Acreditación universitaria y el estado de la educación

Gerardo Barboza

2013-10-01

El País

http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/3/86400

Costa Rica. En La Nación del 29 de septiembre de 2013, aparecen cuatro artículos referidos al IV Informe Estado de la Educación: “Importancia estratégica de la formación docente”, “Nuevos estudiantes, ¿vieja educación?”, “La educación en proceso de cambio”, y “Un rompecabezas por armar”.

De los cuatro, el relevante es “Importancia estratégica de la formación docente”. Los otros tres… veremos…    

“Importancia estratégica de la formación docente” va en concordancia humilde y honesta con la “Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI” de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés, 1998), más allá de la visión economicista planteada por el Banco Mundial “Construir sociedades de conocimiento: nuevos desafíos para la educación terciaria” (2003).

De “Importancia estratégica de la formación docente” se extrae, comenta y pregunta (¿responderán el Ministerio de Educación Pública, MEP y el Consejo Nacional de Rectores, Conare?):

“El informe apunta que los avances de los últimos años en temas de financiamiento, cobertura y nuevos programas de estudio no han tenido impacto en la calidad del sistema, y que, además, no hemos conseguido atraer al personal más capacitado a la carrera docente”.

En 1994 fue impulsado por el gobierno de entonces la visión filosófica “constructivista” en la “Política Educativa hacia el Siglo XXI” en el MEP. Durante el mismo gobierno, se impuso el enfoque comunicativo para la educación en lenguas, sin investigación científica en y para Costa Rica sobre la pertinencia de ese enfoque para el país (“Génesis de la Implementación del Enfoque Comunicativo en el proceso de la Enseñanza y el Aprendizaje del Inglés en el Ministerio de Educación Pública de Costa Rica”). El Conare fue parte activa de esto…

Casi dos decenios después, la educación pública en lenguas es un campo estéril, sin resultados tangibles, visto desde la óptica “económica”, en la relación costo-beneficio. Un altísimo costo para un casi un nulo beneficio… si no, ¿por qué el lanzamiento del Plan (no) Nacional de Inglés?… ¿Para pagarle más a las transnacionales dueñas de pruebas estandarizadas, aunque no se aprenda?

Si la “visión filosófica” del “ente rector” de la educación pública es de tipo “constructivista”, ¿cuál es la congruencia de esa visión con estándares comerciales en educación en lenguas que, además de “estandarizadores”, no poseen base teórica, son el caso del Marco Común Europeo de Referencia y las pruebas estandarizadas en lenguas, principalmente en inglés.

El Conare, de igual manera, ha sido parte activa del Plan (no) Nacional de Inglés que perpetuó el desacierto de 1994. En las carreras en educación lenguas que integran el Conare, así como la recién nacida y desorientada en esa materia, la Universidad Técnica Nacional, y en los enseñaderos privados, los contenidos son sobre ese “enfoque comunicativo” y sus derivados comerciales. 

¿Cómo puede entonces lograrse un impacto en la calidad en educación en lenguas en Costa Rica?

“Si bien es cierto que en el país tenemos cientos de carreras, capacitaciones, programas, jornadas, talleres e investigaciones docentes, estos, sin embargo, no son pertinentes ni tienen impacto en la calidad. En este tema, padecemos de un activismo muy peligroso. Parece que no nos hemos percatado de que el mundo cambió, la ciencia evolucionó, las tecnologías están a la mano y las nuevas generaciones son distintas y aprenden de una manera que desconocemos. Por eso, la señal de alerta que nos da este informe debe asumirse con humildad, seriedad y decisión”.

De nuevo, ese informe reciente, “avanzó” en temas de “estandarización”. Dedicó todo un “capítulo” especial a otro estándar infundado: el “Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes”, PISA, que, desde luego, será parte de las carreras universitarias en educación… “que no son pertinentes ni tienen impacto en la calidad”.

En el artículo se indica que “…las nuevas generaciones son distintas y aprenden de una manera que desconocemos”. Cierto, entonces, ¿es la estandarización de la evaluación la que nos permitirá conocer cómo aprenden las nuevas generaciones?

