Papel la Medicina Familiar en la municipalización de la enseñanza en Cienfuegos, Cuba

Papel la Medicina Familiar en la municipalización de la enseñanza en Cienfuegos, Cuba.
Autores: Dr. Freddys González Iglesias.
Dra. Marcia Díaz Martínez.

La idea de introducir en Cuba el Programa de Medicina Familiar constituye un paso decisivo para el cambio radical indispensable en la atención de salud a nuestra población fruto de la idea de nuestro Comandante en jefe. Cuba no es el único ni el primer país donde se practica la Medicina Familiar pero un rasgo que lo distingue es su universalidad en el Sistema Nacional de Salud con una cobertura del 100 % de la población. Sabemos que en sus inicios (y quizás en la actualidad) el mismo ha tenido detractores o descreídos, estamos seguros que en la actualidad para aquellos que racionalmente son capaces de ver lo innegable, este constituye la base que sustenta la posibilidad de brindar una atención de salud integral, en unión de las demás especialidades, sin el desarrollo paralelo de las cuales la meta de alcanzar “Salud para todos en el Año 2000” lanzado por la Conferencia Internacional de Alma Ata1 en 1978 fuera (como le ha sucedido a la mayoría de los países) un sueño para los cubanos. Además de ser un pilar para el mejoramiento continuo del estado de salud de la sociedad cubana constituye una fuente principal para las misiones internacionalistas que se desarrollan en casi todas las latitudes del mundo.
“Esta nueva especialidad contribuye a la consecución de los objetivos del sistema nacional de salud al constituirse en la base estratégica para su desarrollo. Tiene que superar la inercia de siglos de concepción biologicista y curativa de la Medicina y revertir el paradigma técnico-biológico dominante, que solo considera de calidad la práctica centrada en el hospital y la tecnología avanzada” 2.
El Consejo Americano de Medicina Familiar 3 definió la Practica Familiar como: la especialidad médica que se preocupa por el cuidado de la salud total del individuo y la familia. Es una especialidad en amplitud que integra las ciencias clínicas, biológicas y del comportamiento y su alcance no está limitado por la edad, sexo, órgano, sistema o entidad mórbida. En Cuba a la especialidad de Medicina Familiar se le denomina Medicina General Integral (MGI), la misma se estudia durante 2 años como proceso de formación de postgrado, a partir de un médico general básico que requiere 6 años de formación de pregrado con un perfil profesional orientado a la APS. Dicha especialidad tiene como principal escenario de formación a la propia comunidad en la que el residente se desempeña como médico de familia, bajo la asesoría permanente de un grupo de profesores tutores de las especialidades de Medicina Familiar, Medicina Interna, Pediatría, Ginecobstetricia y Psicología. La formación posgraduada de MGI tiene como eje fundamental la educación en la práctica del servicio concreto del primer nivel de atención.
Tiene además rotaciones en las principales áreas de atención secundaria y culmina con la realización de un examen estatal ejecutado por evaluadores externos a los que contribuyeron a su formación y la presentación de una tesis de investigación ante un tribunal estatal.
En España la legislación de 1978 4, que reconoce la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria define en su articulo primero: “el médico de familia constituye la figura fundamental del sistema sanitario y tiene como misión realizar una atención médica integrada y completa a los miembros de la comunidad”.
Nosotros no hemos alcanzado la mayoría de edad ni mucho menos, solo comenzamos a andar en posición bípeda, todavía nos faltan elementos para acabar de trazar la fisonomía propia como especialidad, ya tenemos un texto básico gracias al esfuerzo de Álvarez Sintes y colaboradores5 (no suficientemente reconocido) que avanza en su segunda emisión, nos faltan cuestiones vitales dentro de ellas la presencia de especialistas que hayan alcanzado un nivel suficiente para instituirse como figuras paradigmáticas de la especialidad.
Es incuestionable cuánto se dejó de hacer y cuánto de limitaciones ha sufrido nuestra especialidad debido al recrudecimiento injusto y al arbitrario bloqueo que ha sido impuesto a nuestro pueblo. No obstante, aún con los pocos recursos con los que contamos y a pesar de todos los problemas en estos años duros, los Médicos y Enfermeras de la Familia, contribuimos con nuestro esfuerzo al cambio positivo que ha tenido lugar en el cuadro de salud de la población cubana. Obligados por las circunstancias, hemos reforzado nuestra labor preventiva.
Si comparamos la situación actual con respecto a 1984, momento en que comenzó la medicina familiar cubana, se aprecia que casi se triplicaron las consultas al niño sano. Se incrementó el trabajo con el riesgo preconcepcional y se ha reducido sostenidamente la tasa de abortos inducidos, el índice de bajo peso al nacer y la mortalidad infantil; se ha mantenido también el programa nacional de inmunizaciones gracias a lo cual se han erradicado varias enfermedades infecciosas; se redujeron igualmente en aproximadamente un 10 % el número de consultas externas en hospitales y en un 4% los ingresos. Para minimizar los daños derivados de la falta de medicina incorporamos en nuestro espectro terapéutico las prácticas de medicina natural y tradicional. La expectativa de vida del cubano se ha incrementado a pesar de la crisis económica.
Detrás de estos logros en medio de las condiciones que impone el injusto bloqueo, está el trabajo abnegado de los Médicos y Enfermeras de Familia, quienes se han comportado como soldados anónimos en esta firme, necesaria e interminable batalla por resistirlo y vencerlo.
