La narcoviolencia ha convertido la enseñanza en profesión de alto riesgo
- Lamentan que cada vez sean más frecuentes las deserciones de estudiantes
- Los maestros que han tratado de organizar a los padres de familia son ejecutados, denuncian
- Imagen. Niños víctima de la violencia escolar del narcotráfico.
- Cortesía <elsemanario.com>
Laura Poy Solano
La Jornada/110614.
Maestros de Tierra Caliente en Guerrero y Michoacán afirmaron que la labor docente se ha convertido en una profesión de alto riesgo ante las condiciones de inseguridad que imperan en la región.
Afirmaron asimismo;
“Los desplazamientos de población ocasionados por luchas entre grupos de la delincuencia organizada son frecuentes. En algunas zonas se pueden contabilizar hasta cinco familias por semana y por delegación escolar. Hay un marcado descenso en la matrícula de los centros escolares”.
Docentes de los municipios de Coalcomán, Apatzingán, Buenavista y Tepalcatepec, en Michoacán –quienes solicitaron el anonimato por temor a represalias–, aseguraron;
“Compañeros que previnieron a los padres de familia que no nos dejemos, que no tenemos nada que ver con todo eso, provocaron la ira de las personas que andan acá y han sido ejecutados”.
Afirmaron también;
“En la región, no se sabe un número exacto de víctimas, pero si se revisa en cada municipio se puede ver claramente; otros han solicitado su cambio por los riesgos que enfrentan”.
Narraron que las actividades educativas no sólo se ven afectadas por la creciente migración de sus alumnos y familias;
“Cuando la delincuencia organizada manda sus mensajes de que habrá enfrentamientos, resguardamos a los niños todo el día hasta que se suelta el rumor de que ya no hay peligro”.
“Somos no sólo profesores, sino también terapeutas. Ha sido muy duro ver a los niños cómo lloran, pasan por traumas porque están viendo cosas que nunca antes habían presenciado. Hay afectación en los alumnos, y es grave”.
En las regiones de Montaña y Sierra de Guerrero, los docentes señalaron que se están viviendo momentos muy difíciles, porque estas organizaciones delictivas se están reacomodando, y en ese proceso han amenazado a los maestros.
El mensaje ha sido hasta ahora el consejo de salir de las comunidades;
“Nos dicen que no quieren afectar otras vidas. Han sido respetuosos de no hacer levantones, de agredir físicamente a los compañeros, pero expresan claramente: ‘no queremos a las personas por aquí’”.
“Los casos más serios se están dando ahora en San Miguel Totolapan, pero sea uno o varios municipios es un fenómeno real en la región de Tierra Caliente en Guerrero, y lo mismo pasa con los compañeros en Michoacán”.
En entrevistas por separado, coincidieron en que las actividades escolares se han visto afectadas por el contexto de violencia en sus comunidad, y agregaron que ante la falta de población escolar se busca compactar turnos y grupos, lo que pone en riesgo la fuente de empleo.
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Nota mía: Respetuosamente me permití modificar levemente la estructura de la nota de Laura Poy Solano, con la exclusiva finalidad de facilitar su lectura en el formato de Odiseo. Alfredo Macías Narro.
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