Año 1, Número 2. Enero-junio de 2004La perspectiva del desarrollo sustentable
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AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE:
INDICADORES AMBIENTALES SELECCIONADOS (Tasas de crecimiento porcentual acumulado) |
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Indicadores físicos |
1989/1980 |
1999/1990 |
Superficie agrícola arable |
7.3
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6.3 a/
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Volumen de producción agrícola |
26.8
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28.3
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Consumo total de fertilizantes |
5.3
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42.2 a/
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Existencias de ganado |
7.4
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0.8
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Volumen de producción de madera en rollo industrial |
25.4
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18.1 a/
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Producción de leña y carbón |
12.3
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0.4 a/
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Producción pesquera marina de captura |
17.9 (1985 - 1990)
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-24.3 a/
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Producción pesquera marina de acuacultura |
165.0 (1985-1990)
|
116.0
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Volumen físico de la producción minera, incluido el petróleo |
25.9
|
43.1
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Volumen físico de la producción minera, excluido el petróleo |
46.2
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67.6
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Emisiones de dióxido de carbono (CO2) |
22.9
|
37.1
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Emisiones de monóxido de carbono (CO) |
23.5
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28.4
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Crecimiento porcentual acumulado de la población |
21.93
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17.0 b/
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Incremento acumulado del producto interno bruto (en dólares) |
13.95
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33.22
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Fuente:CEPAL,
Anuario estadístico de América Latina y el Caribe, 2000
(LC/G.2118-P), Santiago de Chile, febrero de 2001. Publicación
de las Naciones Unidas, No. De venta: S.01.II.G.1; y Programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), “GEO.
Estadísticas ambientales de América Latina y el Caribe”, San
José de Costa Rica, Universidad de Costa Rica, 2001, en preparación.
a/ 199871990 b/ 2000/1990 |
Es necesario redefinir los temas ambientales en función de proyectos de integración regional y del trabajo y el manejo de un bloque económico de cara a un intercambio comercial más que de competencia, como lo demuestran las cifras anteriores. Del buen uso de estos elementos dependerá la viabilidad en la salida o no del atraso, e incluso, a través de proyectos de la propia sociedad y el Estado que deben rebasar el ámbito nacional e instalarse con el tiempo en la lógica regional.
Asimismo, debemos avanzar en una clara concepción del desarrollo sustentable a partir de lo que ha sido el desarrollo del mundo y de las tendencias que se han configurado para los países en vías de desarrollo que, cierto es, no han alcanzado un alto desarrollo industrial pero, sin embargo, poseen un alto índice de recursos naturales que, cierto es también, no sabemos aprovechar racionalmente ni conocemos de su potencialidad económica, social y cultural, lo que implica desde luego, el comenzar a utilizar adecuadamente sus categorías, indicadores, etcétera.
Desde luego, esta visión representa un reto, pero además, implica una profunda reflexión acerca del modelo de desarrollo hasta ahora desplegado y que proviene de la llamada Revolución Industrial a fines del siglo XVIII y que, desde hace un par de décadas ha marcado un notorio declive con la crisis de los energéticos, de las excesiva explotación de las materias primas y en notorio deterioro de los términos del intercambio comercial que sufrimos al comerciar con las potencias del mundo industrializado.
Tal como se expresó en los resultados de la Reunión Nacional mencionada, el desarrollo sustentable ha avanzado hacia los siguientes campos de acción:
Creemos que en este sentido, los espacios de actividad profesional adquieren un campo de visualización más preciso y nos permiten delimitar los horizontes del campo de trabajo y razonamiento de la labor pedagógica en tal sentido. El desarrollo sustentable o sostenible se entiende así como un intento por la ...transformación en los patrones de consumo y producción en dirección de la sustentabilidad... mucho más allá de las transformaciones tecnológicas en los procesos industriales que utilizan intensivamente los hidrocarburos o en los patrones de manejo de los recursos naturales renovables, ...teniendo como objetivo central al hombre, así como a la transformación de los sistemas económicos de mercado, para incluir nuevas concepciones sobre los derechos individuales y sociales.3 De esta manera, naturaleza y sociedad se convierten en un objeto de estudio conjunto, donde deben desarrollarse procesos complejos en lo relativo a los bienes y servicios que se generan y donde medio ambiente y recursos naturales, se combinan para la generación de ese desarrollo sustentable.