“Ya que el informe emana directamente del Consejo Nacional de Rectores (Conare), las universidades estatales son las que deben señalar el camino (para sí mismas y para todas las demás universidades que forman docentes) para romper la inercia y el círculo vicioso que nos atrapa. Eso significa asumir riesgos y enfrentar resistencias, pues se requieren innovaciones radicales en las carreras de formación docente, aun en aquellas cuya calidad mínima ya ha sido acreditada. El compromiso de las universidades del Conare con el sistema educativo público del país debe ser interinstitucional, interdisciplinario, intersectorial y colaborativo. Se trata de un tema complejo y estratégico para el progreso nacional, por lo que la interdisciplinariedad y la intersectorialidad son obligadas. Lo contrario es seguir haciendo más de lo mismo, que, como ya sabemos, no tiene impacto”.

Mejor no pudo haberse plasmado. Pero la pregunta es recurrente: ¿Dónde se encuentra la “interdisciplinariedad”, la “transdicisplinariedad”, la investigación científica, cuando un informe, que deriva del Conare, “sugiere” estándares en educación con serias falencias teóricas y prácticas? ¿Ese es el camino que señala el Conare, al menos en lo referido a la educación en lenguas y educación en general? ¿Todas la “investigaciones” que conduce esa entidad son para validar y homologar a la fuerza estándares que no funcionan desde hace décadas o es para la propia producción del conocimiento en y para Costa Rica, para lo pertinente? Finlandia brinda una luz como respuesta (Costa Rica: ¿La Finlandia centroamericana en educación?)

“Nuevos estudiantes, ¿vieja educación?” habla sobre “el Programa Nacional de Informática Educativa que desarrolla la Fundación Omar Dengo junto con el Ministerio de Educación”.

¿Se trata esto de la digitalización de los programas infundados del MEP? Por ejemplo, la enseñanza de la gramática descriptiva, la comprensión de lectura en idiomas, sea de manera escrita o verbal, en formato impreso o digitalizado, presenta el mismo problema. Se está enseñando lo mismo, lo que no ha funcionado. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) no son optimizadas para la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación, por ejemplo, de lenguas, incluido el castellano. El enfoque debe ser en qué se enseña. Las TICS son valiosas como instrumento para optimizar el cómo se enseña.

¿Cuál ha sido el impacto en la calidad educativa en lenguas distintas al castellano al digitalizar, por ejemplo, los infundados programas de inglés del MEP?

¿La vieja educación subyace en la era de la digitalización?

En “La educación en proceso de cambio” dicen:

“En lo académico, se han transformado los programas de casi todas las asignaturas, no solo en su contenido, sino, sobre todo, en la forma de enseñar y de aprender. Según el informe, las reformas “apuntan a la adopción de nuevas metodologías de trabajo en el aula, revisión de las prácticas de evaluación, uso de materiales didácticos con orientaciones específicas para los docentes y promoción de un aprendizaje más activo, enfocado en la resolución de problemas, el trabajo colaborativo y la experimentación”.

Es decir, una sui géneris definición de constructivismo “en la forma de enseñar y de aprender”, pero sofocada en la tradicional y conductista forma de evaluar: parciales, trimestrales y, lo peor, pruebas de bachillerato criollas que el mismo informe minimiza para exaltar las estandarizadas internacionales…

“Esto se aprecia en Cívica, Música, Artes Plásticas y Educación Física, que hoy son asignaturas activas y creativas; en Español, donde se introdujo la Lógica y se enseña a argumentar; en Ciencias, que ya no se enseñan de memoria desde las respuestas, sino desde las preguntas, mediante la indagación; en Matemáticas, que parten de lo concreto y se aprenden con base en la resolución de problemas; y en Vida Cotidiana, en la que se aprenden nutrición, primeros auxilios y finanzas de la vida diaria. Por otra parte, Estudios Sociales de primaria integra en forma novedosa la historia, la geografía y la cívica; la educación técnica ha actualizado sus especialidades y avanza en el enfoque por competencias; y ya tenemos Educación para la Afectividad y la Sexualidad”.

¿De dónde surgieron esos programas…? En Colombia, por ejemplo, ya hace bastante tiempo se hace lo mismo, como con la promoción automática y, aun así, sus intelectuales y científicos hablan y demuestran sobre la “promoción automática y el fracaso escolar”…

Como epílogo de los artículos está “Un rompecabezas por armar”. En él, ¿el discurso emana, por ejemplo, de “Acreditación Universitaria en América Latina, Antecedentes y Experiencias”?

