Ing. Eugenia Patricia Rodriguez Soto
El objeto de evaluación está inserto en lo social, por lo tanto, debe ser tratado en las ciencias humanas y, por otro lado la evaluación es una actividad socialmente determinada.
El problema de la evaluación es un problema actual, podemos definir la evaluación como forma cuantitativa de medir continuamente el grado de aprendizaje en un sujeto durante un tiempo determinado, cuyo objetivo es conocer la evolución de cada estudiante con el fin de implementar un cambio de enseñanza en caso necesario para garantizar que este alcance los objetivos de aprendizaje definidos para su nivel.
Abordaré dos temáticas la primera donde la evaluación es una actividad social y la segunda que nos habla sobre el examen el cual es un instrumento inadecuado para realizar la evaluación. En esta reflexión pretendo que se los docentes perciban que la evaluación debe ser una construcción teóricas que pueden ser transformadas y construidas por medio de las cuales el hombre construya la esencia del fenómeno. En el presente documento se abordan diferentes formas de evaluación que nos abren la posibilidad de buscar alternativas diferentes que nos den mejores resultados.
Y esto me parece interesante porque el trabajo teórico que se conoce sobre esta temática nos dice que se puede transformar, construir e innovar, Nos habla sobre técnicas que nos pueden ayudar a cambiar nuestra costumbre de evaluar, pues está es una actividad educativa pero además social.
En éste problema hay dos puntos sobresalientes: el objeto de evaluación está inserto en lo social, por lo tanto, debe ser tratado en las ciencias humanas y, por otro lado la evaluación es una actividad socialmente determinada. Para la reflexión me apoyo en el libro de Díaz A. (1982), pues es un reato que el docente debe asumir con prudencia en cada ciclo escolar, en mi caso de telesecundaria se nos solicitan las evaluaciones cada trimestre
Sabemos que la evaluación tiene su fundamento psicológico en el conductismo, fiel a la tradición positivista utiliza instrumentos de cuantificación que atienden exclusivamente a los hechos observables y renuncian a todo aquello que no es medible y registrable y pienso que esto no es bueno pues no se obtiene una evaluación integral del alumno.
Por ello Bleger J. (1977) expresa que las ciencias de la naturaleza solo logran su exactitud, objetividad, verificación, etc., amputando “el contexto y el carácter de los fenómenos de su investigación y por lo tanto son métodos válidos para contextos incorrectos y limitados”. Así el conductismo se desarrolló sobre la premisa de atenerse exclusivamente a los hechos observables, renunciando a todo aquello que no fuera registrable o medible”
Nuestros alumnos difícilmente reflexionan sobre su aprendizaje; es decir sobre que aprendieron y como lograron aprender; también se crea un falso mito sobre el aprendizaje referido básicamente a un número; la máxima calificación significa que ha aprendido todo, la calificación no aprobatoria nos dice que no aprendió nada.
La misma sociedad refuerza estas deficiencias y las cuales son usadas por patrones y empleadores como criterios para la selección de su fuerza de trabajo. Como señala Séve L. (1978) no se pueden reducir los éxitos o fracasos escolares de los alumnos a un problema de aptitudes, cuando el contexto social es determinante en el desarrollo de las mismas aptitudes, no es casual que los alumnos con mayores restricciones económicas sean precisamente los que tienen más dificultades para aprobar sus estudios, sean desertores, reflejen ausentismo o falta de interés en la clase.
Muchas veces nos hemos encontrado con esta situación, los alumnos menos sobresalientes tienen en su círculo familiar, carencias económicas, hasta de servicios públicos, de salud, etc. en varias ocasiones el alumno no asiste porque no tenía completo el uniforme o sus tenis se le rompieron o simplemente no lavo el uniforme por falta de agua, es un problema que va de a mano con la realidad social. Por tanto como resultado siempre observamos que los alumnos con mejores notas siempre son los que no presentan problemas económicos familiares, y lo afectivo del estudiante en este caso será irrelevante.
Como lo mencionan los autores Antebi y C. Carranza (1975) y S. Barco (1975) tomado de Díaz A. (1982), cuando los docentes realizan la actividad de evaluación en la mayoría de los casos no son conscientes de las repercusiones que esto provoca tanto en los estudiantes como en la sociedad, por medio de la acción evaluativa el maestro determina quienes han aprobado el curso y les confiere un status diferente, por sus resultados serán considerados como buenos alumnos mientras que los que demás serán considerados deficientes. De ahí que uno de los principales elementos de la práctica docente consiste en fomentar el individualismo y la competencia para triunfar en la escuela y en la sociedad. No podemos dejar de mencionar que las acciones que realiza la escuela, por medio de sus representantes, son determinantes en la formación de los escolares. Es aquí donde se ubica el currículum oculto pues resulta más importante obtener buenas notas que los conocimientos que la escuela enseña y que son determinantes en el aprendizaje del estudiante.