El proceso de municipalización de la enseñanza que se ha iniciado irreversiblemente cuenta con una sólida base para la formación de los profesionales de la salud (no solo de médicos), gracias a los pasos previos dados en la consolidación del primer nivel de atención, en este juega un papel fundamental la Medicina Familiar.
Estamos asumiendo la formación de recursos humanos de salud a nivel de los municipios basadas en las necesidades planificadas que a presente y futuro se requieran no solo localmente sino teniendo en cuenta las necesidades del país para satisfacer las demandas internacionales en la ayuda solidaria a otros países, el Sistema Nacional de Salud está comprometido en egresar profesionales con un desarrollo armónico en los perfiles político-ideológico, profesional y ocupacional. Se deben redoblar esfuerzos en la preparación docente-metodológica y científica de los especialistas de Medicina Familiar desde el inicio de su formación para enfrentar con acierto un proceso docente masivo, múltiple y continuo de pregrado, amén de las carencias materiales mencionadas que enfrentamos debido a la crisis económica globalizada y el bloqueo económico selectivo de E.U.
En la provincia de Cienfuegos hasta el momento han realizado el proceso de categorización docente más de 423 profesionales vinculados directamente al primer nivel de atención pero más del 94 % todavía permanece como “Instructores” (primer nivel), solo el 5 % como “Asistentes” (segundo nivel) y menos del 1 % como “Auxiliar” (tercer nivel), esto supone un esfuerzo de los ya categorizados para lograr la promoción en su categoría docente.
Cabría preguntarnos ¿sería posible la municipalización de la enseñanza en Ciencias de la Salud en la provincia de Cienfuegos (y en el resto del país) de no existir el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia?.
Tengamos en cuenta que la totalidad de la población de la provincia, que asciende a aproximadamente 383592 habitantes está cubierta en su totalidad con este programa que prevé una atención integral y continua 6, con una red de 21 policlínicos, 24 Grupos Básicos de Trabajo (GBT) y 436 consultorios médicos. La WONCA (Organización Mundial de Colegios, Academias y Asociaciones Generales/ Médicos de Familia) resalta en su declaración de 1992 7: “La Atención Primaria de alta calidad depende de la disponibilidad de médicos generales o médicos de familia bien entrenados trabajando como miembros de equipos de salud en la comunidad. La Medicina Familiar necesita ser firmemente establecida como la disciplina central de la medicina, alrededor de la cual se ordenen las disciplinas médicas y de las profesiones aliadas de la salud para formar un equipo cooperativo en beneficio del individuo, la familia y la comunidad”.
En nuestra provincia aunque todavía no hemos alcanzado la excelencia, el desarrollo de la Medicina Familiar permite un proceso de formación de recursos humanos de salud en el primer nivel de atención, cuestión que hace años atrás no era posible. El principal beneficio desde el punto de vista formativo radica en la posibilidad de que haya una interrelación constante entre la teoría y el escenario real de atención a la salud, o sea de la teoría a la práctica y de esta a la teoría enriquecida, por tanto las posibilidades de diferencias entre el currículo declarado y el oculto se estrechan, este beneficio es mutuo pues no podemos negar que al estar involucrados en el proceso docente de forma activa, los profesionales están obligados al estudio progresivo y continuo que redunda en su autopreparación y es esta la forma más viable de conseguir un perfeccionamiento constante de los servicios de salud cuestión que hasta el presente no estaba totalmente resuelta con todos los sistemas de perfeccionamiento precedentes. Todos estamos de acuerdo en que los conocimientos científicos y tecnológicos, en el mundo contemporáneo en que vivimos, se hacen obsoletos con gran rapidez y que desgraciadamente no todos somos conscientes de la necesidad de mantener una búsqueda activa y permanente de la superación profesional que requerimos para poder garantizar la calidad de nuestros procesos educacionales y de la atención médica que brindamos a la población. Salas Perea en su artículo “La calidad en el desarrollo profesional. Avances y desafíos” plantea: “Esta concepción de la calidad del desempeño, unida e integrada a la calidad de los servicios, nos lleva a postular la evaluación de la competencia y el desempeño profesional como un proceso continuo de evaluación de la calidad de la atención en salud, que rompe los marcos puramente académicos, y la vincula con la responsabilidad y el compromiso social, como respuesta a las necesidades de la población; en un proceso activo y participativo de problematización constante, que dirige las acciones a desarrollar en los procesos permanentes de superación profesional”8.
La educación médica es un proceso de formación cultural, moral y ética que se interrelaciona e imbrica con la ideología, la ciencia, el arte y las tecnologías médicas de la sociedad en que se desarrolla 9. Es de ahí que el criterio de calidad educacional se define en este contexto, en términos de pertinencia social, calidad curricular y buen desempeño profesional, al que estamos llamados por las condiciones sanitarias internacionales deterioradas que influyen ineludiblemente en nuestra sociedad. El claustro profesoral y sus directivos tienen que asumir su papel, a fin de garantizar la calidad del proceso universitario que se desarrolla en los municipios, con sentimientos de pertenencia local y compromiso social e internacional.

