Representaciones sociales de los ingresantes universitarios acerca de la escuela secundaria

Matías Causa

Instituto de Estudios en Trabajo Social y Sociedad (IETSyS)
Facultad de Trabajo  Social. UNLP

Resumen:
Este trabajo se enmarca en el desarrollo del proyecto de investigación: “La representación social de la escuela secundaria” aprobado por la Universidad Nacional de La Plata (de aquí en más UNLP) – Secretaría de Políticas Universitarias (SPU)- Programa de Incentivos a la Investigación. El proyecto tiene como finalidad investigar la construcción social de sentido de la escuela secundaria en la comunidad y cómo se resignifica desde la perspectiva del derecho a la educación y la acción de una política de mayor justicia social con los adolescentes y jóvenes que han visto obstaculizado su acceso a más años de escolarización. En tanto recorte del mencionado proyecto, en este trabajo se presenta un avance centrado en identificar y analizar las representaciones sociales que los ingresantes universitarios construyen en torno a su trayecto por el nivel secundario, en particular interesa aquí recuperar las perspectivas de quienes ingresan a estudiar la carrera de Licenciatura en Trabajo Social en la Facultad de Trabajo Social (de aquí en más FTS) perteneciente a la UNLP.

Palabras clave: representaciones sociales-escuela secundaria-ingresantes universitarios-trabajo social-facultad de trabajo social

Abstract:
This work is part of the development of the research project: “The social representation of secondary school” approved by the UNLP – SPU- Research Incentives Program. The project aims to investigate the social construction of the meaning of secondary school in the community and how it is resignified from the perspective of the right to education and the action of a policy of greater social justice with adolescents and young people who have been hampered their access to more years of schooling. As a cut of the aforementioned project, this work presents an advance focused on identifying and analyzing the social representations that university entrants build around their journey through the secondary level, in particular here it is interesting to recover the perspectives of those who enter to study the Degree in Social Work at the FTS-UNLP.

Keywords: social representations-secondary school-university entrants-social work-faculty of social work

Introducción

Pensar la finalidad y la realidad educativa desde la justicia social y la mayor democratización nos exige brindar nuevas aristas de interpretación y análisis. Por ello, en este trabajo se presenta un avance centrado en identificar y analizar las representaciones sociales que los ingresantes universitarios construyen en torno a su trayecto por el nivel educativo anterior, es decir, la escuela secundaria en cualquiera de sus múltiples modalidades. En particular, interesa aquí recuperar y presentar notas de análisis preliminares acerca de las perspectivas de quienes ingresan a estudiar la carrera de Licenciatura en Trabajo Social en la FTS-UNLP.

En este trabajo se presenta un avance centrado en identificar y analizar las representaciones sociales que los ingresantes universitarios construyen en torno a su trayecto por el nivel educativo anterior, es decir, la escuela secundaria en cualquiera de sus múltiples modalidades.

Las intenciones y las expectativas, al menos en algunos países de América Latina y en Argentina en particular avanzados los años dos mil, han dado lugar al advenimiento de nuevos encuadres y en mayor medida el foco de atención ha estado en los adolescentes y jóvenes. Las políticas educativas implementadas hasta mediados de la segunda década de los años dos mil se han definido en estrecha concepción con el enfoque de derecho y la democratización en los marcos de igualdad y justicia social en relación con las condiciones de pobreza y exclusión que viven muchos sectores de la población. La finalidad, estructuración y dinámica de las instituciones escolares, en particular el nivel secundario, no están ajenas  a esta lectura y se ven interpelados por esta complejidad.

La Ley de Educación Nacional 26.206 del año 2006, en el marco de una mirada integral y común a varias perspectivas política, filosófica, social, cultural de la educación contemporánea promulga la obligatoriedad del nivel de educación secundaria; un hecho político plasmado en la legislación educativa contemporáneas que se anticipa a medidas equivalentes en la tendencia mundial.

