Bullying contra maestros*

Bullying contra maestros

O’Hea, A. y Vite, J.

Universidad Iberoamericana, México

Resumen: El presente artículo muestra los resultados obtenidos a partir de una investigación realizada en cinco escuelas privadas de México con el objetivo de determinar la presencia del bullying* contra maestros. Se evalúo la percepción de los maestros sobre aspectos como el tipo de agresión, el tipo de agresor y la frecuencia con la que ocurren estas conductas dentro de las instituciones de educación privada. Se encontró que el bullying es una problemática frecuente dentro de las instituciones, principalmente a nivel bachillerato y secundaria, llevado a cabo en mayor medida por los alumnos y los mismos maestros. No se encontró que la violencia física sea un problema, ya que el bullying del que son víctimas se inclina más hacia violencia verbal, robo o maltrato de sus pertenencias

Palabras clave: Bullying, maestros, agresión, agresor, educación privada, violencia.

Abstract: This article illustrates the results obtained from a research that took place in five private schools in Mexico. The research was intended to determine if teachers are being bullied within their work place. An evaluation was made about the teachers’ perception regarding the most common aggressor, most common aggression and their respective frequencies. The findings confirm that bullying towards teachers is a recurrent issue in private schools, and it is more often found in high school, where students and teachers are the most common perpetrators. The results demonstrate that physical violence is not a recurring problem, since it is verbal violence that is reported as the most persistent conduct, along with theft or property damage.

Keywords: Bullying, teachers, aggression, aggressor, private schools, violence.

Recibido:  Mayo de 2012; aceptado para su publicación: diciembre de 2012

 

Introducción

El presente artículo fue elaborado para demostrar la existencia del bullying contra  maestros en instituciones de enseñanza privada en México. El bullying es un fenómeno conocido y muy estudiado en el ámbito escolar pero enfocado principalmente a estudiantes, por lo que en este trabajo comprobó que así como los alumnos viven este fenómeno los profesores lo experimentan y es por múltiples espectadores, como por parte de los alumnos, otros profesores, padres de familia y superiores.

El cuestionario aplicado se enfocó a evaluar factores que van desde la existencia o presencia del bullying en las instituciones en las que laboran los profesores, hasta cuál es el tipo de agresión más frecuente que se lleva a cabo, la cual se dividió en física, psicológica y a propiedad privada, siendo la violencia física la más frecuente. Se evaluó también el tipo de agresor siendo las opciones por parte de los superiores, alumnos, otros profesores y padres de familia. Asimismo se preguntó que rol es en el que ellos participan más, siendo testigos de caso de violencia, ser víctimas o perpetradores; después debían indicar la frecuencia con la que se suscitan este tipo de eventos.

Los resultados comprueban la hipótesis sobre la existencia del fenómeno del bullying en la vida de los maestros a quienes se les aplicó el cuestionario, donde en todos los niveles escolares (jardín de niños, primaria, secundaria, preparatoria y licenciatura) se presenta ésta problemática, donde se hace con mayor frecuencia e intensidad es en los niveles de secundaria y bachillerato, licenciatura es el nivel en el que menos se presentan tales situaciones.

El agresor que consideran los maestros ser más frecuente son los alumnos, seguidos de colegas y padres de familia. El tipo de violencia principalmente es la verbal o a daño a propiedad privada, consideran que la violencia física no es un fenómeno recurrente.

Se concluye que el bullying es un fenómeno que se presenta frecuentemente y afecta en diferentes niveles la vida de las personas que lo experimentan.

Marco de referencia

El problema del bullying que sufren los maestros es un tema que probablemente se esté subestimando, ya que la recolección de datos y las investigaciones se ven limitadas por diferentes factores, como son: los estudiantes, formas de victimización y la perspectiva que tienen los directores de la situación. Adicionalmente, la mayoría de las investigaciones que se han realizado hasta la fecha sobre el tema, se han centrado en las agresiones por parte de los estudiantes en todas sus formas como es entre estudiantes y por parte de los estudiantes hacia los maestros; excluyendo en cierta medida aquellas generadas por otros perpetradores, como lo son padres y colegas. Otro elemento que contribuye a limitar el conocimiento de la problemática se refiere a la observación de sólo algunas de las formas de agresión, como amenazas y violencia física, olvidando así muchos más métodos de victimización. En cuanto a la perspectiva por parte de los directores, se ve limitada ya que ellos tienen un gran interés por presentar su escuela libre de conflictos; adicionalmente, los maestros no reportan los incidentes de victimización por temor a represalias. (APA, 2012).