Referencias Bibliográficas

1. Declaración de Alma Ata. Organización Mundial de la Salud. 1978.
2. Programa de Estudios de la Residencia de Medicina General Integral. Ministerio de Salud Pública. La Habana. Cuba. 2004.
3. American Academy of family Physicians : Official definition of family practice and family physician. AAFP Reporter, 1975 : 2-10.
4. Gómez Gascón T, Moreno Marín J. Especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en España En: Ceitlin J. Gómez Gascón. T. Medicina de Familia: La clave de un nuevo modelo .Madrid, sem FYC y CIMF. 1997: 337
5. Álvarez Sintes R et al. Temas de Medicina General Integral. La Habana. Editorial Ciencias Médicas. 2008.
6. Programa de Trabajo del Médico y Enfermera de la Familia, el policlínico y el hospital. Ministerio de salud Pública. 1988.
7. WONCA. El papel del médico general de familia en los sistemas de atención de salud. 1992; 4 : 7-13.
8. La calidad en el desarrollo profesional. Avances y desafíos. Dr. Ramón Syr Salas Perea, Escuela Nacional de Salud Pública, año 2000.
9. Organización Panamericana de la Salud. Gestión de Calidad en la Educación Médica. Una propuesta de evaluación total. Documento de Trabajo. División de Recursos Humanos, Washington: Organización Panamericana de la Salud, 1994.

Bibliografía consultada.
1. Conferencia regional sobre política y estrategias para la transformación de la Educación Superior en América Latina y El Caribe. Informe Final y Declaración sobre la Educación Superior en América Latina y El Caribe. /MES, CRESAL, UNESCO.La Habana .1996.
2. Venturelli J. Educación médica. Nuevos enfoques, metas y métodos. Organización Panamericana de la Salud. Salud y Sociedad No. 8. Washington DC: Edit Paltex; 2003 p.20-91.
3. Cuba MES. Universalización. Información. [Fecha de acceso: 20 de Diciembre de 2006] URL disponible en http://www.mes.edu.cu/univer.asp
4. Arteaga CR, Díaz Pita G, Padrón Novales C. La enseñanza tutelar en la Residencia de Medicina General Integral. Educ. Méd. Super 2001;15(3):215-8
5. Álvarez J. De la Osa José A. Caracterización de los estudios de Medicina en Cuba. Recorrido histórico. En “Apuntes sobre salud y ciencia en Cuba. Senderos en el corazón de América”. Pág. 83-107.
6. Conferencia regional sobre política y estrategias para la transformación de la Educación Superior en América Latina y El Caribe. Conferencia Inaugural /MES, CRESAL, UNESCO. La Habana .1996.


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