Estamos así, frente a un hecho que es global y local simultáneamente, donde se articulan procesos políticos, sociales, biológicos, etc.; un campo multidisciplinario donde los elementos de análisis, diseño, instrumentación de políticas y de su propia teorización, adquieren un redimensionamiento y complejidad. Desde el ámbito de los cuerpos teóricos que han predominado en la producción científica como los son el positivismo lógico, el formalismo estructuralista y la teoría general de sistemas han estado presentes en la producción del saber científico, Leff (1998), pero poco coadyuvan a la creación del entendimiento de la ciencia en movimiento.
La influencia de los principios de la termodinámica con el efecto de entropía permiten conocer en mayor profundidad los elementos del orden del universo y el los principios de la evolución no sólo en términos de especies sino, en general de la evolución biológica del propio planeta y el orden no plenamente comprendido en cuanto a las cadenas ecológicas que sin duda alguna hemos afectado como especie que trascendió a las demás, al poder modificar el entorno natural.
Una pregunta que emerge desde la racionalidad ambiental se orienta a la larga historia del desarrollo de la ciencia y los principales postulados que propone. De Newton a la actualidad, mucha agua ha corrido bajo el puente y, por tanto, en la lógica de un desarrollo social y económico que ha tenido en diferentes grados de profundidad, su basamento en los logros de un método científico aplicado y ligado en buena medida a la lógica de la experimentación y del mundo fáctico, es necesario entender que corresponde como la sociedad a un mundo de jerarquías y autoridades que reclaman su verdad. La ciencia moderna y la revolución industrial son causa de la problemática ambiental y, en tal sentido como diría Weber (1982), son el significado y el significante de la necesidad que ha llevado a la construcción del propio conocimiento ambiental como hoy se lo conceptualiza.
Desde luego, el problema obedece a que los cuatro campos señalados arriba deben afrontar los siguientes procesos:
Lo que se está proponiendo en síntesis se liga con la conformación de una estrategia de desarrollo donde están integrados los procesos históricos, económicos, sociales y políticos que han dado cauce a la problemática ambiental, así como los procesos ecológicos, tecnológicos y culturales que permitirían un aprovechamiento productivo y sustentable de los recursos, (Leff, ídem, cap.2). Esta idea, por tanto, rebasa el esquema lineal y de corte positivista o neopositivista de pequeñas o grandes leyes descubiertas a través del método científico y entender que la ciencia de Newton está rebasada y el rumbo de racionalidad de la ciencia ahora, tiende a un razonamiento complejo y multidisciplinario.
La construcción de un marco de racionalidad alternativo implica otros dos procesos. El primero, se liga a la aceptación de un problema que los enfoques tradicionales de la ciencia no han podido solucionar y que, por tanto, estamos enfrentado una serie de problemas que nos orillan a abrir nuestro esquema de pensamiento hacia una más amplia gama de conceptos y alternativas.
El segundo proceso se liga al acercamiento a los problemas como resultado de la interacción de muchos subprocesos donde es necesario general una categorización diferente y que nos permita en cierto grado una mayor capacidad de entendimiento, explicación y transformación del entorno. La idea también se entiende sí como una estrategia epistemológica pero en el campo muy amplio a que nos obliga el análisis de la interacción entre sociedad y naturaleza que, además, privilegia una lucha contra la ideología que reduce todo a problemas ecológicos o bien a la concepción del funcionalismo sistémico. Es posible plantear en este momento un fenómeno que en el SNIT no se ha planteado con sistematicidad y tiene que ver con la propia evolución de los institutos tecnológicos con relación a la evolución económica, política y social del propio país.
El SNIT ha crecido de manera sustancial desde su fundación el la década de los años 40, respondiendo por ello, a una fase muy importante del país que sirvió a la industrialización y a la de sustitución de importaciones denominada también como de desarrollo hacia adentro e implicó la necesaria consolidación de un tipo de egresado y, sobre todo de un profesional ligado a procesos productivos con un tipo de industria esencialmente mecanizado y de formación más bien técnica que tecnológica.
