Importancia del proceso de aprendizaje y sus implicaciones en la educación del siglo XXI

Teresita Durán Vela

Resumen: Si bien, la Neurociencia y el Neuroaprendizaje sustentan y explican las capacidades humanas, a partir del funcionamiento del cerebro, éste, hace posible las potencialidades que ordenan procesos y generan conductas adaptativas para solucionar problemas, según el contexto donde se desenvuelve la persona. El ser humano aprende por condición natural y no por una sola vía. En la medida que cada persona es consciente de su proceso de aprender, reconoce su estilo y mantiene vivo el deseo de aprender, está en posibilidades de maximizar su propio aprendizaje. Las aportaciones del Neuroaprendizaje, las teorías cognitivas y el aprendizaje significativo, son algunos de los referentes indispensables para comprender los procesos de aprendizaje de los alumnos, desarrollar habilidades básicas de pensamiento, potenciar las capacidades naturales para aprender y ofrecer experiencias significativas por y para la vida en este siglo XXI.

1. Introducción

El ser humano es una de las creaciones maravillosas de la naturaleza, su estructura biológica predispone el funcionamiento de sistemas, órganos y aparatos, mismos que hacen posible su desarrollo; dotándolo así, de las condiciones naturales para la vida, el desarrollo, el aprendizaje y la inteligencia.

La infraestructura neurofisiológica del ser humano dispone de los mecanismos básicos que hacen posible el aprendizaje en el hombre. El cerebro, es la máquina cuyo trabajo genera la creación de redes y conexiones neuronales para construir significados y representarlos a través de imágenes mentales. Gracias al cerebro, el ser humano desarrolla capacidades, entre ellas, dos básicas: la inteligencia y el aprendizaje, mismas que permiten los procesos de construcción del conocimiento, establecer relaciones con los estímulos y el mundo real objetivo.

Si bien el mecanismo de adquisición para el aprendizaje y el desarrollo de la inteligencia, tiene su base en el cerebro, ambas potencialidades permiten a las personas resolver problemas de la vida diaria, encontrar soluciones ante las dificultades que se van presentando en su hacer cotidiano en el hogar, el trabajo, la escuela o la comunidad.

2. Desarrollo

Considerando, las aportaciones de la Neurociencia y el Neuroaprendizaje, y su explicación acerca del funcionamiento del sistema cuerpo, cerebro, emociones y mente, los cuales ayudan a comprender y maximizar el proceso enseñanza aprendizaje, desde un enfoque holístico (filosófico, psicológico, método y natural). Dichos planteamientos teóricos ofrecen una de las explicaciones más amplias, que permite al docente, comprender los estilos de aprendizaje de los alumnos (ciclos biocognitivos), la importancia de las condiciones básicas para asegurar un clima de aprendizaje y la urgencia de desarrollar habilidades del pensamiento, para aprender a pensar.

El Neuroaprendizaje tiene sus raíces iniciales en los trabajos realizados por el Dr. Georgi Lozanov, su modelo teórico permite entender el proceso de aprendizaje desde una base neurofisiológica; la química que el cerebro utiliza para comunicarse con el cuerpo, como refiere Noel Alicea (2007) es un concepto educativo con base científica; este investigador señala “Todo aquel que tiene cerebro, que quiere entender cómo funciona su cerebro y utilizar ese conocimiento para optimizar su vida”.”

Las ideas anteriores, son referentes principales que ante los retos y perspectivas de la educación en el siglo XXI, ayudan a explicar cómo aprenden los educandos, entender que los tipos de ayuda o materiales a emplear no pueden ser iguales para todos, reconocer qué necesito mejorar del propio proceso de aprendizaje, comprender cómo aprendemos los seres humanos y aplicar tales conocimientos en la elaboración de respuestas creativas ante las situaciones de todos los días.

2.1. El valor de aprender

¿Qué es aprender? ¿Cómo aprenden los niños? ¿Por qué y para qué aprender? ¿Qué hacer para facilitar el proceso de aprendizaje de los alumnos en la escuela? ¿Cómo maestro es necesario saber y explicar las formas y estrategias que usan los alumnos ante nuevos conocimientos? ¿Puedo influir en el aprendizaje de mis estudiantes? Estos son algunos de los cuestionamientos, que el docente debe responder.

Desde el punto de vista del Neuroaprendizaje, el ser humano aprende por condición natural y no por una sola vía. En la obra “Cerebro, Inteligencia y aprendizaje” (2002) se describe “Aprender es una transformación integral que ocurre en el cerebro y el organismo” (Urbiola, Martha e Ytuarte, M.).

Digamos, es un proceso interno producido por nuevas asociaciones y conexiones en las redes neuronales para ordenar, clasificar experiencias, asociar imágenes, asignar significados, relacionar eventos anteriores con la nueva situación; es decir, construir conocimientos; apropiarse del objeto de conocimiento y transformar el conocimiento anterior. También permite a la persona desarrollar habilidades para aprender, progresar, aprender a aprender y crecer. Todos los individuos tenemos el potencial para ello.

