Foto. Cortesía de <Educación a debate>
Laura Poy Solano
La Jornada/170812.
- No se consultó entre la comunidad académica su designación, acusan
- Credenciales del nuevo dirigente no son garantía de política eficaz: expertos
Especialistas del sistema educativo afirmaron que si bien la designación de Mario Rueda Beltrán como presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) representa la primera vez que llega un experto en evaluación, no fue una decisión consultada con la comunidad académica y sus credenciales no son garantía de que sabrá establecer política eficaces.
Ángel Díaz Barriga, integrante emérito del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, de la Universidad Nacional Autónoma de México, advirtió;
“Uno de los retos de la nueva gestión del organismo será garantizar que haya mayor vinculación entre los resultados de sus investigaciones y evaluaciones y a quienes van dirigidos, porque los maestros lo que necesitan saber es qué anda mal en el aula para corregirlo (…) No se trata de caer en una evaluación, cuyos fines son clasificatorios, y que ha sido excesiva en México, hay otras formas de evaluación. México no necesita más coordinaciones nacionales y estatales de evaluación, sino coordinar el trabajo de un buen examen de evaluación, porque necesitamos uno nacional, y no 20, como ocurre actualmente”.
No se descarta el juego político en las designaciones
En entrevista por separado, Lucía Rivera, investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, experta en políticas educativas, indicó;
“Podemos darles el beneficio de la duda, porque tienen amplia experiencia académica, pero habrá que ver si al frente del INEE podrán resolver la inexistencia de un sistema nacional de evaluación, porque sólo hay instituciones aisladas”.
Luego que el secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, dio a conocer la integración de la junta técnica del INEE, en la que participarán la ex directora general del organismo, Margarita Zorrilla Fierro, y las investigadoras María de Ibarrola, Graciela Cordero Arroyo y Lucrecia Santibáñez, dijo;
“No se puede descartar que los nombramientos sean parte de un juego político en el que el gobierno saliente quiere acomodar sus fichas y mantener una determinada perspectiva de lo que puede o no hacerse en la evaluación de la educación (…) habrá que esperar la reacción de la próxima administración federal, pues a la nueva dirección del INEE le corresponderá aplicar la evaluación universal de casi un millón de docentes de educación básica”.
La especialista destacó que la integración de un nuevo equipo directivo en el instituto debe ser la oportunidad para abrir al debate qué tipo de modelo de evaluación queremos impulsar en México, con qué objetivos y cómo vamos a emplearlo para mejorar lo que ocurre en el salón de clases.
“Como académicos, esperamos que se inicie ese proceso que no puede ser soslayado si queremos generar un modelo de evaluación eficaz en el país”.
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Nota mía: Respetuosamente me permití modificar levemente la estructura de la nota de Laura Poy Solano, con la exclusiva finalidad de facilitar su lectura en el formato de Odiseo. Alfredo Macías Narro
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