A partir de la Encuesta Nacional de Violencia hacia Maestros en Estados Unidos, se observó que a lo largo de los últimos dos años la mitad de los maestros encuestados habían experimentado alguna forma de victimización o violencia. Las agresiones reportadas con mayor frecuencia fueron, en el siguiente orden, acoso, delitos hacia propiedad privada y, por último, violencia física. Asimismo, se encontró que los estudiantes eran los perpetradores más comunes, sin embargo no eran los únicos, ya que un gran número de agresiones eran también llevadas a cabo por maestros y padres. Adicionalmente, se observaron ciertas tendencias en las agresiones hacia maestros en cuanto a su género, raza, y entorno comunitario, las cuales demuestran cómo es que las experiencias de cada maestro varían (APA, 2012).

De aquellos maestros que especificaron su género en la Encuesta Nacional de Violencia hacia Maestros en Estados Unidos, 3 de cada 4 eran víctimas de bullying, reportando haber sido agredidos por lo menos en una ocasión durante los últimos dos años. En los hombres se reportan tasas más altas de amenazas verbales, victimización a través del Internet, gestos o señas obscenas, robo y daños a propiedad privada y violencia física. Por otro lado, las mujeres presentaron una tasa más elevada de intimidación por parte de sus agresores (APA, 2012). Olweus (1998; en: Pizarro & Jiménez, 2007) indica que las mujeres utilizan formas de maltrato más indirectas como la difamación, el rumor, la manipulación de relaciones de amistad, entre otras; por esta razón el bullying contra las mujeres es menos visible que entre los hombres y tiene un mayor efecto a nivel psicológico que físico. Estas diferencias podrían explicarse a partir de las dinámicas de los roles de género, es decir, por lo general los hombres se encuentran expuestos a situaciones de mayor riesgo físico, como intervenir en peleas o altercados, además que su condición física permite tener un mayor contacto; mientras que en el caso de las mujeres es más probable que sean intimidadas verbalmente o sufran de victimización psicológica. Estas situaciones se deben a los roles que cada uno desempeña (APA, 2012).

Los resultados de la Encuesta Nacional de Violencia hacia Maestros en Estados Unidos indican que los maestros son víctimas de bullying por parte de varios individuos, ya que no son sólo los estudiantes quienes demuestran estas agresiones, a pesar de ser quienes lo hacen con mayor frecuencia; sino que padres, superiores y colegas son partícipes también dentro de este fenómeno. Adicionalmente, los maestros reportaron que el tipo de agresión era más severa por parte de colegas, superiores y padres, mientras que estas ofensas fueron menores al ser realizadas por los estudiantes. Este patrón podría reflejar una dinámica de poder, siendo los adultos quienes creen tener una mayor justificación y efectividad al utilizar estas estrategias, las cuales pueden ser vistas como amenazas e influencias para manipular a los maestros y obligarlos a hacer lo que los perpetradores desean (APA, 2012).

Según la APA (2012) la violencia y el tipo de agresión se encuentran relacionados con variables como los maestros, el salón de clases, la escuela y la comunidad. Para prevenir el desarrollo de agresiones y violencia por parte de estudiantes se proponen los siguientes puntos:

