La pugna universitaria
17/3/2008 – Venezuela – Crónica Digital
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La eliminación de pruebas de admisión en universidades públicas, por discriminatorias para sectores de menos recursos, enfrenta hoy la oposición de rectores de dos instituciones venezolanas que decidieron mantener el sistema.
El Ministerio de Educación Superior estableció a principios de mes un mecanismo de ingreso basado en un sistema único nacional, para facilitar el ingreso de estudiantes de bajos recursos a las universidades financiadas con fondos públicos.
Según estimados, hasta el 80 por ciento de los ingresos en las universidades públicas provienen de colegios privados, pese a lo cual los consejos de las universidades Simón Bolívar (USB) y Central de Venezuela (UCV) decidieron mantener el sistema.
En opinión de las autoridades, ese mecanismo privilegia a estudiantes de clase media-alta, con recursos para pagar universidades privadas.
El rector de la UCV, Antonio Paris, indicó que esperará a que aparezca en gaceta oficial la resolución del nuevo sistema de ingreso para apelar a los mecanismos legales e impedir su aplicación.
Para otras autoridades, como la rectora de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), Yadira Córdoba, la eliminación de las pruebas de admisión responde a principios de justicia social en el proceso educativo hacia un sistema universal e inclusivo.
En este contexto, la negativa a acatar la instrucción por rectores conocidos por su posición de rechazo político al presidente del país, Hugo Chávez, abre la posibilidad de un nuevo ciclo de estremecimiento en algunas universidades.
La situación puede complicarse si algunas universidades realizan las pruebas, pues crearía un problema para decidir la situación de los estudiantes admitidos con un sistema ilegal.
El nuevo sistema debe estar listo el próximo 8 de mayo, luego de varios meses de debate con representantes de las universidades para de esa forma garantizar el acceso universal a la educación de manera inclusiva.
Un principio de la iniciativa es el reconocimiento de la diversidad de los estudiantes y la garantía de igualdad de oportunidades para sectores tradicionalmente excluidos.
Para ello se prevé la creación de un registro único con información de cada alumno sobre su desempeño académico y aspiraciones para realizar el proceso de asignación.
Expertos como el director de la Oficina de Planificación del Sector Universitario, Antonio Castejón, estiman que en realidad las pruebas internas miden el nivel de conocimiento, pero no la potencialidad de desarrollo de cada individuo.
El nuevo sistema recibió el visto bueno de las universidades autónomas de Zulia (LUZ), de los Andes (ULA) y Carabobo (UC).
La medida, que acapara los debates públicos, es apenas un elemento de un propósito mucho más amplio de las autoridades venezolanas para magnificar la educación superior.
La proyección busca eliminar la exclusión de sectores de menos ingresos mediante la llamada Misión Alma Mater, que incluye la creación de 10 nuevas instituciones docentes especializadas.
Entre ellas se cuenta La Universidad Experimental de las Artes, el Instituto Agroecológico Latinoamericano Paulo Freire y la Universidad de los Hidrocarburos.
La proyección abarca también las llamadas “aldeas universitarias”, de las cuales han sido creadas alrededor de mil 500 en todo el país, inscritas en el diseño curricular.
En estos centros se preparan casi 400 mil estudiantes que habían sido excluidos del sistema educativo por el modelo aplicado, del cual forman parte las pruebas de ingreso en las instituciones públicas que ahora se busca eliminar.
Para el presidente Chávez, el sistema excluyente se debe desmontar con el socialismo y la garantía de igualdad de derechos ante la ley.
Las “aldeas”, expresión de un programa identificado como “municipalización de la enseñanza universitaria”, alcanzaron el año pasado el 25 por ciento de la matrícula de nivel superior de un millón 630 mil venezolanos.
La cifra incluye la Misión Sucre y más de 22 mil estudiantes de Medicina Integral Comunitaria y dos mil 500 de Medicina General Integral, parte del programa de salud gratuita Misión Barrio Adentro.
Asimismo, el amplio programa educativo abarca la creación desde instituciones de pre-escolar, los denominados “Simoncitos” (en honor a Simón Bolívar) hasta liceos y escuelas técnicas, con una serie de programas gratuitos, aquí denominados “misiones”.
El proceso comenzó con la Misión Robinson, que con respaldo del método cubano “Yo sí puedo” alfabetizó alrededor de 1,5 millones de personas, y comprende las misiones Robinson II (hasta sexto grado), Ribas (enseñanza media) y Sucre (universitaria).
En este amplio contexto, sin embargo, el protagonismo lo roba en las últimas semanas la disputa sobre el sistema de ingreso, discusión que en opinión del ministro de Educación Superior, Luis Acuña, radica en un concepto de justicia.
Paralelamente a ello, las autoridades pusieron en marcha un programa de desarrollo de las ofertas educativas, en un país de enormes riquezas donde la exclusión universitaria constituye una de sus grandes paradojas.
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