Los procesos de transformación social, económica y política del período 2003 – 2015 en la Argentina han generado necesidades de la sociedad que empujan al sistema educativo a dar cuenta de la inclusión educativa y el acceso a saberes, a la transmisión de la cultura a las nuevas generaciones y la formación de valores para la ciudadanía crítica a todos los jóvenes. El Estado a través de la LEN ha planteado el derecho a la educación secundaria de todos, pero lograr la universalización de ese derecho, no es solo garantizar el acceso. Es necesario plantear una nueva visión, una re-visión de las condiciones prácticas y simbólicas que hacen a la escuela secundaria, y en particular de aquellos sectores que siempre han estado impedidos de acceder a dicho nivel (Bracchi, Causa y Gabbai, 2010). Por otra parte, no puede soslayarse el estancamiento y retraso desde el Estado en estas políticas públicas que se ha experimentado en Argentina desde el año 2015 a la fecha. Las concepciones del derecho a la educación no han sido aquellas que han motivado las políticas públicas del sector educación, sino muy por el contrario.[i]      

No obstante desde una visón de los procesos históricos, la decisión en su momento de universalizar el derecho a la educación secundaria ha sido de fuerte impacto y generó la configuración de un nuevo escenario que, excediendo los aspectos normativo y legal, se instala “de manera desbordante” en lo cultural, lo político, lo social, lo institucional, lo curricular y lo vincular de este nivel educativo, planteando un nuevo desafío histórico en la configuración de una nueva escuela secundaria en la posición de todos los sujetos involucrados. 

Por lo expuesto, es necesario pensar no solo en la estructura “escolar” de la secundaria sino también en las representaciones sociales de amplios sectores de la comunidad, sobre todo los sectores subalternos y, en el contexto del alcance del presente trabajo, de los estudiantes que han accedido a la universidad luego de un reciente paso por el nivel secundario, sobre el valor y sentido de la escuela secundaria actual que pueda revisar las expresiones del tipo (tantas veces escuchadas, que de tan simples encierran una realidad social y cultural muy compleja): “El secundario no es para mí”, “La escuela no sirve para nada” o, como se verá más adelante y parecen demostrar algunas voces de los ingresantes a Trabajo Social, “La secundaria no te prepara para la universidad”.

Reconocer la demanda de creación de un proceso de resignificación de la escuela secundaria que reconozca como reto pendiente el hecho de plantear una nueva visión en torno a la educación secundaria; la realización de una apuesta para una mayor inclusión y calidad de la enseñanza en el mencionado nivel educativo mediante la revisión crítica de las actuales experiencias profesionales e institucionales, ensayando nuevos análisis y prácticas que pongan de manifiesto la complejidad de la cuestión de la educación secundaria.

Para este proceso que se define de manera histórica y no solo operativo de una práctica educativa institucional, se requiere de información relevante sobre la forma en que se han ido construyendo las representaciones sociales de la escuela secundaria, cómo se inscribieron en el “sentido común” de amplios sectores de la comunidad tanto de aquellos que tuvieron que enfrentar obstáculos simbólicos, económicos y sociales  para llegar a ingresar, como aquellos que han culminado el nivel y hoy deciden lidiar con los mencionados obstáculos pero habitando las aulas universitarias desbordados de anhelos y utopías. Esa información se ofrece a través del estudio de las representaciones que están inscriptas en los distintos sujetos sociales derivando por un lado en la valoración de la escuela secundaria como en el tipo de recepción, de demanda y de proyección que los mencionados sujetos constuyen, otorgan y efectivizan sobre la escuela secundaria.

Acerca de la categoría de representaciones sociales

Moscovici (1979) considera a la representación social como un proceso en el cual los individuos juegan un papel activo y creador de sentidos.  Las representaciones sociales se originan o emergen en la dialéctica que se establece entre las interacciones cotidianas de los sujetos, su universo de experiencias previas y las condiciones del entorno y “sirven para orientarse en el contexto social y material, para dominarlo” p.18.

