Los jóvenes que no estudian ni trabajan realizan funciones útiles, justifica la SEP
- Incorrecto decir que son improductivos, responde la dependencia ante el informe de la OCDE
- El problema de las mujeres en esa condición, señala, tiene que ver con aspectos culturales
Foto. Archivo. Cortesía de OEM.com.
Karina Avilés
La Jornada/120912.
En respuesta al informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Secretaría de Educación Pública (SEP) justificó que los jóvenes que no estudian ni trabajan –conocidos como ninis– “realizan funciones y actividades socialmente útiles, ya que buscan trabajo o colaboran con las tareas del hogar, por lo que es incorrecto decir que son improductivos o están ociosos” (sic).
Y, en cuanto a las mujeres en esa condición, la dependencia argumentó que este problema se relaciona con aspectos culturales, desigualdades de género y decisiones personales del curso de vida, pues hoy día 72.1 por ciento del sector femenino en dicha situación se dedica a tareas domésticas.
El Panorama educativo 2012, difundido ayer por la OCDE, da cuenta de que el número de ninis aumentó a 7 millones 248 mil 400 jóvenes, esto es, 22 mil 400 más en comparación con el informe del año pasado. Esto llevó a que nuestro país ratificara su tercer lugar entre los países miembros del organismo al tener el mayor número de población joven en dicha condición.
En un comunicado, la SEP consideró que la condición de estos jóvenes en ningún sentido es una forma de vida o una condición permanente. De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Juventud, 74 por ciento desea seguir sus estudios, 58 por ciento tiene experiencia laboral previa y 9.8 por ciento de las mujeres y 41.1 por ciento de los varones buscan activamente un empleo.
En el caso de ellas, 59.1 por ciento decidió unirse con su pareja, 67.2 por ciento formó una familia y 72.1 por ciento se dedica a labores domésticas.
El fenómeno de los jóvenes que no estudian ni trabajan es un asunto de la mayor importancia que exige la intervención de todos los órdenes de gobierno. Es necesario, en consecuencia, coordinar acciones no sólo para ampliar las oportunidades educativas y laborales entre los jóvenes, sino también las orientadas a continuar fortaleciendo una cultura de igualdad entre hombres y mujeres, indicó la dependencia.
En relación con los últimos lugares que ocupa nuestro país en tasas de graduación en educación media superior y superior, gasto educativo por alumno y el rezago que nuestro país acumula ante la baja proporción de jóvenes con estudios profesionales, entre otros aspectos señalados por el organismo internacional, la SEP respondió con la elaboración de un panorama de logros: el gasto en educación creció entre 2008 y 2009, a pesar de una disminución en el producto interno bruto; el país tiene una de las más altas tasas de matriculación entre los niños de cuatro años y el porcentaje de mexicanos con preparatoria y educación superior casi se ha duplicado en las recientes cinco décadas, expuso.
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Nota mía: Respetuosamente me permití modificar levemente la estructura de la nota de Karina Avilés, con la exclusiva finalidad de facilitar su lectura en el formato de Odiseo. Alfredo Macías Narro.
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