Gerardo Barboza
Educador
Octubre, 2016
https://independent.academia.edu/EnglishLanguageEdPolicy
El martes 13 de marzo de 2012, The Guardian publicó el artículo intitulado “Linguistic imperialism alive and kicking”.
El autor del artículo es el Dr. Robert Phillipson, “Professor Emeritus” del “Department of International Business Communication, Copenhagen Business School”. Dentro de la vasta obra científica del Dr. Phillipson, se encuentra el libro “Linguistic Imperialism”.
El artículo por Phillipson permite comprender mejor lo que en el país presentan como “indispensable”, “innovador”, “de vanguardia”, pero sin explicar los daños colaterales que un tipo determinado de enseñanza, aprendizaje y evaluación del inglés produce.
Ese tipo de enfoque posee características generales como: etnocéntrico, “talla única”, un híbrido infundado entre lo conductista y constructivista, la misma torpeza que desde hace décadas no ha funcionado, a un altísimo costo no solamente económico sino además educativo, con base en un “prestigio” fabricado por la publicidad, y aceptado por políticos entusiastas y desconocedores de lo que promueven… “deben aprender con nuestros métodos, nuestros materiales, nuestras recomendaciones, nuestro tipo de inglés, asegurarnos el pago de la leonina factura de lo que no funciona con recursos públicos, ‘certificar’ el inglés con capacitaciones y pruebas estandarizadas obsoletas e inservibles, y, si no aprenden, es responsabilidad de ustedes, especialmente de sus docentes y de la ‘actitud’ de los estudiantes”…
Dice el Dr. Phillipson:
“La política de los Estados Unidos de América y el Reino Unido que promueve el conocimiento en la enseñanza del inglés alrededor del mundo socava el plurilingüismo y las oportunidades educativas”.
La aseveración por parte de Phillipson surge como consecuencia del “enorme fracaso educativo en el uso del inglés como medio de instrucción en Namibia”, según las conclusiones del estudio “Language policy ‘poisoning’ children” (La política lingüística “envenena” a los niños), y de “Language myth cripples Pakistan’s schools” (El mito del idioma paraliza las escuelas en Pakistán)… El mito es la creencia de que estudiar inglés es todo lo que se necesita para tener éxito en la vida. Las políticas influenciadas por este mito impiden a la mayoría de los niños acceder a educación relevante”.
Phillipson cuestiona: “¿el conocimiento angloamericano es realmente relevante en todos los contextos? De hecho, la ‘ayuda’ mundial no tiene un fuerte historial de éxito. La evidencia académica, por ejemplo en España, señala que la primaria en inglés no es una historia de éxito absoluta”.
Costa Rica, desde luego, no podría ser la excepción. Los mismos proveedores de inglés en el país han difundido el mito en complacencia con cierta prensa “mitológica”, encargada de estigmatizar a los docentes, especialmente los del sector público.
La constante queja de los estudiantes de cualquier edad tiene un común denominador: el inicio de cualquier curso con la prueba de “ubicación” que busca saber dónde ubicarlo en el “nivel” infundado, aparejado con los coloridos libros de texto y sus componentes digitales, iniciando con el mismo “to be”, en el tiempo verbal en que lo “ubicaron”…
Agrega Phillipson:
“Uno de los aspectos interesantes de la globalización de la experiencia angloamericana es que ELT (la enseñanza del inglés) no es una profesión de alto prestigio en los EE. UU. o el Reino Unido. En ambos países existen necesidades insatisfechas de idioma inglés para niños y adultos”.
“Los gobiernos han tendido a aferrarse a una solución rápida, como la importación de hablantes nativos, o comenzar la enseñanza del inglés cada vez a edades más tempranas, ya sea como materia o como medio de instrucción, con la esperanza de que esto hará que el aprendizaje del inglés sea más eficaz”.
Es el siglo XXI. Es ya el momento de una evaluación científica e independiente de lo que en el país se ha venido imponiendo por parte de los monopolios monolingües mundiales cuyas “innovaciones” buscan la imposición de un mal llamado “bilingüismo” o, más bien, de la discriminatoria política “English-only”, en perjuicio de otras lenguas y culturas.
¿Seguros de que el país, luego de décadas de estar poniéndoles atención y pagándoles por inservibles, debe, una vez más, volverles a confiar la educación plurilingüe y pluricultural de las nuevas generaciones…? ¿Según quién o quiénes? ¿Con base en qué?
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