Ahora bien, a partir de 1982 la política económica del Estado mexicano cambió hacia un esquema de integración con el extranjero, de desregulación económica y flexibilidad laboral que replantearon, necesariamente, la organización de los procesos de producción, reorientando los medios y métodos en la formación de las fuerzas productivas y afectando sobre todo, las relaciones de producción, dado que la entrada creciente de empresas trasnacionales incrustadas en el terreno nacional a través de la instalación de empresas maquiladoras implicó un cambió esencial en el tipo de profesional que se requería, dado que el paso del campo de la electrónica y el orden administrativo se abrieron campo en la fabricación de computadoras, aparatos electrónicos y procesos de organización administrativa más complejos.
El instrumento fundamental para la preparación de los recursos humanos fue y sigue siendo la educación en todos sus niveles. Desde la noción de mirar en los estudiantes como recursos a especializar para algún tipo de tarea o bien para su polifuncionalidad en empresas donde se realizan variados tipos de labores, hasta la necesidad de contribuir a la generación de capital humano, con un tipo de formación más abarcador y consciente del entorno, han pasado varios momentos en los que el proceso educativo ha venido modificando su propia perspectiva, nos permite decir que ha llegado el momento de generar un salto cualitativo en la percepción del SNIT de sí mismo y, más ampliamente, de la relación que guarda con las políticas de Estado, de la estructura productiva, social y natural.
Al entrar al siglo XXI, con un campo laboral donde lo que predomina un renovado paradigma del desarrollo social, donde la economía, la política y la naturaleza empiezan a adquirir un peso específico e integrado, es necesario modificar los elementos cognitivos que involucran la práctica pedagógica y de investigación en el SNIT.
Como sabemos, el escenario que involucra la actividad institucional del SNIT se concentra en todo el país. Este es su interés y objetivo ideal y, a partir de este marco de referencia general, se aspira a que a través de los subsistemas de Docencia, Investigación, Extensión, Vinculación así como el área de apoyo administrativo se desplieguen los procesos, subprocesos y las actividades institucionales que dan cuerpo al quehacer de las diversas áreas responsables de todo el SNIT. El sentido y su interpretación de la política educativa tecnológica corresponden al marco estratégico de una política de estado que es, además, social, con lo que encontramos la capacidad de articular el presente al futuro en un marco de congruencia y calidad técnico-administrativa.
De ahí que se pretenda como parte de la misión conducir, promover y apoyar a los Institutos Tecnológicos en el desarrollo de la docencia, la investigación, extensión, vinculación y administración que buscan una adecuada articulación y correspondencia entre los planes y programas de estudio, los programas de investigación congruentes con el desarrollo regional y del país, del mantenimiento y preservación de los valores culturales, la difusión de los logros académicos, científicos, tecnológicos, de las artes, el deporte, en las tareas de vinculación con los sectores productivo, social y científico, procurando, asimismo, una identificación, identificación e instrumentación de sistemas, métodos y procedimientos académicos y administrativos conforme a los lineamientos establecidos para la educación superior tecnológica.
Esta misión constituye el tránsito por donde se desenvuelven los procesos mencionados, y adquieren con ello una fórmula interpretativa que se traduce en la visión institucional donde las políticas, lineamientos y disposiciones aprobadas para la educación superior tecnológica sea difundida en los Institutos Tecnológicos por la Dirección General, con el fin de que las áreas del Sistema realicen adecuadamente las funciones sustantivas y de apoyo, en el marco de la equidad, la calidad, pertinencia y sustentabilidad.
Con ello, se busca el despliegue de todas las potencialidades a partir de los recursos humanos suficientes y eficientes, con vocación de servicio y apoyados con los medios tecnológicos necesarios y desarrollar procesos en las áreas y niveles de competencia, donde la finalidad es crear un área del conocimiento plenamente integrada a los nuevos espacios del quehacer científico. De acuerdo a la realidad actual de nuestro tiempo, donde la escala global parece predominar nuestro horizonte de visibilidad, requerimos trabajar en los parámetros que impone la creación de una cultura alternativa y que debe empezar en todos nuestros ámbitos de práctica humana.
