, pero sabemos que estas son cuantiosas y significativas para esta universidad.
La Universidad Luterana Salvadoreña se ha caracterizado, en su proyecto alternativo de educación, por promover la conciencia critica de la sociedad, por acompañar al pueblo en sus luchas por la justicia y dar oportunidades de educación a los pobres de el Salvador.
No podemos dejar de mencionar que Manuel, una persona muy pobre, como miles de salvadoreños había sido despedido de la empresa en la que laboraba. Luego de mucha búsqueda había encontrado un espacio entre nosotros. Desde el ano pasado formaba parte de la Comunidad luterana de San Lorenzo, asentamiento surgido por los terremotos. Quedan en orfandad dos niños y dos niñas.
Nos reconfortan los signos de hermandad de la comunión luterana, al momento de recibir esta mala noticia se hicieron presentes hermanos y hermanas de la Diócesis de Turku, Finlandia, con quienes oramos y pedimos fortaleza en este momento difícil. También estuvo presente el Arzobispo de Finlandia. Un símbolo de esta hermandad es el cirio que ha quedado encendido en la entrada de la universidad recordándonos la luz y el acompañamiento de Cristo en nuestro caminar.
Hemos vivido un día de zozobra, incertidumbre que rápidamente nos transporta a los oscuros días de la guerra civil. La muerte ronda muy cerca de nosotros, pero también la hermandad.
Desdichadamente el sistema de investigaciones, judicial y de experticias legales es demasiado lento en este país lo que no es nada nuevo, después de todo un día de espera no contamos con un dictamen forense de las lesiones que sufrió nuestro compañero y que le causaron la muerte. La familia de sangre y la familia en la fe seguimos pendientes de los resultados, los cuales podrían ser concluidos después de días, semanas o meses y eso si tenemos suerte, como ocurre en los casos de los desprotegidos en este país.
A estas alturas de la noche podemos decir que el robo no parece ser el principal móvil de este desastre que afecta a la familia luterana en El Salvador
La crueldad con la cual se desarrollo el asesinato del compañero Manuel nos recuerda los años del conflicto armado, en este sentido nadie de nosotros ignora que nunca se desmontaron las estructuras del los Escuadrones de la Muerte y que muchos de estos, están vinculados a las bandas organizadas de asaltantes y ladrones al mismo tiempo que actúan contra el movimiento civil organizado cuando lo consideran oportuno para sus fines macabros.
Detalles fortuitos o premeditados: El cadáver del compañero asesinado fue dejado expuesto a la vista pública por sus sicarios; uno de los vehículos robados, fue abandonado con sus llaves de arranque a dos cuadras del domicilio del Rector en funciones de la Universidad Luterana.
Por otra parte las áreas más afectadas con el robo son el Centro de computo y el Centro de Investigaciones del Medio Ambiente CIMA, las cuales prácticamente han quedado sin ninguno de los instrumentos que son utilizados para capacitar a personas que en otros espacios no pueden hacerlo y desde dónde se coordinan las investigaciones científicas de contaminación de suelo, aire y agua.
Las iglesias hermanas como la Iglesia Bautista Emanuel, Coordinadora Ecuménica de la iglesia de los pobres ya han manifestado su solidaridad.
El cordón de seguridad colocado por la Policía Nacional Civil ya fue retirado, al lograr entrar a las instalaciones el escenario es desolador, la Universidad Luterana Salvadoreña cuenta únicamente con sus recintos y las personas que allí trabajamos, los equipos para comunicarnos hacia el exterior, para trabajar diariamente fueron sustraídos casi en su totalidad, el daño es enorme, podría dejar a la institución desmovilizada, precisamente cuando vamos a iniciar primer ciclo académico correspondiente al año 2005, pero a pesar de todo seguiremos adelante.
Finalmente queremos dejar constancia que en la elaboración del primer comunicado contribuyeron Roger Roaghan (ELCA/ EE.UU) Helmut Köehler (Baviera/Alemania) Carlos Rauda y Miriam Gaspar Federación Luterana Mundial (Centroamérica)
Hoy por la mañana tuvimos una conferencia de prensa. Y por la tarde una reunión de oración ecuménica en las instalaciones de la ULS.
Como antes, y como siempre reiteramos nuestra vocación de continuar sirviendo a los más necesitados en nuestro país y esperamos que los cristian@s del mundo redoblen sus oraciones, sus esfuerzos por acompañar este proyecto en momentos en los cuales la esperanza de Dios se transparenta, se hace evidente en las muestras pacificas que se oponen a la violencia.
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Rev. Héctor Fernández. “Universidad Luterana una victima más de una sociedad injusta y violenta”. ADITAL. Agencia Informativa Fray Tito para América Latina. 31 de enero de 2005. http://www.adital.org.br/site/noticias/15215.asp?lang=ES&cod=15215 (12 de febrero de 2005).