Las representaciones son sociales porque son inseparables de los grupos y de los objetos de referencia; para Jodelet (1986):

Lo social interviene ahí de varias maneras: a través del contexto concreto en que se sitúan los individuos y los grupos; a través de la comunicación que se establece entre ellos; a través de los marcos de aprehensión que proporciona su bagaje cultural; a través de los códigos, valores e ideologías relacionados con las posiciones y pertenencias sociales específicas” (p. 473).

En el acto de representación siempre se relaciona un sujeto (grupal e individual) con un objeto determinado. Representar es, en el sentido estricto de la palabra, volver a presentar, o sea, reproducir un objeto cualquiera mediante un mecanismo alegórico. Esta reproducción siempre es subjetiva en última instancia. En la representación se identifica el contenido mental concreto de un acto de pensamiento que restituye simbólicamente algo ausente, que aproxima algo lejano. 

 La representación siempre es portadora de un significado asociado que le es inherente. Al ser formulada por sujetos sociales no se trata de una simple reproducción sino de una complicada construcción en la cual tiene un peso importante, además del propio objeto, el carácter activo y creador de cada individuo, el grupo al que pertenece y las constricciones y habilitaciones que lo rodean.

Es en esta perspectiva que se torna relevante la pregunta acerca de las representaciones sociales que, sobre el nivel educativo inmediatamente anterior, construyen los estudiantes que ingresan a la universidad pública. Cuando se las indaga, las representaciones sociales deben ser examinadas en situaciones locales poniendo en juego las experiencias, los conocimientos y las conductas de los sujetos que son concretamente inscriptos y subjetivamente implicados en lugares y roles específicos (estudiantes ingresantes a la universidad con determinados perfiles y trayectorias previas) como en un espacio institucional, social y cultural más amplio (la Facultad de Trabajo Social de la UNLP). Asimismo, y por su contextualización, como se enfatizará a continuación, las representaciones sociales conllevan el sello de las historias individuales y colectivas.

La escuela secundaria en la trayectoria de los ingresantes a la FTS

Se hace necesaria una primera y básica caracterización acerca de las trayectorias escolares previas de los ingresantes universitarios con los que se está trabajando. Ciertamente, el estudio de sus representaciones requiere observar un conjunto de cuestiones que hacen a la singularidad de los perfiles estudiantiles que deciden estudiar la Licenciatura en Trabajo Social en la UNLP. Así, cabe destacar que la mayoría de los estudiantes que ingresan a estudiar trabajo social en la FTS-UNLP ha concurrido a una escuela secundaria de gestión pública (no pocos son los casos en que han culminado el nivel secundario en modalidad de adultos y Plan Fines 2). En el mapa de las 17 carreras de la UNLP, la Facultad de Trabajo Social es la unidad académica con mayor proporción de ingresantes provenientes de escuelas de gestión pública, en donde dos de cada tres ingresantes proceden de dicho sector. Asimismo, más del setenta por cierto de los ingresantes se ha llevado materias a examen en su derrotero por el nivel secundario y aproximadamente un quince por ciento abandonó la escuela secundaria en algún momento y una similar cantidad de ingresantes adeuda materias del mencionado nivel al comenzar la carrera. A continuación se presenta un gráfico acerca de la escuela secundaria de origen de un número altamente significativo de quienes ingresaron a estudiar Trabajo Social en la FTS en el año 2019:

Fuente: Encuesta de ingresantes 2019. Dirección de Inclusión y Vinculación Educativa. Secretaría Académica. FTS-UNLP.

Ampliando algunos datos se observa que de un total de 433 ingresantes a la carrera de Trabajo Social de la UNLP encuestados en 2019 [ii] un 46% considera que la formación que le brindó la escuela secundaria es buena, 26% la considera muy buena, 14% regular y 9% manifiesta que la formación secundaria como excelente, el 5% restante la considera mala. La mayoría de ellos (70%) manifiesta que “en ocasiones” a la hora de estudiar se les presentan inconvenientes con los textos, un porcentaje significativamente menor (20%) dice no presentar inconvenientes al momento de interpretar los textos y un 10% manifiesta que “habitualmente” se le presenta alguna dificultad. Respecto del tipo de dificultades experimentadas, más de la mitad de los estudiantes responde que uno de los principales inconvenientes que se les presenta a la hora de estudiar los textos son: las palabras desconocidas, la imposibilidad de retener lo leído y problemas al momento de identificar las ideas principales y secundarias, entre otras dificultades mencionadas.