  1. El área administrativa, padres, maestros y estudiantes deben reconocer que la violencia escolar es una problemática que los involucra a todos y de la cual todos deben ser responsables. La violencia y agresiones que se viven en comunidades alrededor de las escuelas deben ser abordadas para prevenir su propagación hacia los salones y pasillos de las escuelas.
  2. Es esencial contratar maestros que se encuentren preparados para afrontar la violencia y los comportamientos antisociales que se den dentro de las escuelas, al adentrarse en su profesión es necesario también motivarlos para que continúen desarrollándose como personas y maestros.
  3. Las actitudes y comportamientos de los maestros dentro del salón de clases son variables que pueden incidir en la agresión en el salón, la cual, a su vez, predice otras agresiones hacia maestros. Por lo tanto, se busca fomentar programas de preparación para maestros pensando en la importancia de proveerlos con el conocimiento, las habilidades de manejo dentro del salón, y la confianza para establecer ambientes participativos dentro del aula. Asimismo, estos programas de preparación deben reforzar los comportamientos y habilidades de maestros principiantes, con el fin de responder de manera cálida y con confianza en sus habilidades para una intervención efectiva.
  4. La relación entre estudiantes y maestros tiene una gran influencia en el rendimiento tanto académico como conductual, ya que el comportamiento de los alumnos influencia el comportamiento de los maestros y viceversa, con la existencia de relaciones conflictivas se genera un ambiente de hostilidad en el que se genera con mayor facilidad la violencia. Por lo que se propone que los maestros generen un clima adecuado para que las relaciones que se generen sean las adecuadas.
  5. Las variables dentro del clima laboral presentan una gran influencia en la creación de un contexto que facilite o inhiba la violencia hacia maestros.

Metodología

Se realizó un estudio de tipo exploratorio ya que sólo se observó si el fenómeno del bullying se encuentra presente, transversal porque se realizó en un único momento y estudio de campo porque fue de manera presencial en las escuelas. Se utilizó un diseño no experimental ya que no se manipuló ninguna variable, este diseño es llamado ex post facto y se decidió utilizar porque las acciones ya habían sido realizadas y sólo se observaron.

El instrumento aplicado fue un cuestionario de 59 reactivos elaborado por O’Hea y Vite sobre la percepción acerca de los diferentes modos en que se puede presentar el bullying y la frecuencia del mismo. Los reactivos se midieron principalmente de dos formas: en la primera de ellas debían ordenar de menor a mayor según su percepción  del fenómeno; la segunda forma de los reactivos fue una escala ordinal de la presencia del bullying, incluyendo las opciones: nunca, alguna vez, últimos 12 meses, últimos 30 días. Si se contestaba de forma afirmativa, debían de contestar la pregunta siguiente que evaluaba la frecuencia con la que se presentaba; en caso contrario no debían contestar ese reactivo y pasar al siguiente. La confiabilidad y validez se establecieron por medio de tres jueces que hacían recomendaciones y sugerencias, las cuales fueron modificadas.

La investigación se llevó a cabo mediante una muestra de 51 maestros de instituciones de enseñanza privada. El rango de las edades abarcó de los 21 años a los 73 años, en donde 34 de los sujetos fueron Mujeres y 17 Hombres. El 74% del total forman parte de la religión católica mientras que el resto de ellos son no creyentes, cristianos, mormones, judíos o metodistas.

Las encuestas se aplicaron en cinco instituciones de enseñanza privada, cuatro dentro del Distrito Federal y una en Querétaro Capital. La escuela de Querétaro tiene niveles desde jardín de niños hasta bachillerato, en la primera escuela del Distrito Federal se aplicaron encuestas en jardín de niños y primaria, la segunda escuela del Distrito consta de niveles de bachillerato y licenciatura, en la tercera escuela se registraron resultados de primaria y secundaria. Por último, la cuarta escuela fue exclusivamente de bachillerato.

Integración de los resultados

Después de aplicar el instrumento de evaluación en cinco instituciones de educación privada, se pueden observar los resultados más generales a partir de las siguientes gráficas.

En la gráfica 1 se observa que el 74.51% de la muestra afirma la existencia del bullying en la institución en la que labora, mientras que el 25.49% no cree que exista.

Gráfica 1

Gráfica 1

Se analizó la tabla número I para observar si existen diferencias estadísticamente significativas entre el nivel escolar en el que se imparte la materia  y el bullying sufrido por los profesores. En la tabla se indican los diferentes niveles escolares en los que fueron aplicadas las encuestas. Según la percepción de los maestros, hay un mayor índice de bullying en bachillerato, seguido de secundaria y después primaria. Por otro lado, en el nivel de licenciatura se observa que el bullying no es una problemática que se presenta constantemente.

