Una vez más las notas periodísticas hacen eco de las evaluaciones de la OCDE sobre el sistema educativo mexicano. La información dio pie al subsecretario de Educación Básica, Lorenzo Gómez-Morín Fuentes, para deslizar una sarta de incoherencias como la siguientes: “Los retos de México en la educación son el tamaño de su sistema (…) crecimiento acelerado de los jóvenes en edad de cursar la secundaria (…) A veces nos da la tentación de imponer modelos externos; como subsecretario digo no los necesitamos” (¿por qué no? ¿qué tal los salarios “externos”? ¿o por qué no copian los recursos que en otros países se da a la educación? Visto así, a nosotros también nos tientan los modelos externos). No podía faltar las alusiones al “corrupto magisterio” mexicano. Transcribimos a continuación una nota publicad a en diario mexicano El Universal.
Educación básica, a la deriva.
Problemas de organización, administración y evaluación hacen que este nivel de enseñanza ocupe el último lugar dentro de los países miembros de la OCDE
NURIT MARTÍNEZ CARBALLO
El Universal
Domingo 19 de febrero de 2006
El sistema mexicano de educación básica ocupa, por su calidad, el último lugar dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y al explicar las razones de este resultado el subsecretario de Educación Básica, Lorenzo Gómez-Morín Fuentes, afirma que “en un sistema educativo de la magnitud del de México no parece realista creer en reformas que súbitamente transformen todo para superar problemas añejos”.
Pero comparado con los sistemas de educación de los países que pertenecen a ese organismo internacional, se aprecian las diferencias de la forma de organización de la escuela, la administración de los recursos públicos o privados; pero también aspectos como el ingreso, permanencia y promoción de los maestros, ya que mientras en México se realizan a través del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en países miembros de la OCDE se llevan a cabo mediante exámenes para elegir a los maestros más calificados.
La intervención de los sindicatos es sólo para aspectos laborales y a nivel de los municipios o localidades, no a nivel nacional como en nuestro país.
Los retos del futuro
En lo que la Secretaría de Educación Pública ha denominado la Nueva Escuela Pública Mexicana se pretende identificar los problemas y retos de la educación que se ofrece a 24.2 millones de alumnos en 205 mil escuelas.
Al tomar una muestra para medir la calidad del servicio que se ofrece en este sistema, la OCDE identificó que 65.9% de los jóvenes de 15 años de edad tienen competencias insuficientes en matemáticas, y 52% en el mismo nivel cuando se mide la capacidad para leer textos.
Pero ¿qué hace diferente al sistema de educación de México con el de los países miembros de ese organismo internacional?; el funcionario de la Secretaría de Educación Pública explica: Los retos de México en la educación son el tamaño de su sistema, recursos fiscales limitados, crecimiento acelerado de los jóvenes en edad de cursar la secundaria, flujos migratorios internos y externos, desigualdades en el ingreso escolar, impacto de la pobreza extrema y la diversidad cultural y lingüística de 62 variantes de lenguas y dialectos en 9% de la población nacional.
De igual manera impactan la disponibilidad de infraestructura adecuada; las formas de acceso, permanencia y promoción de los maestros, la formación y capacitación de maestros; los controles de seguimiento al trabajo escolar; la evaluación, transparencia y rendición de cuentas no sólo de los recursos públicos sino del desempeño escolar.
En el Estudio Económico de la OCDE en México se afirma que una organización del magisterio de la de la magnitud del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, en donde se acepta la presencia de prácticas corruptas para el ingreso o permanencia de la carrera docente, “puede contribuir a cambiar la cultura y participar en el proceso de reforma del sistema educativo para mejorar su calidad”.
Al establecer un comparativo con la forma en que funcionan los sistemas educativos de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, así como su magnitud y formas de organización, el subsecretario de Educación Básica concluye: “A veces nos da la tentación de imponer modelos externos; como subsecretario digo no los necesitamos”.
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