Cuando se les consultó respecto al uso de técnicas de estudio, más del 80% manifestó utilizar alguna. Refieren fundamentalmente a la elaboración de resúmenes, subrayado de ideas principales, toma de apuntes, comentarios al margen del texto y, en menor medida a las técnicas de menor complejidad intelectual, como el armado de cuadros sinópticos y/o mapas conceptuales. Más de la mitad de los estudiantes encuestados considera que logra expresarse correctamente en forma escrita, sin embargo aproximadamente un 40% opina que lo logra “solo a veces” y un 7% que no logra expresarse correctamente por escrito. Ante la pregunta acerca de dónde y en qué soporte escriben cuando estudian, la mayoría absoluta dice optar por la escritura en papel y unos pocos por la computadora y el celular, como complementarios. Por último, se evidencia –desde la perspectiva de los estudiantes- que mayores dificultades para expresarse correctamente se identifican en el ejercicio de la oralidad, así un 30% dijo expresarse correctamente, un 50% “solo a veces” y un 20% manifestó no lograr expresarse correctamente en forma oral.

Representaciones sociales de ingresantes universitarios a la FTS acerca de la escuela secundaria

En el contexto de algunos grupos focales y entrevistas en profundidad realizados hasta el momento, los ingresantes a la carrera de trabajo social produjeron menciones a la escuela secundaria, resaltando en algunos casos la escasa preparación recibida y en otros el carácter distintivo de la experiencia universitaria respecto del nivel educativo precedente, es decir, la escuela secundaria (sobre todo enfatizando en las actividades de aprendizaje que deben realizar):

“Sí, yo soy del interior también, era mi primera carrera universitaria pero digamos noté mucho la diferencia de ese año a este en lo económico y bueno, me parece que no solo es lo económico sino también la preparación con la que uno viene de la secundaria, sea del año anterior o no, se hace muy notoria y hace que sea muy difícil poder entender el sistema universitario, de calificación y la autonomía que uno tiene que por ahí no la tiene adquirida y que bueno eso dificulta mucho después el nivel académico, genera atrasos.
“A mí personalmente me fue bien, me pareció bien. Los parciales y los trabajos prácticos y todo eso, en la mayoría me fue bien. Lo único que yo por ahí no llegue a promocionar alguna materia. Y es un crecimiento para todos porque fue un pasaje del secundario que es muy distinto a hacer todos los trabajos prácticos y parciales que te mandan que son muy distintos, en la forma”.

Como se señaló anteriormente, en el campo de producción de las políticas educativas hasta mediados de la segunda década del siglo XXI ha primado la concepción del enfoque de derecho y la democratización en los marcos de igualdad y justicia social. Reconocer la demanda de creación de un proceso de resignificación de la escuela secundaria que reconozca como reto pendiente la realización de una apuesta para una mayor inclusión en dicho nivel educativo requiere la revisión crítica de las actuales experiencias profesionales e institucionales, ensayando nuevos análisis y prácticas que pongan de manifiesto la complejidad de la cuestión de este nivel educativo. En este marco las discusiones sobre el nivel secundario han puesto de manifiesto la necesidad de pensar la cohabitación y articulación entre una educación inclusiva para todos y el hecho de que ese espacio sea al mismo tiempo una oferta de calidad real, para que efectivamente la formación de la escuela secundaria incluya a todos los que transitan por ella y provea de herramientas para un mundo dinámico y en transformación permanente. El alcance de esta transformación implica lo institucional, lo cultural, lo pedagógico y lo curricular (Asprella, Causa, Dreizzen, Urrutia, 2019). Las representaciones sociales que construyen los ingresantes a la FTS con los que se está trabajando permiten identificar tensiones imperantes que, en un doble registro, interpelan justamente tanto a la escuela secundaria como a la universidad pública en general y a los primero años de la formación en particular.