El documento, de hace veinte años (1993), contiene el discurso que hoy en día, en el año 2013 del siglo XXI, presentan como innovador. La primera parte del documento, “Acreditación y Evaluación Institucional”, incluye “Calidad de la docencia”, “Conocimiento y desarrollo”, “La función docente”, “Evaluación de la Calidad de la Docencia”, “La evaluación y acreditación universitaria”, “El proceso de acreditación”.

En contraste con el discurso en el documento, casi veinte años después, aparecen otros que, de manera fundada, explican el fracaso de la política educativa que ha ido permeando a Costa Rica.

Uno de estos es “Neoliberalismo y Educación Superior en México”. En él indican que “Entre los organismos financieros internacionales el tema de la evaluación está presente desde finales de la década de los ochenta, y es parte medular de la reforma neoliberal a la educación superior. Este eje se centra en el establecimiento de mecanismos para la evaluación y acreditación de individuos e instituciones, tanto públicas como privadas, a través de organismos externos que sancionen el buen cumplimiento de los estándares de calidad postulados por los empresarios. Al igual que en el resto del sistema educativo, la evaluación de la educación superior bajo estas condiciones es una prueba de que la calidad ya no es asunto del Estado”…

Al igual que en “Un rompecabezas por armar”, en “La educación en proceso de cambio”, citan lo siguiente:

“Las reformas requieren tiempo para cuajar y, si bien muchos de sus resultados aún están por verse, es importante no desandar el camino andado, evaluarlas con ánimo constructivo y aunar esfuerzos para que el sistema educativo responda, de manera más contundente, a los desafíos que enfrenta el país en su búsqueda del desarrollo humano sostenible”.

Dentro del contexto de la privatización encubierta de la educación pública, llama la atención que en un tema que se supone académico, se utilice el verbo “cuajar”. ¿Cómo interpretar esto?

Desde la definición que brinda el Diccionario de la Real Academia (DRAE), se tienen las siguientes acepciones de interés: “2. Recargar de adornos”; “5. Dicho de una cosa: lograrse, tener efecto”. Como costarriqueñismo, como sabemos y según el Nuevo Diccionario de Costarriqueñismos, “cuajar” es “acertar un golpe, golpear”

Desde la óptica del discurso en los informes del estado de la educación, estos están recargados de adornos. Desde la acepción quinta del DRAE, las reformas, que resultan ser deformas originadas en otras latitudes pero presentadas a la opinión pública sin explicitar de dónde surgen,  lo único que logran es mantener un sostenible egreso para pagar “expertos”, pruebas estandarizadas y la deuda como consecuencia de los empréstitos.  Y, desde el costarriqueñismo, de verdad que nos están “cuajando” con una reforma educativa que ya demostró su fracaso en América Latina.

El Programa Estado de la Nación, (PEN), que emite los informes del Estado de la Educación, “opera bajo el marco institucional del Consejo Nacional de Rectores que reúne a las cuatro universidades públicas y la Defensoría de los Habitantes de la República con el apoyo de varios auspiciadores”.

La “Ley del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES)”, No. 8256, en su artículo primero señala:

“Artículo 1º—Reconócese el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES), creado por convenio entre las instituciones de educación superior universitaria estatal, al cual podrán adherirse las instituciones de educación superior universitaria privada. Se crea como órgano adscrito al Consejo Nacional de Rectores, con personería jurídica instrumental para la consecución exclusiva de los fines de esta Ley.

El SINAES, cuyas actividades se declaran de interés público, tendrá como fines planificar, organizar, desarrollar, implementar, controlar y dar seguimiento a un proceso de acreditación que garantice continuamente la calidad de las carreras, los planes y programas ofrecidos por las instituciones de educación superior, y salvaguarde la confidencialidad del manejo de los datos de cada institución”. (sic).