Tabla I

Tabla 1

Se buscó comprobar que no existen diferencias estadísticamente significativas entre el tipo de agresor y el bullying que sufren los profesores. Para la comprobocación de esta hipótesis se elaboraron 6 gráficas que ilustran los resultados obtenidos en cuanto a la frecuencia y tipo de agresores.

La gráfica 2 muestra el tipo de agresor más frecuente; en cuatro de las cinco escuelas corresponde a los alumnos, en la escuela no. 3 se percibe como agresor más frecuente a los colegas. En cuatro de las cinco escuelas también se considera que el agresor menos frecuente son los superiores.

Gráfica 2

La gráfica 3 indica que los superiores de los maestros son quienes agreden de forma verbal en menor medida, mientras que los alumnos muestran el mayor porcentaje. Sin embargo, los resultados obtenidos reflejan que los colegas, padres de familia y alumnos agreden verbalmente en proporciones similares.

Gráfica 3

Gráfica 3

En la gráfica 4 se observa que hay un bajo porcentaje de maestros que han sido testigos de agresiones físicas. De esos testigos, han observado que los alumnos son quienes han agredido en mayor medida.

Gráfica 4

Gráfico 4

La gráfica 5 muestra que los padres de familia son quienes presentan mayores agresiones verbales hacia los maestros, seguidos de los alumnos y los colegas, mientras que sus superiores tienen un menor porcentaje de agresiones.

Gráfica 5

Gráfica 5

De acuerdo con los porcentajes de la gráfica 6, se observa que muy pocos maestros han sido víctimas de agresiones físicas. Cuando esto ha ocurrido, son los alumnos quienes han presentado estas agresiones, mientras que los superiores nunca han agredido físicamente a los maestros.

Gráfica 6

Gráfica 6

Por otra parte, la gráfica 7 muestra que en las cinco escuelas el tipo de agresión más frecuente es la verbal.

Gráfica 7

Gráfico 7

La gráfica 8 muestra que más de la mitad de los maestros han sido testigos de algún caso de robo o maltrato de pertenencias. Un porcentaje relativamente alto ha sido víctima de estas acciones y sólo un 5.3% confesó haber sido partícipe de robo o maltrato.

Gráfica 8

Grafico 8

Discusión de resultados

Se observa que el bullying en las instituciones va aumentando conforme se eleva el nivel educativo, hasta llegar a bachillerato para después disminuir en gran medida en licenciatura.

A partir de esta investigación, se encontró que el bullying hacia maestros es en realidad una problemática con presencia en las instituciones de educación privada. Esta problemática se presenta con mayor frecuencia por parte de los alumnos y en ocasiones por parte de sus colegas y/o padres de familia, mientras que hay un bajo índice de agresiones realizadas por sus superiores. Sin embargo, con base en lo que se pudo observar dentro de las instituciones, parece ser que los maestros se ven intimidados por sus superiores, por lo que se intuye que aquellas respuestas que involucraban a los superiores fueron contestadas sin apegarse a la realidad.

Se visitó cada escuela sólo un día, por lo que los maestros que no impartían clase ese día no fueron parte de la investigación. Ante esto, se recomienda asistir dos o tres veces a cada escuela para conseguir una muestra más grande dentro de cada una. Por otro lado, no se contó con el tiempo necesario para ampliar la muestra a instituciones de educación pública, en las cuales podría existir un mayor índice de bullying debido al ambiente caracterizado de mucha violencia que se vive en niveles socioeconómicos bajos. Se recomienda también ampliar la muestra a este tipo instituciones.

No se contó con el apoyo suficiente por parte de los maestros, ya sea por temor a perjudicar su trabajo o por la creencia de que el bullying hacia maestros no es una problemática real. Esto se observó al preguntarles si creían que existía el bullying en su lugar de trabajo. Muchos contestaron que no en un principio, pero cambiaron de opinión al explicarles que la situación involucra también conductas verbales, ya sea por parte de alumnos, colegas, padres de familia y/o superiores. En cuanto a esta situación, se recomienda especificar las áreas que abarca el bullying y todo lo que ello conlleva para que puedan contestar asertivamente a dicha pregunta.