En su tesis de maestría María Inés Gabbai (2012) demuestra que los estudiantes perciben a la escuela secundaria como una institución formadora para sus vidas y para la construcción de sus proyectos a largo plazo, y destaca respuestas obtenidas en el trabajo de campo del tipo “orienta para la vida”, “prepara para el trabajo”, “prepara para la universidad”. P.120-121. Si bien en los relatos de los ingresantes a la carrera de Trabajo Social en la UNLP no se han arribado a sentidos equivalentes a los identificados por la autora ni tampoco los datos de la encuesta que se presenta a continuación en este mismo trabajo parecen coincidir con esta perspectiva, sí se coincide con Gabbai en cuanto a que las valoraciones que los estudiantes hacen sobre la escuela secundaria pueden constituir una oportunidad para reflexionar sobre el significado de esta institución para ellos, a la vez que  nos habilita a pensar que las escuelas pueden y siguen siendo forjadoras de sentidos para los estudiantes.

Sin embargo, es preciso reconocer que, en el caso de los estudiantes que ingresan a estudiar Trabajo Social en la UNLP, sus trayectorias por el nivel secundario han sido en períodos distintos atendiendo al alto promedio de edad que justamente caracteriza a los ingresantes a la FTS. En los siguientes relatos obtenidos en las entrevistas en profundidad se evidencian situaciones que se enmarcan conforme a los perfiles y situaciones académicas que referidos anteriormente pero que se comprenden mucho más en función de las representaciones que los estudiantes construyen y en las que la experiencia universitaria se entrama con un conjunto amplio de dimensiones. Así, se encuentran situaciones en las cuales los estudiantes retoman el estudio y el trabajo intelectual que suponen el estudio y el aprendizaje luego de varios años (además de testimonios que dan cuenta de historias de vida complejas, atravesadas por dificultades en donde las marcas de las desigualdades sociales se ponen de manifiesto), pero también estudiantes que terminaron recientemente la secundaria y que incluso, en algunos casos, empiezan la carrera adeudando todavía asignaturas del nivel secundario[iii]

“Y una persona que vos calculá que a los 18 años empezó una vida familiar digamos que no siguió más lecturas, que lo único que pude hacer de lectura es de los chicos ayudándolos con la escuela, un libro infantil como para que sepan más o menos la idea principal, pero de ahí a textos ya de más de 20 hojas, 30 hojas, cuadernillos así, de volver a retomar un diccionario para buscar todo el vocabulario que se te pierde en la vida, yo hoy sigo con el diccionario al lado.
“Estudio trabajo social desde el 2018, en el 2017 ingresé a la carrera pero tuve que abandonar porque no tenía el secundario” 

Se sostiene que es la combinación entre los perfiles de los estudiantes y los elementos más salientes que hacen a la construcción de las representaciones de los estudiantes de trabajo social sobe sus trayectorias educativas previas y sobre la formación universitaria la que interviene en la configuración de relatos estudiantiles que marcan un ritmo académico[iv] que en ocasiones se expresa en la decisión de “ir de a poco”: “tampoco tengo esa velocidad de decir me tengo que recibir ya, porque no estoy en condiciones”, tal como sostuvieron dos de los estudiantes entrevistados, a la vez que agregaban:

“Ir a acaparar todas las materias cuando uno viene de años de estar parado o de no haber hecho nada parecido es muy difícil, es muy difícil encontrar una continuidad y te lleva a la frustración, y al decir “no, acá yo no entro”. Y no es eso, sino que tenemos otros tiempos, más allá de que seas una persona jovencita o mayor.
“Elegí no dispersarme con otras dos materias que por ahí no me sumaron tanto porque eran más difíciles. Más difíciles por ahí en el sentido de que a mí me interesa más lo tangible que lo teórico.”

