La autopreparación del estudiante. Un eslabón fundamental en la formación del Tecnólogo de la salud del perfil Higiene y Epidemiología.

RESUMEN

 

En el curso 2002 – 2003 se inicia en Cuba la Licenciatura en Tecnología de la Salud con un nuevo y transformador modelo pedagógico donde se subraya la necesidad de una docencia dirigida a la autopreparación de los estudiantes, en tanto que este ha de ser capaz de asumir de modo activo su propio proceso de formación, sin embargo, en la práctica educativa se aprecia que los docentes se enfocan más hacia la preparación metodológica de las actividades que se realizan frente al estudiante que a la planificación, organización, control y evaluación de la autopreparación que éste realiza. El presente trabajo tiene como objetivo elevar la calidad de la autopreparación de los estudiantes en la asignatura Epidemiología I que se imparte en el primer año de la carrera Licenciatura en Tecnología de la salud, perfil Higiene y Epidemiología y de ésta manera contribuir a perfeccionar el proceso docente educativo y elevar el nivel de competencia y desempeño del Licenciado en Tecnología de la salud en el perfil de higiene y Epidemiología. El profesor en su quehacer diario influye en el aprendizaje de los estudiantes y elabora mecanismos para su aprendizaje que constituyen una herramienta de trabajo eficaz para el profesor y su interrelación con el alumno, contribuye a su autopreparación y fomenta el desarrollo de la independencia cognoscitiva por lo que posibilita la adquisición de habilidades por parte del futuro egresado.

 

INTRODUCCIÓN

Históricamente en nuestro país la formación de técnicos de la salud (nivel medio) y licenciados se efectuaba en diferentes niveles educativos. El primero se inició con el Triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959 y el fortalecimiento de la estructura de todo el Sistema de Docencia Médica Media a nivel provincial y regional, ésta formación se fue perfeccionando y a partir del año 1976 el Ministerio de Salud Pública, asume el encargo social de formación de profesionales que requiere el Sistema Nacional de Salud, en los Centros de Educación Médica Superior. En Octubre del 2002, en el Instituto Superior de Ciencias Médica de La Habana se crea el Comité de Carrera para la elaboración de los programas de un nuevo Modelo Pedagógico dando lugar al surgimiento de la carrera Licenciatura en Tecnología de la Salud a partir del curso 2002-2003, para dar respuesta a las nuevas demandas de formación de recursos humanos en ésta esfera, existentes en Cuba y en el mundo,   unido a la necesidad de superación de los técnicos formados a partir de los años 80 en los Institutos Politécnicos de la Salud. Frente a esta demanda, comienzan las transformaciones de los Centros de Enseñanza Técnica Profesional de la Salud, en Centros de Educación Superior.

La provincia de Cienfuegos asume esta nueva formación en el curso escolar 2003-2004; convirtiéndose de Politécnico en Filial de Ciencias Médicas y se pone en práctica dicho modelo el 24 de Mayo del 2003; iniciándose así la formación de Licenciados en Tecnología de la Salud con tres perfiles de salida. Ya para el curso siguiente esta formación se hace extensiva a 18 perfiles más. Además, se lleva a cabo la universalización en los ocho municipios de la provincia. La aplicación del nuevo modelo pedagógico se realizó con el claustro de profesores que conformaban el antiguo Politécnico de la Salud; los que por más de 25 años asumieron la formación de técnicos medios, como parte de la docencia media universitaria.  

Para la concepción de la carrera se diseña la formación en 21 perfiles de salida, estructurado por ciclos: básico, técnico y profesional, así como dos cursos; un curso regular diurno con 5 años de duración y un curso para trabajadores destinado a la superación de los técnicos de la salud ya formados, diseñados para 4 años.