Referencias

American Psychological Association. Referencia electrónica. Recuperado el 26 de enero, 2012, de http://www.apa.org/ed/schools/cpse/teacher-violence.pdf.

American Psychological Association. Referencia electrónica. Recuperado el 26 de enero, 2012, de http://www.apa.org/ed/schools/cpse/activities/classroom-violence.aspx.

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* Nota de los editores: En virtud de que a lo largo del artículo encontramos consistencia en el manejo del término bullying, hemos decidido respetar el uso que de él hacen los autores, aún conscientes de la diversidad y falta de consenso y sus posibles confusiones con mobbing, acoso escolar, acoso laboral…

5 comentarios

  1. Apreciados autores de la presente investigacion, un academico saludo desde clombia; soy educador y en nuestro pais es un fenomeno de actualidad en las diferentes instituciones educativas y entre los diferentes actores de la comunidad. Admitir la existencia nos permite generar los correctivos pertinentes en los momentos indicados.

    LL amese como se le quiera a estas agresiones, el problema no es de terminologia sino mas la existencia de una problematica que provenga de donde sea, afecta profundamente la vida laboral y el bienestar del Docente.

    Ha sidio tanto el deterioro de la vida escolar en torno a esta situacion, que hubo la necesidad de normar a este respecto para orientar las acciones que se deben realizar cuando se presentan.

  2. Al margen de las precisiones del término, el cual pudiera no permanecer estático, considero que se trata de un trabajo muy interesante que expone una problemática preocupante y por la información que brinda no exclusiva de su país. Su lectura me ha servido para  incluirlo en la literatura a consultar en el estudio de las manifestaciones de violencia que se dan en diversos escenarios en el mundo actual y latinoamericano en especial.

  3. Al margen de las precisiones del término, el cual pudiera no permanecer estático, considero que se trata de un trabajo muy interesante que expone una problemática preocupante y por la información que brinda no exclusiva de su país. Su lectura me ha servido para la  incluirlo en la literatura a consultar en el estudio de las manifestaciones de violencia que se dan en diversos escenarios en el mundo actual y latinoamericano en especial.

  4.  

    Despues de leer de manera exaustiva su destacado articulo, me permito con el debido respeto hacerles la siguiente observacion.

    El bullying definido propiamente como un termino, nos permite referirnos al Diccionario de Estudios Psicoanaliticos de la universidad de Bergen en Noruega editado en 1999, el cual define al bullying como una accion que ocurre cuando los niños o adolescentes son atormentados continuamente por otro u otros con más poder, ya sea por su fortaleza física o por su nivel social.

    Este nombre lo creó en 1993 el psicólogo escandinavo Dan Olweus, de la Universidad de Bergen (Noruega), a partir de estudios realizados en los años 70 sobre el suicidio de algunos adolescentes. Encontró que estos jóvenes habían sido víctimas de agresión física y emocional de parte de sus compañeros de escuela

    Por lo tanto el fenomeno del bullying es propio y particular de acciones de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada, NO entre menores de edad y adultos, ni adultos con adultos. Razon por la cual partiendo del punto de vista de  creador de Dan Olweus, no puede considerarse bullying las acciones de violencia sufridas por los docentes vengan estas de donde vengan. 

    Si el docente es victima de violencia en cualquiera de sus manifestaciones, esta podria interpretarse como acoso laboral “Mobbing” ya que el Bullying solamente ocurre entre niños y jovenes menores de edad.

    Att. Herberth Oliva.-

    http://previniendolaviolenciayacosoescolar.blogspot.com/

     

  5. Habia reparado poco en este problema; gracias a la investigacion me permite ampliar el nivel de analisis. En el caso del Perú, esto se manifiesta con mayor porcentaje en las instituciones educativas privadas, donde los docentes contratados (casi todos) se ven expuestos constantemente a la coaccion, presion y medidas intimidatorias de parte de los propietarios de las IEP.

    esto se produce en la medida que ante la falta de empleo en el sector estatal y la necesidad de subsistir, muchos optan por laborar en las IEP, exponiendose al bullying, claramente señalada en su investigacion. felicitaciones a la revista ODISEO y a A. O´hea y J. Vite.

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