El “Acuerdo Subsidiario suscrito entre el Gobierno de Costa Rica y el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior” establece, entre otros aspectos, que,

“1.- El Convenio de Financiamiento de la Educación Superior Universitaria Estatal para el quinquenio 2011-2015 establece en su artículo 12 que “con el objeto de fortalecer los procesos de inversión en áreas estratégicas de las cuatro instituciones, el Gobierno de la República se compromete a tramitar y financiar en su totalidad a favor de las instituciones que forman actualmente el CONARE una operación de crédito por $200 millones. Conforme lo acordado por el CONARE, estos recursos se distribuirán y aplicarán en iguales proporciones entre las cuatro universidades para elevar su admisión de estudiantes y ampliar los cupos en las carreras que lo requieran y reforzar su capacidad científico tecnológica, expandiendo la infraestructura física, el equipamiento, las becas a profesores, y la ampliación de los servicios estudiantiles, incluyendo residencias”

Entonces, con base en lo anterior, el Banco Mundial (BM) “recomienda” lo que debe hacerse en educación en Costa Rica. A través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por ejemplo, se estableció el Plan (no) Nacional de Inglés, cuya capacitación la brindó el Conare y cuyos resultados y su impacto en la “calidad educativa” no se conocen; a no ser aquellos sin sustento científico que se realizaron a través de una prueba estandarizada comercial de inglés, con serias falencias y homologada, no se sabe cómo (los “expertos” no hablan), al infundado Marco Común Europeo de Referencia. Ambos instrumentos “recomendados” por el BID y aceptados “sin miramientos” por la “academia” costarricense agrupada en el Conare…

Además, como los informes sobre el Estado de la Educación “operan bajo el marco institucional” del Conare, éstos, por ejemplo el Tercer Informe, presenta un sesgado “Diagnóstico del Dominio Lingüístico de los Profesores de Inglés del Sistema Público Costarricense”, para poder –en el lenguaje de ellos- “cuajar” en el tiempo lo que no ha funcionado hace décadas…

En el cuarto informe, continúan aceptando y “validando” lo que no sirve “las pruebas estandarizadas internacionales del programa PISA”. Pero además el SINAES “se crea como órgano adscrito al Consejo Nacional de Rectores”.

¿Acaso el SINAES acreditará las carreras en educación en lenguas y educación en general con base en los informes sobre el Estado de la Educación? ¿Acaso el SINAES acreditará las carreras en educación en lenguas y educación en general cuyo “norte” sean pruebas estandarizadas insuficientes?  Si fuera así, ¿cuál será “la calidad de las carreras, los planes y programas ofrecidos por las instituciones de educación superior”? ¿Cuánto tarda en “cuajar”? ¿No ha sido tiempo suficiente desde los experimentos en 1994?

Pero aún falta el eslabón más importante: los US$200 millones de dólares, también, a cargo del Conare y subsidiados por el gobierno a través del MEP. El Conare ¿juez y parte en todo…?

Como dirían ¿“mesa gallega”?, o bien, ¿“negocio redondo? (¿Hacemos los informes, decimos con disfraz científico el deplorable estado en que han puesto la educación nacional para justificar préstamos sobre la base del mismo discurso en América Latina desde hace un par de décadas y que el Estado se vaya desatendiendo mediante la concesión de la educación, exaltando los logros de la reforma “recomendada” para que los organismos internacionales que endeudan sepan que el ministro de turno va comprimiendo la tarea, hablamos de calidad en educación, como cuando se lanzó y difundió lo de inglés, eso sí, sin salirse del marco teórico y dejar de pagar por estándares infundados, entregando además el control del currículo y poniendo a disposición todos los recursos públicos sobre qué debe aprenderse, pero digitalizado para parecer modernos, etc., etc., etc., para que salga el “cuajo educativo”?

El ministro de educación de la administración 2006-2010, con “promoción automática” a la 2010-2014, en la revista OJO (del 5 al 22/09/07) dijo: “Pero si alguien –quien sea– me sostiene que, además de eso, el camino de la educación es el de la privatización yo le diría que está loco”. (sic).

Y en vísperas electoreras… ¿qué dirán los candidatos presidenciales junto con sus estrategas en educación? …Algunos inician a retomar el tema de la formación dual…

 

(*) Educador

www.englishincostarica.org


Descubre más desde Odiseo Revista electrónica de pedagogía

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Escribe aquí tu opinión o comentario...

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.