El modelo del profesional de Tecnología de la Salud (2005) encierra características especiales: flexible, en tanto se adapte a diversas situaciones laborales, a particularidades territoriales y al ritmo individual de aprovechamiento académico del estudiante; centrado en el estudiante, de manera que este ha de ser capaz de asumir de modo activo su propio proceso de formación; el cual se incorpora a la vida laboral a partir del segundo año, convirtiéndose en un estudiante que trabaja, consolidando así, los conocimientos, habilidades y convicciones que el proceso docente educativo le proporciona; sustentado desde la funcionalidad de los escenarios de servicios y unidades del sector de la salud, en su extensión y radicación municipal, como parte de la universalización de la enseñanza.Este nuevo modelo pedagógico subraya la necesidad de una docencia dirigida a la autopreparación de los estudiantes, como forma de construcción del conocimiento, en función de potenciar el desarrollo de su independencia cognoscitiva, perfeccionando en él la capacidad de aprender por sí mismo.

La autopreparación es una de las formas organizativas del proceso docente educativo en la que el estudiante realiza trabajo independiente sin la presencia del profesor. Tiene como objetivo el estudio de diferentes fuentes del conocimiento orientadas por el profesor, que le permite al estudiante prepararse para lograr un aprovechamiento adecuado en las distintas actividades docentes; así como, para realizar las diferentes evaluaciones previstas. Se realiza tanto de forma individual como colectiva y constituye una condición indispensable para el logro de los objetivos propuestos. Los profesores deben orientar y controlar la autopreparación en todas las formas organizativas del proceso docente educativo, tanto en sus métodos como en su organización y control. Esto permite fomentar el desarrollo gradual de la independencia cognoscitiva del estudiante así como sus hábitos de autocontrol. Sin embargo, en la práctica educativa se aprecia que los docentes se enfocan más hacia la preparación metodológica de las actividades que se realizan frente al estudiante que a la planificación, organización, control y evaluación de la autopreparación que éste realiza. Desde los colectivosde asignatura y en nuestras aulas se aprecia cómo los docentes le confieren mayor importancia a la repetición de los contenidos y a su reafirmación que a incentivar en los estudiantes la actividad de búsqueda, y la solución de problemas que se presentan en el marco de su desempeño como futuros profesionales.

DESARROLLO

La carrera Licenciatura en Tecnología de la Salud, junto a las carreras de Medicina, Estomatología, Psicología y Licenciatura en Enfermería, forma parte de las formaciones académicas de nivel superior que, en el campo de la salud, se estudian adscriptas a las Universidades de Ciencias Médicas del país.

Al concebirse éste modelo de enseñanza para la formación universitaria, se destacan los siguientes elementos distintivos:

Flexible:Para adaptarse a diversas situaciones laborales, a particularidades territoriales y al ritmo individual de aprovechamiento académico del estudiante, lo que significa flexibilidad curricular, en el ritmo de aprendizaje, y en la manera de adaptar el proceso de formación, a sus motivos y expectativas, su realidad personal, profesional y familiar. Estructurado: Para que favorezca la organización y desarrollo del aprendizaje. Mediante una estructuración de las asignaturas que indique al estudiante el tránsito por su plan de estudio. Centrado en el estudiante: En tanto este ha de ser capaz de asumir de modo activo su propio proceso de formación, se precisa desarrollar el autoaprendizaje y la autoeducación en una mayor escala. Tendencia cada vez más fuerte en la enseñanza universitaria. Con actividades presenciales sistemáticas: Que posibiliten, que los profesores guíen, apoyen y acompañen a los estudiantes, en función del tiempo disponible para ello en cada caso.

Este sistema de actividades presenciales está constituido por:

Tutorías: Cada estudiante es atendido por un tutor, quien en su desempeño y de manera individualizada debe caracterizar y diagnosticar al estudiante, conocer su participación en el proyecto educativo, asesorarlo en aspectos académicos generales, laborales e investigativos, y ayudarlo a modificar sus modos de actuación en consonancia con los valores y principios de nuestra sociedad así como en el empeño de vencer los estudios universitarios. Clases: En sus distintas modalidades en dependencia de las características de cada uno de los programas, con el objetivo de brindarle al estudiante una información esencial sobre los contenidos a estudiar; debatir los contenidos presentados; desarrollar las ejercitaciones correspondientes; evaluar el aprovechamiento mostrado por cada estudiante y orientar el estudio independiente. Consultas: Tienen como objetivo evacuar las dudas presentadas por los estudiantes durante su estudio independiente. Pueden ser individuales o colectivas.

