Educación y privatización I

Tomado de:
Periódico La Patria Oruro Bolivia
Domingo 26 de noviembe
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Adán Rioja Pérez

PARTE I

INTRODUCCION
El gobierno de la “Unidad Democrática y Popular” (UDP) dejó un país desorientado y en ruinas, con un estigma traumático y traumatizante de fracaso que, hasta ahora, sirve para todos los usos y abusos y que se constituye en el gran pretexto para que las fuerzas reaccionarias, sucedáneas en el manejo del Estado, primero el “Pacto por la Democracia”, entre el MNR y la ADN, y después el llamado “Acuerdo Patriótico”, con la presencia del MIR, la ADN, la DC y el FRI, conviertan al país en el escenario de experimentos político-económicos totalmente contrarios al interés del pueblo y sólo responden a la estrategia de dominio y sometimiento del poder imperial.

Las líneas maestras del proyecto neoliberal, que bajo la máscara de la “modernización del Estado” y el señuelo de “salvar” a Bolivia que “se nos muere”, según la afectada expresión del ex presidente Dr. Víctor Paz E., que de ese modo justificaba el contenido y los alcances del decreto 21060, impuesto por el Fondo Monetario Internacional (F.M.I.), reducían, en lo esencial, la acción de los gobernantes a la privatización de empresas y servicios estatales, en la línea de la “reducción del gasto público” y del llamado “achicamiento del Estado”, para favorecer a la “iniciativa privada” en todos los principales sectores de actividad.

Sin embargo del estridente anuncio hecho, con la espectacularidad y sensacionalismo que le es habitual, por el presidente Jaime Paz Zamora, de “relocalizar” al 21060 por su alto y cruel “costo social”, su gobierno se limitó a “calcar” el armazón fundamental y los objetivos del “modelo” en el decreto 22407 que remachaba la aplicación obediente de la receta neoliberal ordenada por el F.M.I.

La implantación del “Mercado Libre” y la atrabiliaria ley de la oferta y la demanda, estaban dirigidas a sepultar toda forma de control social y a abonar el terreno para fecundar, sin las “malas hierbas” del estatismo, las semillas de la privatización en todas sus formas.

La destrucción del aparato productivo comprendía también el aniquilamiento del “aparato mental”, para adecuar al proyecto las categorías objetivas y subjetivas que podrían “levantarse” para cuestionar el contenido y las reglas del “modelo”.

De ahí que la fuerza destructora desencadenada debía herir, también de muerte, a la educación, en todo el sistema, de manera que, gradualmente, la escuela fiscal se consuma por inanición en una aparente muerte natural.

Las llamadas “reformas” estaban dirigidas exclusivamente a aniquilar la educación fiscal bajo el manto de una falsa “descentralización” que no solamente transfería obligaciones para reducir costos, sino que, a escondidas, alentaba el descrédito y la descalificación de la profesión docente para hacerla menos atractiva e intencionalmente mal pagada.

Este cuadro esquemático resume el objetivo del ataque frontal a la escuela fiscal y la sacralización de la educación privada, que “era más eficiente y trabajaba sin interrupciones”, mientras las escuelas públicas se debilitaban por la ineficiencia y las huelgas, para concluir, aunque sin anunciar la intención, que la privatización era el remedio. A esto conducen las propuestas del gobierno del MNR., contenidas en los “Libros Blanco y Rosado” y en el “Manifiesto de Chulumani”, a las que también se adhiere el gobierno de Paz Zamora-Banzer Suárez.
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