Impunidad, principal ganadora, dicen dos familiares de estudiante desollado
- Asisten en CU a la Conferencia latinoamericana contra el olvido
- Imagen cortesía de <www.codigotlaxcala.com/images/20148>
Emir Olivares Alonso
La Jornada/240415.
Los familiares del estudiante normalista Julio César Mondragón Fontes, quien fue ejecutado extrajudicialmente, torturado y desollado entre el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, indicaron que a siete meses de los hechos contra los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, “la impunidad es la principal ganadora”.
Cuitláhuac y Lenin Mondragón asistieron a la décima ‘Conferencia latinoamericana de crítica jurídica por la memoria y contra el olvido’, que se realizó ayer en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Criticaron que el asesinato de Julio César no haya sido atraído por la Procuraduría General de la República (PGR), pues las autoridades de Guerrero no han llevado a cabo una ‘‘investigación científica’’ para hallar y sancionar a los responsables.
Dijeron asimismo ante académicos y estudiantes universitarios;
“Se trató de una ejecución extrajudicial que incluyó tortura, pues fue desollado vivo. En este caso no se aplica el estado de derecho”.
Agregaron que el crimen cometido en Iguala –que dejó seis personas ejecutadas, tres de ellos normalistas, y 43 estudiantes desaparecidos– también se encuentra en la impunidad;
“Hay muestras claras de poca voluntad política. El gobierno de Enrique Peña Nieto ha intentado, a través de una campaña mediática, hacer creer al país y al mundo que ya se hizo lo necesario y que los familiares somos unos necios. Peña Nieto dice que en México no hay tortura, pero ¿qué calificativo puede dar a lo que le hicieron a nuestro familiar?”
Demandaron a las autoridades justicia por el crimen contra los normalistas, castigo a los responsables materiales e intelectuales, reparación del daño a las familias con base en estándares internacionales, que haya garantías de no repetición de hechos similares, que se abran nuevas líneas de investigación y reconozcan la desaparición forzada de los 43 normalistas, la ejecución extrajudicial de otras seis personas, entre ellas Julio César, así como que este último fue torturado;
“Si hoy se cerrara el caso, como lo ha intentado Peña Nieto, hablaríamos de la continuidad de la impunidad. Se tiene que garantizar el estado de derecho para evitar que hechos así se repitan. Ninguna familia tiene por qué volverlo a sufrir. Debemos luchar por un gobierno que actúe con ética, sabiduría y justicia. Sólo así la muerte de Julio César –quien era padre de una bebé– tendrá un sentido”.
Recordaron que durante la única reunión que los familiares de los normalistas tuvieron con el mandatario federal en Los Pinos, el pasado 29 de octubre, el titular del Ejecutivo y su equipo se comprometieron a que antes de dar cualquier información o avance del caso ante medios se les haría saber a los padres de las víctimas, lo cual –lamentaron– no se cumplió.
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Nota mía: Respetuosamente me permití modificar levemente la estructura de la nota de Emir Olivares Alonso, con la exclusiva finalidad de facilitar su lectura en el formato de Odiseo. Alfredo Macías Narro.
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