Otros elementos distintivos de éste modelo son:

El estudio independiente, que reclama un elevado nivel de compromiso, responsabilidad y sacrificio. Aquí se utilizan fundamentalmente los materiales didácticos concebidos para el programa: El libro de texto por asignatura abarcador de todos los contenidos del programa, la guía de estudio por asignatura con orientaciones para el estudio de los temas, la bibliografía, y autoevaluaciones para comprobar el grado de dominio alcanzado.

La autopreparación se encuentra a lo largo de todo el proceso docente educativo donde tiene un papel significativo para el logro de la independencia cognoscitiva del estudiante y constituye la expresión formal dentro de éste proceso para desarrollar el trabajo independiente.

En la literatura científica se aborda la autopreparación como el aspecto metodológico que concreta la independencia cognoscitiva del estudiante en el proceso de enseñanza aprendizaje. La autopreparación es la expresión formal fundamental para desarrollar el trabajo independiente de los estudiantes en el proceso docente educativo superior. En la autopreparación se desarrolla la actividad, la búsqueda, la creatividad y la independencia, el empleo de las habilidades y de la información que poseen los estudiantes en situaciones similares o nuevas, así como el trabajo por sí mismo, bajo la orientación del profesor.

Sin embargo, la autora de ésta investigación considera que la autopreparación de la asignatura Epidemiología I se ha trabajado de forma insuficiente con poca dirección y orientación por parte de los profesores en el colectivo de asignatura, lo que ha traído consigo que el estudiante la realice espontáneamente disminuyendo su efectividad en el proceso y en el rendimiento académico del mismo.

El profesor tiene la responsabilidad de determinar los objetivos, los métodos y medios, así como tener en cuenta los niveles de asimilación del contenido para la planificación, organización y control de cada tarea, además de garantizar la motivación de los estudiantes de manera que éstos se sientan capaces de darle solución a las mismas, llegando a aplicar los conocimientos adquiridos, y a crear según el tipo de tarea que para ése fin se diseñe.

Al planificar y controlar la autopreparación se deben considerar varios elementos: Orientación preliminar por parte del profesor en función del tiempo disponible para la realización de la autopreparación, etapa de realización de la autopreparación, fases de cooperación del profesor, fases de control con diversas modalidades.

A criterio de la autora de éste trabajo, la autopreparación debe estar presente en todo el proceso docente educativo, de manera permanente y sistemática. En la medida en que el estudiante estudia, se prepara independientemente con la realización de actividades planificadas por el docente, a través de las cuales desarrolla hábitos, habilidades y capacidades necesarios para vencer los objetivos del proceso docente educativo, desarrolla su independencia cognoscitiva, aumenta en el mismo la iniciativa, el interés, la motivación, y la creatividad tanto en lo académico como en lo laboral, se autoprepara para la vida.

En la Educación Superior resulta de gran importancia el desarrollo de las habilidades intelectuales, pues todo profesional necesita en el ejercicio de su especialidad, de habilidades intelectuales bien desarrolladas tales como la atención, la observación, la creatividad, la imaginación y la capacidad de pensar. Estas habilidades pueden lograrse a través de las actividades más diversas en cada asignatura.

En la actualidad, en la Educación Superior se enfatiza en la utilización de métodos de trabajo que contribuyan a desarrollar en nuestros estudiantes particularidades inhe­rentes a la independencia cognoscitiva.

La Educación Médica Superior cubana no está exenta de cumplir con éste objetivo, se trabaja hacia una nueva organización del proceso de enseñanza-aprendizaje, en la cual se materialice el papel protagónico del estudiante durante el proceso de asimilación. Se presenta ante los profesionales y docentes el reto de llevar a cabo transformaciones educativas profundas.

