Pobreza, género y etnia impactan la calidad educativa, asevera la Unesco

Pobreza, género y etnia impactan la calidad educativa, asevera la Unesco

  • Bajos ingresos de los profesores inciden también: Sequeira

*Imagen de archivo. Cortesía de La Jornada.

Laura Poy Solano

La Jornada/061116.

Afirmó Jorge Sequeira, director regional de la oficina de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en América Latina;

“La calidad que puede alcanzar un sistema educativo se ve impactada por factores asociados, los cuales incluyen pobreza, desigualdad social, género y origen étnico”.

En entrevista, destacó;

“Existe la tendencia de juzgar un sistema por sus logros de aprendizaje, pero hay otras dimensiones que también cuentan, como la eficiencia, el uso de los recursos y la equidad”. 

Sequeira agregó;

“En la región se sigue detectando mayor desigualdad en los logros de aprendizaje en las zonas rurales, entre los grupos indígenas y afrodescendientes y en los sitios de pobreza en las ciudades. Es evidente que hay casos de dimensión de desigualdad que están afectando los logros de aprendizaje y son los factores asociados al bajo desempeño”.

“Además de la pobreza, impactan en el proceso educativo los entornos escolares, la baja capacitación de los docentes; también la violencia en los planteles, la distancia que los alumnos deben recorrer para acceder a las aulas, el lugar que ocupa la escuela y el papel que tienen asumido los padres de familia”.

“Se trata de múltiples factores que impactan la calidad de la educación. Entre ellos se incluye la propia integración de la familia, pues al elevarse el número de hogares monoparentales se generan efectos en los procesos educativos”. 

Dijo asimismo el representante de la Unesco en la región;

“En décadas pasadas, en esta región –una de las más desiguales del planeta–, los padres enviaban a sus hijos a la escuela, pero también eran partícipes de la comunidad escolar y sus actividades, existía un involucramiento que hoy día ha desaparecido, porque muchas veces mandan a los hijos a educarse, pero llegan cansados de trabajo y no tienen tiempo para ayudar en las tareas o preguntarles cómo le fue”.

“Ahora, los padres esperan que el niño regrese perfecto y educado de la escuela, pero se tiene un docente que no ha sido capacitado para esto, y además tiene su propio hogar, sus problemas y bajo salario. Es una situación que hay que empezar a resolver”.

Añadió finalmente;

“Alcanzar mayor calidad educativa no sólo depende de los logros de aprendizaje. Si queremos cambiar las cosas debemos sí empezar por el maestro, pero con acciones que impacten realmente el aula, y que den oportunidades concretas a los niños indígenas y afrodescendientes, a los jóvenes que viven en las urbes en condiciones de pobreza, de concretar sus oportunidades educativas”.

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Nota mía: Respetuosamente me permití modificar levemente la estructura de la nota de Laura Poy Solano, con la exclusiva finalidad de facilitar su lectura en el formato de Odiseo. Alfredo Macías Narro.

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