En la medida que cada individuo, es consciente de su propio proceso de aprender, reconoce su estilo y mantiene vivo el deseo de aprender, él mismo experimenta que aprender es parte de una experiencia sostenida por la conexión entre las emociones, la mente, el cerebro y el cuerpo. De ahí, la importancia de reconocer en los alumnos, esas características para potenciar el aprendizaje a partir de sus ritmos de aprendizaje, saberes, actitudes, expectativas, habilidades y experiencias previas. Ningún alumno llega en blanco a la escuela.

2.2 El aprendizaje

Tener una concepción general de aprendizaje es como tener en la caja de herramientas de trabajo, una disponible para el trabajo diario, brinda una comprensión de los factores, condiciones, recursos y procesos que tienen lugar en el aula o fuera de ella. Por tanto, los fundamentos teórico-metodológicos ayudan a transformar las formas de enseñanza y desarrollar otras habilidades didácticas.

¿Qué es el aprendizaje? El aprendizaje humano es un proceso de apropiación de conocimientos; es un proceso de cambio y transformación en la mente y la conducta de la persona, ocurre en forma gradual y progresiva a través de diferentes funciones internas en los cerebros reptiliano (instintos), límbico (emocional) y racional (pensamiento, habilidades, razonamiento, procesos superiores, etc…). Es posible, gracias a la estimulación sensorial, la cual permite al hombre dar percibir los estímulos de la realidad, para darle significación en el cerebro, elaborar mapas de percepción y experiencias sensibles que generan aprendizajes, una vez que podemos resolver alguna situación problemática y adaptarnos al medio.

Es importante, considerar el aprendizaje como proceso cognitivo -ocurre en el sistema nervioso- y como proceso bioquímico –sucede en las neuronas a través de un impulso electroquímico- pues ofrece al educador un enfoque para explicar cómo aprenden los alumnos. Estos planteamientos, amplían la visión; sin embargo, por sí solos, no son suficientes al intentar explicar el proceso de aprendizaje de los alumnos en la escuela, pues, habría que tomar en cuenta otros factores; por ejemplo, el ambiente y los recursos, el primero, debe ser positivo, es decir, un ambiente natural, con las condiciones favorables del aula, buen clima psicológico, de respeto, con cercanía afectiva, comunicación. El segundo factor, hace referencia a los recursos: redes de aprendizaje, habilidades y la metodología de enseñanza, tipo de actividades, ejercicios, formas e instrumentos para evaluar.

La tarea del educador radica en maximizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, para lo cual, es imprescindible, integrar otros elementos referenciales para asegurar una práctica acorde a las características y necesidades de los alumnos, sobre todo, cuando se pretende desarrollar competencias para la vida y el aprendizaje permanente, en una población diversa, incluyendo alumnos con necesidades educativas especiales o con discapacidad.

2.3 El aprendizaje significativo

La Teoría del aprendizaje significativo de David Ausubel (1963) aporta información para diferenciar el aprendizaje de tipo memorístico del aprendizaje significativo. “Aprender significativamente quiere decir poder atribuir significado al material objeto de aprendizaje” (Coll, 1989). La atribución del significado se realiza a partir de lo que ya se conoce (conocimientos previos), mediante la ampliación de los esquemas de conocimiento.

La concepción de aprendizaje significativo supone que la información es integrada a una amplia red de significados que la persona ha adquirido con anterioridad, ya sea en la escuela, la familia o la vida misma; la cual se modifica progresivamente por la incorporación de nueva información (datos, información,). Cada vez que al alumno se le presenta alguna información nueva o cuestiona sobre algún tema, o lo que sabe de él, ocurre una activación inmediata de experiencias y saberes previos; el conocimiento y el manejo de la información son indicadores que algo sabe del contenido o del tema, de la asignatura o del fenómeno de estudio. El aprendizaje significativo no es la “Simple conexión” de la información nueva con la ya existente en la estructura cognoscitiva de la persona que aprende; el aprendizaje involucra la modificación de la nueva información, siempre y cuando exista disposición e interés para aprender para transformar el conocimiento y el objeto real.

Uno de los paradigmas en Psicología de la educación, descrito por Gerardo Hernández Rojas (2000) es el paradigma cognitivo, en este se ubica el aprendizaje significativo, y señala que son necesarias varias condiciones para que el aprendizaje sea significativo:

a) Que el material que se va aprender posea significatividad.

b) Que entre el material de aprendizaje y los conocimientos previos de los alumnos exista una distancia óptima, para que ellos puedan encontrarle sentido.

c) Que exista disponibilidad, intención y esfuerzo de parte del alumno para aprender.

