Aspirantes a ingreso y promoción enfrentaron una prueba de 11 horas
- Casi tres de cada 10 docentes no se presentaron al examen
- El domingo continuó la aplicación del concurso de oposición para la asignación de plazas docentes y de directivos para el bachillerato en 29 entidades del país.
- El reflejo en la imagen se debe a que fue captada detrás de una ventana.
- Foto. María Meléndrez y La Jornada.
Emir Olivares Alonso
La Jornada/060715.
Los aspirantes a ingresar o ser promovidos en cargos docentes y directivos en la educación media superior enfrentaron una prueba que se prolongó once horas.
Las normas para los sustentantes que se presentaron este fin de semana al concurso de oposición para el ingreso al bachillerato para el ciclo escolar 2015-2016 publicadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) dividió el examen en cuatro etapas, que se aplicaron de nueve de la mañana a ocho de la noche (horario del centro del país) y sin poder abandonar la sede en la que fueron evaluados.
De acuerdo con ese documento –que las autoridades educativas difundieron en las más de 300 sedes donde se aplicó la prueba–, la primera sesión correspondió al examen de conocimientos sobre habilidades docentes, que se desarrolló de 9 am a 12 pm; siguió el examen de conocimientos sobre contenidos disciplinares, que se aplicó de 12 a 15 horas.
Al concluir las primeras dos etapas los sustentantes tuvieron una hora para comer. Posteriormente, de cuatro a seis de la tarde, se realizó la etapa llamada rúbrica de evaluación de competencias docentes, y finalmente, de 18 a 20 horas, fueron sometidos al examen de expresión escrita en español.
Ayer continuó la aplicación del concurso de oposición para la asignación de plazas docentes o de directivos para el bachillerato en 29 entidades del país, pues la prueba se tuvo que suspender en Oaxaca, Michoacán y una parte de Chiapas, debido a que no existían condiciones de seguridad.
Por la tarde, la SEP detalló la numeralia de la jornada: en los dos días de evaluación se tenía contemplada una participación de 40 mil 672 aspirantes a esos cargos. De este total, se presentaron al examen 29 mil 831 profesores, equivalente a 73.3 por ciento, es decir, casi tres de cada 10 docentes registrados no acudió a la prueba.
Al hacer la sumatoria de las cifras se calculó que de los 29 mil 831 aspirantes que sí se presentaron al concurso de oposición, poco más de 14 mil lo hicieron el sábado y alrededor de 15 mil el domingo. El primer día se esperaban más de 19 mil participantes y ayer más de 21 mil 500.
En el Distrito Federal el examen se aplicó en tres sedes. En una de ellas, instalada en el Colegio de Bachilleres número dos, estaban inscritos 103 profesores (52 para el sábado y 51 el domingo), pero sólo acudieron 16 cada día.
Tras aplicar la prueba, algunos sustentantes informaron que se les preguntó metodología docente y habilidades de la disciplina que cada uno imparte. Dijeron que fueron examinados en su capacidad crítica y escrita para trabajar con los alumnos. Agregaron que también se tocó el tema de la reforma educativa, que no venía del todo detallado en las guías proporcionadas.
Natalia, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, presentó el examen para ingresar a una plaza docente en el bachillerato del Instituto Nacional de Bellas Artes. Entrevistada antes de la prueba, dijo;
“Me siento tranquila y preparada, y estoy en favor de la evaluación, pero no sólo de los docentes, sino de todos los que participan en el sistema educativo nacional, incluidos los políticos que aprobaron la reforma educativa”.
Asimismo, afirmó;
“Es importante que nos evalúen, pero ésta debería ser a todos los niveles: desde nuestras autoridades y todos los involucrados en la educación. Esto para ver qué tanto están funcionando estas políticas, porque la educación no sólo depende de los maestros, sino de todo el sistema educativo”.
La joven, quien concursó por el área de sicología, manifestó sus ganas de ser docente;
“Me interesa mucho formar personas críticas sobre la realidad de nuestro país”.
Aseveró, por otra parte;
“Quienes se oponen a ser evaluados están en su derecho, debido a que ésta no ha sido totalmente justificada. Se debe explicar más y por qué nos la imponen de esta manera. No fue consensuada con todos los docentes y no es la única manera de garantizar la calidad de la educación, tiene que ver con muchas situaciones sociales que no se están atendiendo en el país”.
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Nota mía: Respetuosamente me permití modificar levemente la estructura de la nota de Emir Olivares Alonso, con la exclusiva finalidad de facilitar su lectura en el formato de Odiseo. Alfredo Macías Narro.
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