El siguiente texto es de Carlos Fazio (“Ayotzinapa, terror clasista”, La Jornada, 27 de octubre de 2014) pero a la luz de los recientes acontecimientos vale la pena recordar:
Iguala exhibe la cara oculta de un Estado que hace un uso sistemático, calculado y racional de la violencia, de acuerdo con una concepción y una ideología que se enseña en las academias militares. Que forman parte de una doctrina de contrainsurgencia. De la guerra sicológica que experimentó Estados Unidos en Vietnam, cuando la Operación Ojo Negro desplegada por escuadrones clandestinos puso en práctica la fórmula: contraguerrilla=demagogia+terror. En ese contexto, quedan para la reflexión o interpretación las palabras del secretario de Defensa, general Salvador Cienfuegos, ante Peña Nieto en el Campo Militar número uno: no se puede combatir la ilegalidad con ilegalidad; las fuerzas armadas no pueden cometer actos propios de delincuentes.
Puede leerse el texto completo en: http://www.jornada.unam.mx/2014/10/27/opinion/023a1pol
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