Por su parte, Carlos Zarzar, señala que el aprendizaje significativo se da en la medida que se presentan las siguientes condiciones básicas:

1. Motivación (Me interesa, tengo ganas de aprender…)

2. Comprensión (Entiendo, relaciono, comparo…)

3. Participación (Activa)

4. Aplicación (Uso la información, aplico el conocimiento, pongo en práctico lo que aprendí).

Por ejemplo, antes de abordar el estudio de un contenido escolar (Textos informativos) es recomendable iniciar creando un ambiente agradable, con actitud de escucha y de respeto, para permitir a los alumnos expresar, lo que saben, han escuchado, leído o conocen acerca del tema; preguntas como ¿Les gusta leer? ¿Qué leen? ¿Por qué? ¿Cuáles son sus libros favoritos? ¿Cómo se sienten cuando leen?, ¿Cuántos tipos de texto conocen y cuáles son sus características?, etc… (Motivación).

Una vez creado ese espacio de expresión libre, es posible que alguien del grupo, diga los tipos de texto que conoce, como se clasifican los libros, qué libros hay en las biblioteca del aula o de la escuela; incluso se pueden llevar diversos tipos de texto (cartas, instructivos, recetas, periódicos, revistas, artículos científicos, monografías, solicitudes, etc…) para relacionar, observar, analizar, clasificar, describir… (Comprensión y participación) y elaborar un cuadro de doble entrada que contenga por ejemplo, “tipos de texto y títulos” (Aplicación) o bien, organizar una visita a la biblioteca escolar o a la de comunidad.

Según Zarzar, esas son las cuatro condiciones para que ocurra el aprendizaje; sus orientaciones metodológicas, dan la pauta, para que como docente, tome en cuenta al momento de diseñar las estrategias didácticas; así, las actividades propuestas a los alumnos deberán tener la intención de:

– Mantener la atención, el interés y la motivación de los estudiantes.

– Presentar la información, explicar, aclarar y crear espacios de reflexión para propiciar la comprensión de los contenidos.

– Motivar la participación activa de los estudiantes durante la situación de aprendizaje.

– Propiciar la aplicación práctica de lo aprendido en contextos de la vida real, actual o futura del alumno.

3. Conclusiones

Hoy día, urge crear nuevos espacios de aprendizaje, la escuela es por excelencia, el sitio socializador de experiencias y conocimientos; por esa razón, es necesario incorporar a nuestra práctica docente, nuevos elementos para transformarla.

Las potencialidades naturales de los alumnos, las exigencias socioculturales vigentes, la necesidad de formar personas responsables de su propio aprendizaje, reflexivas, críticas, con conocimientos, habilidades, valores y actitudes, es un imperativo. En nuestras manos está el presente y futuro de las nuevas generaciones de ciudadanos del siglo XXI. Es tiempo de desaprender, aprender y reaprender. Retroalimentar el sentido que para cada uno de los educadores tiene la educación.

Las aportaciones de la Neurociencia, el Neuroaprendizaje, las Teorías Cognitivas, son algunos de los referentes básicos para comprender los procesos de aprendizaje de los alumnos, desarrollar habilidades de pensamiento, potenciar las capacidades naturales para aprender y ofrecer experiencias escolares significativas para la vida. El cerebro es un maravillo recurso para aprender.

La inteligencia es la capacidad del ser humano para relacionar información del medio ambiente y de su propio organismo para adaptarse exitosamente al entorno. Permite pensar para aprender (producción intelectual), aprender a hacer (estrategias) y hacer para solucionar problemas.

Facilitar el proceso enseñanza-aprendizaje de los educandos debe ser la prioridad de los docentes. Supone planear, desarrollar contenidos de aprendizaje y evaluar en función de las competencias (conocimientos, habilidades y actitudes).

Ser Maestro es una gran oportunidad para no dejar de aprender, seguir aprendiendo de los alumnos, compañeros, padres de familia, investigadores y de otras teorías. Es atreverse a crecer.

“La docencia es una misión social y no una ocupación simple, tiene que ver con la sensibilidad humana, el deseo de servir y el compromiso de crecer día a día”.

 

Referencias

– Durán, Teresita. La responsabilidad social del docente en Educación Especial. Campeche, Mex. 2004 p. 13-17

– Hernández R., Gerardo. Paradigmas en psicología de la educación. Paidós Educador. México, 2000. p.138-140.

– Urbiola, M., Ytuarte, M. Cerebro, inteligencia y aprendizaje. Ed. Urbiola Ituarte&Asociados, S.A. de C.V. México, 2002, 278 p.

– Zarzar, Carlos., Las cuatro dimensiones del aprendizaje significativo.

 

3 comentarios

  1. Es un texo que invita a la reflexión acerca del aprendizaje y la importancia de su concepción para los educadores.

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