Ciertamente, en el contexto de las entrevistas en profundidad se pudo advertir que algunos ingresantes a la carrera así como antes no colocaban la terminalidad de la escuela secundaria en su horizonte de expectativas y anhelos, tampoco ahora lo sitúan con relación al egreso universitario. Sin embargo, este aspecto no significa una carencia de sentido en torno ni a la escuela secundaria ni tampoco en cuanto a los estudios superiores actuales en ese tiempo inicial de la formación universitaria; “sentidos en plural” conviene señalarlos resaltando inclusive que estudiar en la universidad, para algunos estudiantes, presenta valoraciones y razones que trascienden la dimensión académica y se enlazan con un intento de anudar y reconciliar circunstancias personales, educativas y sociales que, por varios motivos, se encuentran fragmentadas:

“Pero lo hago desde la conciencia de que busqué algo personal, tengo un conocimiento que antes no tenía y me sirve para desenvolverme mejor en el ámbito en el que estoy, más allá de que después vea qué pasa. No me adelanto.
“Yo hoy aspiro a poder algo… mejor, intento ponerle toda la voluntad y desde las posibilidades que tengo”, “una inquietud de saber ¿y si podré? ¿Y si me gusta? Y si no me gusta por lo menos lo intenté, no me quedé con el no. Esa intención de mejorar o de decir “bueno, por ahí puedo”, ese deseo, el anhelo que tenemos todos de ser algo más que también me pasó en la escuela secundaria.”

Un hallazgo fundamental (que es preciso seguir explorando) es que el análisis de las representaciones en el campo de la educación ofrece un espacio privilegiado para el estudio de estas relaciones dialécticas que en el caso de los ingresantes a la FTS combinan aspectos subjetivos, historias personales, desigualdades socioeducativas y también prácticas y estrategias de resistencia activas cuyo horizonte es la emancipación humana individual y colectiva.

Consideraciones finales

La escuela secundaria se encuentra hoy en la encrucijada histórica más relevante de su existencia. Está atravesando mutaciones que manifiestan y continuarán mostrando otros planos de su sentido, diseño y formas de acción muy diferentes a las que sostuvieron su origen. Es incesante la principalidad que ha tornado su debate y reflexiones en el contexto local, latinoamericano y mundial. El escenario de cambio vertiginoso en la educación en el mundo lo describe Bardisa y Viedma (2005) en relación al impacto sobre la escuela secundaria de hoy:

“Los grandes cambios sociales que se han producido a lo largo del siglo XX han influido en los sistemas educativos y es, principalmente, la Educación Secundaria la que mayores cambios ha experimentado” (p.16).

La historia de la escuela secundaria y su abrumador presente de resignificación conjugan un llamado a una revisión de su definición, al análisis de las representaciones sobre ella de parte de todos los sujetos involucrados y conduce a una necesaria previsión de adecuación metodológica como parte de la mediación de su estudio y la construcción de conocimiento desde los nuevos registros de la escuela secundaria.

Apelando a estos nuevos enfoques en el campo educativo se aproxima un ejercicio intelectual, de carácter epistemológico que, como en el caso de los ingresantes a la FTS como institución universitaria, revisa en la práctica las teorías implícitas que sobrecargan la forma de entender el conocimiento, a los estudiantes y a las instituciones de nivel secundario en su dinámica interna.

Todas las voces involucradas impulsan una nueva mirada sobre el diseño y las condiciones de funcionamiento de este nivel educativo, es en este sentido que las representaciones que construyen los ingresantes a la universidad con los que se está trabajando involucran aportes de interés para delinear los núcleos de debate sobre las ideas y actuaciones de la escuela secundaria en pos de pensar la cohabitación y articulación entre una educación inclusiva para todos y todas en un espacio que sea, al mismo tiempo, una oferta de calidad real, para que efectivamente la formación de la escuela secundaria incluya a todos los que transitan por ella y provea de herramientas para el mundo dinámico y en transformación actual.

