El hechicero de la tribu

Alejo Brignole*

* Historiador argentino

La Jornada/060419.

El sociólogo y académico argentino Atilio Boron acaba de editar en Cuba, España y ahora en México su libro ‘El hechicero de la tribu’, en respuesta al más reciente libro de Mario Vargas Llosa, pero para introducir esta nota vamos a señalar dos cuestiones de público conocimiento.

La primera, es que el peruano y premio Nobel de Literatura –escritor de gran talento– es hoy uno de los principales voceros del sistema capitalista mundial. Su innegable gravitación literaria y su sumisión filosófica al establishment le han servido para ser colmado de honores, de premios y distinciones académicas de la más diversa índole. Lo han entronizado, en una palabra, como el interlocutor válido en habla hispana para seducir a las masas sobre las bondades del capitalismo.

Por otro lado también conocemos a un científico social argentino llamado Atilio Boron, de reconocido prestigio mundial, también multipremiado, de amplia y fecunda trayectoria académica, doctorado en Harvard y autor de una importante obra crítica en diversos campos, pero sobre todo en la teoría social y política en la cuales es un referente indiscutido en varios continentes.

Pero lo que diferencia a estos personajes de la cultura –más allá de sus ámbitos profesionales específicos– es que el primero –Vargas Llosa– es un hombre que se empeña en dulcificar el estado actual del mundo y sus derivas civilizatorias claramente necrófilas (la desigualdad, las asimetrías estructurales, el arrasamiento planetario por un esquema económico elitista y claramente voraz, etcétera) y que se asume como un defensor del statu quo vigente.

La visión del sociólogo argentino, en cambio, se halla en las antípodas del peruano y su pensamiento crítico hunde sus raíces en el análisis de todo lo que Vargas Llosa calla y silencia en su legitimación del capitalismo como vía única para la humanidad.

De rigurosa formación científica y pensador consumado del mundo que le toca vivir, Atilio Boron es una voz permanente que denuncia –y deconstruye– esos mismos dogmas que el sistema mundial encierra en su cadavérica praxis social y economicista.

Dicho esto vemos que la mesa está servida para un debate no solo necesario, sino además imprescindible entre dos visiones antagonistas del mundo y del decurso civilizatorio. Por ello no debe sorprendernos que cuando Mario Vargas Llosa decidió escribir su ensayo de 2018 titulado ‘La llamada de la tribu’, el pensador argentino haya recogido el guante escribiendo otro ensayo en respuesta bajo el replicante título El hechicero de la tribu’.

Y, mientras el libro del peruano resulta un pretendido paseo por una epistemología capitalista y del pensamiento liberal a través de algunos pensadores y filósofos –el austríaco Karl Popper, el letón Isaiah Berlin o el francés Jean François Revel, entre otros–, el otro ensayo escrito por Boron es una refutación metódica de las argumentaciones expuestas por el Nobel, el cual incurre en parcialidades asombrosas y lagunas inexcusables, según nos dice el sociólogo argentino.

Mario Vargas Llosa justifica su libro como una suerte de biografía intelectual cuya intención es dejar plasmado su tránsito ideológico desde las ideas de izquierda y el comunismo que abrazó con fervor en sus años juveniles, hasta este presente en donde su cosmovisión se halla en el extremo opuesto.

Sin embargo Boron nos advierte sobre la falsedad de la principal premisa que sostiene el peruano: que la democracia liberal es producto de la libertad irrestricta de los mercados y sus dinámicas sociales, aunque sean asimétricas. Así el sociólogo argentino –capítulo tras capítulo y según se avanza en el corpus crítico de este valioso ensayo– logra derrumbar todo el edificio argumentativo que Vargas Llosa construye en La llamada de la tribu como si fuese un infantil castillo de naipes.

En síntesis, aquí hay un debate que resulta imprescindible, pero en este caso desigual, por cuanto Vargas Llosa ha incursionado en profundidades mucho más complejas de lo que su gimnasia teórica le permite, tal como Atilio Boron logra refutar sin atenuantes en esta obra editada por Akal y que será presentada en la UNAM el próximo 3 de abril a las 12 horas cita imperdible, sin duda.

(NB. El artículo salió apenas el sábado 6 de abril, ¿Quién está en el error?)

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Nota mía: Respetuosamente me permití modificar levemente la estructura del artículo de Alejo Brignole, con la exclusiva finalidad de facilitar su lectura en el formato de Odiseo. Alfredo Macías Narro.



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