Sin embargo no estoy de acuerdo en que sean del todo malas las evaluaciones, porque nos reflejan un poco del aprendizaje obtenido, aunque sea memorístico, como por ejemplo en ingles donde es muy necesario usar la memoria, aprender verbos, palabras y el uso de las estructuras de oraciones, mencionare que en mi caso como maestro de telesecundaria, es complejo enseñar varias asignaturas en un día por lo que utilizo diferentes formas para evaluación, llevo nota de asistencia, conducta, revisión de tareas, actividades diarias en el salón de clase que pueden ser en individual, en pareja o equipo en el libro o cuaderno, exámenes, participación en exposiciones, debates, asambleas, círculos de lectura, proyectos, entre otros.
Por esta razón pienso en que el examen no solo es un conjunto de ítems y que el alumno memorice o acierte en el peor de los casos, lo que importa es la manera de hacerlo como lo mencionan R.Thorndike y E. Hagen (1970) con un sencillo procedimiento en el que exponen que la medición consta de tres pasos:
(a) Señalar y definir la cualidad a medir
(b) Determinar el conjunto de oraciones en virtud de las cuales el atributo puede manifestarse y hacerse perceptible y
c) Establecer el conjunto de procedimientos o de definiciones para traducir las observaciones a enunciados de procedimientos de grado o cantidad
La evolución de la psicología a fines del siglo pasado y principio de este, se ha operado un cambio en su objeto de estudio: el conductismo surgió y postuló como objeto la conducta observable, y por tanto el empirismo conlleva el mismo lastre, es aquí donde surge la teoría de la medición como un elemento para hacer como que se investiga, cuando en realidad lo único que se hace son mediciones empíricas.
A la vez, el empleo de la estadística genera un efecto de cientificidad, en los planteamientos de la evaluación. Para Marger R. (1975), la evaluación es el acto de comparar una medida con un estándar, y emitir un juicio basado en la comparación. Más aún se tiende a utilizar el término de medición como sinónimo de evaluación. Si se revisara la literatura concerniente a la medición de los últimos diez años, la teoría de la medición se toma como referente único con la evaluación.
Nosotros como docentes podemos adoptar diferentes formas que se nos siguiere en el capítulo, por ejemplo: Se pueden adoptar las siguientes formas de evaluación: Por ejemplo si una prueba consta de 80 reactivos y se parte de la mayor puntuación obtenida que sería 60 las demás se van acomodando hasta llegar a la menor, también se puede asignar la calificación utilizando procedimientos estadísticos las cuales consiste en tomar en cuenta varias muestras de aprendizaje como: pruebas, tareas, reportes, ejercicios de clase, comportamiento en equipo, participación, etc. y asignar porcentajes de tal forma que den un 100% de calificación, dando un peso a cada elemento en porcentaje según la percepción del docente respecto del nivel del grupo.
También se puede evaluar permanentemente recolectando a lo largo del curso un conjunto de datos y al final del curso será este interpretado por el docente, aunque a mi parecer esta última es un poco más complicada y laboriosa que las otras.
Resumiendo, creo que se debe y puede evaluarse justamente a los alumnos, si se toman en cuenta diversos factores, desde el primer día de clases hasta finalizar el curso.
Tomando en cuenta el contexto en el que viven y sus desempeños en clase principalmente, no hacer un solo examen final en la que el alumno enfrenta una serie de preguntas a las que tiene que dar respuesta en un tiempo determinado dentro del salón de clase y bajo la vigilancia del maestro; puesto esto nos llevaría a que tanto alumnos como maestro perdieran el sentido de la educación, el placer de aprender y el placer de enseñar, hasta puede fomentar confusión y ansiedad en los estudiantes y en ocasiones el docente puede malamente desquitarse de la falta de atención e interés del alumno.
Referencias
Díaz, A. (1982). Tesis para una teoría de la evaluación y sus derivaciones en la docencia Capitulo 5 Didáctica y currículum. iisue-unam. https://www.iisue.unam.mx/perfiles/articulo/1982-15-tesis-para-una-teoria-de-la-evaluacion-y-sus-derivaciones-en-la-docencia.pdf
Sève, L. (1978). Man in Marxist theory and the psychology of personality. Harvester Press
Díaz A. (1978). Didáctica y Currículum. Edición corregida u aumentada, Ed. Paídos. México.
Bleger J. (1977). Psicología de la conducta. Edición 7. Ed. Paídos
Mager, R. F. (1975). Medición del intento educativo. Ed. Guadalupe. Buenos Aires.
Descubre más desde Odiseo Revista electrónica de pedagogía
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
La crítica reflexiva es muy importante porque me hace pensar la importancia que tiene la evaluación hacia los alumnos y creo que es una publicación muy bien documentada.