La posición del Estado se plantea en asumir el respaldo a esta obligatoriedad que no es solo garantizar el acceso sino fundamentalmente acometer una refundación del modelo histórico del nivel secundario que había sido creado para las elites (Braslavsky, 2001; Tenti Fanfani, 2003; Tiramonti, 2004; Southwell 2013). Las representaciones sociales de los ingresantes a la FTS ofrecen indicios para interrogar la escuela secundaria en cuanto a la formación efectivamente brindada, sus lógicas y prácticas pedagógicas y, fundamentalmente, en cuanto a la tan declamada articulación con los estudios superiores en general y con la universidad en particular

Para finalizar, la escuela secundaria afianza su condición de objeto de estudio, en perspectiva histórica, a partir de su actuación como primera figura y ser visualizada para su análisis en el escenario político, educativo y social de las últimas décadas. En tanto la escuela secundaria no era cuestionada no se había constituido en un objeto de demanda, no se había tomado distancia de ella para mirarla, interrogarla o al menos describirla en sus facetas de mayor complejidad que excedían la sola condición de la escuela como lugar oficial. El estudio de las representaciones sociales de los ingresantes universitarios constituye un doble aporte en esta dirección, es decir, en interpelar la escuela secundaria y en el mismo acto actualizar interrogantes que reclaman una verdadera consideración por parte de la universidad pública.


Notas

[i]  Desde el 10 de diciembre del año 2019 se abre otro período en el país con renovadas esperanzas en términos de democratización social y educativa que será preciso analizar con mayor detenimiento y profundidad en función de las medidas efectivas que se vayan articulando.

[ii] Fuente: Encuesta de Ingresantes. FTS-UNLP. Año 2019.

[iii] Es significativo número de “aspirantes” que no se convierten en “ingresantes” por no cumplimentar los requerimientos administrativos.

[iv] De acuerdo a datos obtenidos en el Sistema de Información Académica Siu-Guaraní la carrera de trabajo social tiene un alto promedio de años de duración (8,6 contra 7,6 de media UNLP para las carreras equivalentes en años de duración teórica, es decir, 5 años).

Referencias bibliográficas:

Asprella, G; Causa, M; Dreizzen, A; Urrutia, L. (2019). La escuela secundaria como derecho, representación social y tensiones de sentido. XI Jornadas de Investigación, Docencia, Extensión y Ejercicio Profesional JIDEEP –  FTS, 12 y 13 de septiembre de  2019, La Plata, Argentina. En: Actas. La Plata: UNLP. FTS. Disponible en: http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/articulo/2019/9/8/gt_2__educacion_escolar_e_intervencion_social__experiencias__interrogantes_y_desafios

Bardisa, T; Viedma, A. (2005). Convivencia escolar. Madrid: Fundación UNED.

Bracchi, C.; Gabbai, M.; Causa, M. (2010). Estudiantes secundarios: Un análisis de las trayectorias sociales y escolares en relación con dimensiones de la violencia. VI Jornadas de Sociología de la UNLP, 9 y 10 de diciembre de 2010, La Plata, Argentina. En: Actas. La Plata: UNLP. FAHCE. Departamento de Sociología. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.5531/ev.5531.pdf

Braslavsky, C. (2001): La educaci6n secundaria ¿Cambio o inmutabilidad? Análisis y debate de procesos europeos y latinoamericanos contemporáneos. Argentina, Santillana.

Gabbai, M. (2012). Desigualdad, jóvenes, violencias y escuelas secundarias: relaciones entre trayectorias sociales y escolares. Tesis de maestría. FLACSO-Sede Argentina

Jodelet, D. (1986 [1984]). La representación social: fenómenos, concepto y teoría.

En: S. Moscovici. Psicología social. Vol. II. Editorial Paidós, Buenos Aires.

Moscovici, S. (1979). El psicoanálisis, su imagen y su público. Buenos Aires:

Huemul.

Southwell, Myriam. (2013). La escuela ante nuevos desafíos: Participación, ciudadanía y nuevas alfabetizaciones. Buenos Aires: Fundación Santillana.

Tenti Fanfani, E. (comp.) (2003). Educación media para todos. Los desafíos de la democratización del acceso. Argentina. Altamira.

Tiramonti, G (comp.) (2004). La trama de la desigualdad educativa. Mutaciones recientes en la escuela media. Buenos Aires. Manantial.

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