El conflicto en la UACM

El conflicto en la UACM

  • Otro intento de solución
  • Extinción del proyecto, en camino

Miguel Ángel Velázquez-131112

La Jornada/Ciudad Perdida.

Ya es hora de que nos empecemos a preguntar ¿cuál es el proyecto que se tiene para la Universidad Autónoma de la Ciudad de México?

Según parece, aquello de crear un centro de estudios que permitiera estudiar a quienes, por condiciones económicas, no pudieran tomar clases de manera regular, pero que tienen la ambición y el deseo de cursar una carrera universitaria, está fuera de cualquier plan de gobierno en el DF. Para la administración actual, hasta donde se ve, la idea era montar en el proyecto original un sistema de resultados inmediatos desde el que se pudiera instalar a la UACM entre las escuelas llamadas de excelencia.

Así, en teoría, nadie podría estar en contra de convertir a la universidad en eso por lo que pugnan las casas de estudios superiores en todo el mundo del libre mercado. Sólo que la UACM nació con otra concepción, con otra idea. Estudia como puedas, cuando puedas, pero estudia, así se podría sintetizar el proyecto que hoy parece estar en peligro.

Porque no nada más es el gobierno actual el que dislocó la idea fundacional, sino el que viene parece no entender la importancia social del proyecto tal y como dio pie a su creación, e insiste en el lema de la universidad de excelencia, que más que preocuparse por la educación de los estudiantes se justifica con la cantidad de egresados, aunque los que obtienen su título apenas tengan una idea clara de lo que supuestamente aprendieron.

La prueba del intento por desvirtuar, o destruir, el proyecto de creación fue el nombramiento de la señora Esther Orozco al frente de la UACM, y como se ve, falló ese intento y la rectora se ha convertido en un problema legal –se niega a exhibir su título universitario, aunque lo exijan los estatutos de la misma UACM– y político, porque ya creó un conflicto que le estalló al gobierno de Ebrard y está a punto de poner a prueba al de Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Hoy se podría iniciar una nueva serie de negociaciones; ahora con la participación de los diputados a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que a la luz de los hechos podría resultar tan inútil como la anterior, en tanto no se quiera reconocer el verdadero problema de la universidad. Si atemorizados por la andanada de dichos en su contra los jóvenes paristas deciden dar marcha atrás en sus justas demandas, no tardará mucho tiempo en que un nuevo conflicto estalle, porque el mal sigue siendo el mismo.

Pero además, ¿qué podría prometer la ALDF que no hubiera ofrecido en su momento el secretario de Educación del DF o la Secretaría de Gobierno, que lograron avances importantes en el conflicto, mismos que desechó la señora Orozco? ¿De qué se trata ahora? ¿De poner trampas a los profesores y estudiantes que se niegan a torcer el espíritu con el que fue creada la universidad?

Los acuerdos firmados en Casa Lamm –que avalaron las instancias mediadoras del conflicto– y el orden del día con que se reiniciarían las labores normales en la UACM fueron rechazados por la rectora, sabedora de que en ellos estaba inscrita su dimisión.

Entonces, simplemente no hay salida, y parece que lo que se busca es tratar de hallar alguna forma, venga de donde venga, para mantener a la señora Orozco a la cabeza de la institución, en contra de los estudiantes y maestros que hoy la repudian, lo que significaría la muerte de la UACM en los términos de su fundación, como ya hemos dicho.

Total, se le siguen buscando tres pies al gato, cuando la solución es simple y todos la conocen.


Descubre más desde Odiseo Revista electrónica de pedagogía

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Escribe aquí tu opinión o comentario...

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.