Durante el estudio de los diferentes autores que abordan la temática se aprecian dos elementos que aunque se encuentran muy relacionadas es preciso distinguir: la actividad cognoscitiva de los estudiantes y el trabajo independiente. Aunque cuando se lleva a cabo éste último se desarrolla un cierto grado de independencia cognoscitiva, en toda actividad cognoscitiva no tiene por qué haber independencia. El trabajo independiente es el aspecto metodoló­gico que desarrolla la independencia como cualidad esencial en la personalidad del profesional para resolver el encargo social.

En el trabajo independiente se integran los conocimientos reproductivos, productivos y creativos, como un proceso único de asimilación orientado por el profesor, que contribuye al desarrollo de la relación dialéctica entre dependencia e independencia a favor del desarrollo de esta última en la medida en que desarrolla tareas docentes.

Una tendencia actual y necesaria de la Didáctica es interesarse por intensificar la actividad cognoscitiva independiente de los estudiantes en las universidades, en convertir a éstos en agente de su propia formación y que la actividad cognoscitiva que deben vencer esté en correspondenciacon los componentes organizativos esenciales del proceso docente educativo.

Durante el proceso de aprendizaje el estudiante adquiere conocimientos, así como desarrolla hábitos y habilidades para el estudio, y la solución a los problemas que enfrentará en su actividad profesional.

En la Educación Superior la autopreparación es parte del proceso docente educativo. Está en toda su complejidad, tanto en la enseñanza como en el aprendizaje, en sus componentes organiza­tivos: académico, laboral e investigativo; así como en las cate­gorías del proceso. Todo esto es consecuencia de identificar el tipo de actividad que realizan los estudiantes.

La autora del trabajo es del criterio que el trabajo independiente pudiera estar determinado por un sistema de tareas didácticas que viabilizan el aprendizaje, y garantizan el desarrollo en espiral de la independencia cognoscitiva de los alumnos durante su actividad cognoscitiva, lo que tributa a la autopreparación del mismo y estimula la interacción necesaria profesor-alumno y alumno –alumno.

Se hace necesario evaluar el grado de desarrollo alcanzado por los estudiantes en cuanto a hábitos y habilidades para el estudio, si se pretende lograr que el mismo se autoprepare con éxito. La experiencia pedagógica demuestra que los estudiantes en general, poseen poco desarrollo de sus habilidades para planificar, organizar y sistematizar sus métodos de estudio, generalmente sólo toman en cuenta las notas tomadas de clases y con un nivel reproductivo, no son capaces de integrar los diferentes contenidos de la asignatura para el desarrollo gradual de sus conocimientos y habilidades, son escasas las ocasiones en que utilizan los libros de texto y otras fuentes de información científica.

La autora considera que amén de lo antes planteado existen deficiencias en la dirección del proceso docente educativo, los docentes no le otorgan la suficiente dedicación a la planificación, organización y control de las actividades con vistas a la autopreparación del estudiante. El docente debe emplear métodos de enseñanza que incentive en el estudiante el interés por la investigación, la búsqueda independiente, debe buscar una participación activa del estudiante a la hora de organizar la actividad cognoscitiva, debe guiar al estudiante para que éste lleve a cabo con mayor efectividad su autopreparación, y se le atribuya a la misma un papel importante en la organización del proceso docente educativo.

CONCLUSIONES

En resumen, el trabajo independiente que se oriente desde el aula universitaria debe partir de problemas profesionales que se concreten en tareas a resolver por el futuro profesional, en las que deberá integrar teoría, práctica e investigación. Desde su propia concepción y formas de control y evaluación debe privilegiar el protagonismo estudiantil que le permite implicarse conscientemente y revela en sus modos de actuación la responsabilidad, toma de decisiones e independencia, lo que resulta medular en la educación de la personalidad.

Esto se logra en un proceso de enseñanza-aprendizaje que transite desde un enfoque pasivo-reproductivo hacia uno activo-transformador.

 

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