La apuesta se construye a partir de la critica a la racionalidad instrumental que rige el conocimiento académico para trabajar a favor de construir una racionalidad alternativa, que se liga, por supuesto, al concepto de sustentabilidad, es decir, del llamado desarrollo sustentable.
El planteamiento como último apartado de este trabajo radica en la distinción entre forma y contenido en la formación docente en el tema de la sustentabilidad y su importancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el SNIT. El primer elemento que surge de esta postura implica asumir la necesaria correlación de la problemática ambiental con el modelo de desarrollo implantado en el país y que este proceso puede ser asimilado y entendido desde varias disciplinas.
Si bien es mecánico hasta cierto punto este razonamiento, es importante destacar que el desarrollo y la evolución de la sociedad capitalista en su dinámica global, permite entenderla como una totalidad, la cual no es ..deducible de la dinámica de los elementos considerados aisladamente, García (en Leff, 1994). La racionalidad ambiental, entendida en un sentido weberiano, implica la posibilidad de un nivel epistemológico donde se concentren todos los niveles y todas las disciplinas que involucran el análisis de dicha problemática, e involucra también una reconceptualización de la interdisciplinariedad.
Se plantea lo que Morin (1996), llama la asociación combinatoria de elementos diferentes, es decir, que permite construir un sistema complejo; acto de racionalidad que nos permite la formulación de un campo pedagógico con un vasto territorio para la academia, no sólo en el SNIT sino en un amplio campo de las instituciones educativas del país y del extranjero. La crisis del paradigma científico legado por el siglo XIX ha cambiado, sólo que pareciera que apenas nos estamos enterando y es una cuestión que debemos empezar a tratar con seriedad.
Los componentes de la realidad compleja se interrelacionan, sus funciones no son independientes y sus relaciones dan paso a lo que se llama la totalidad y que podría considerarse un sistema, pero un sistema con contradicciones dotado de totalidades que mantienen una organización, muestran las cualidades de ese sistema y su dinámica evolutiva, lo que permite armar la contextualización y la propia lógica explicativa del proceso ambiental en este caso, por lo que estamos en los umbrales de una percepción de la realidad natural y social de manera integral, en todas sus interacciones y capacidades que, efectivamente, tienden a la conjunción de un análisis inter y multidisciplinario.
Si bien la aproximación a los fenómenos ambientales permite un análisis de esta índole bajo una perspectiva de orden sistémica además, es necesario tener en cuenta que lo complejo, su propia conceptualización, se debe entender en dos órdenes. Primero, se ubica al hombre dentro del ámbito de la naturaleza, pero no para reducirlo, sino para incorporar una epistemología de la complejidad que sea útil y conveniente para el género humano, replanteando el concepto positivista de la ciencia cuestionándolo a profundidad y poniendo en el centro de la reflexión combatiendo los argumentos reduccionistas o bien aquellos que pretenden separar dispersándolo el conocimiento, (Morin, op.cit.)
Es preciso, no obstante, no caer en el enfoque sistémico conformista (Roitman, 2003), que piense el proceso educativo y por tanto social sobre bases biológicas, que sólo han llevado a situaciones de desigualdad humana y explotación económica y social, ya que, por otro lado, nos estamos enfrentando a la destrucción del son politikon es decir, que dentro de la realidad institucional de hoy día la política está perdiendo su centralidad y, con ello se diluye la capacidad de generación de políticas sociales por parte del Estado y, con ello, la desestructuración del proceso educativo.
[1] Como se ha venido observando en los años recientes, las formas de uso de la energía propias del sistema se mantienen partiendo de la presencia ahora unipolar que provoca la hegemonía de los Estados Unidos, se ponen en cuestión algunos procesos donde se requiere la democratización del orden Internacional y, por tanto, la salida del atraso en la región latinoamericana, por lo que sigue vigente seguir articulando los diversos proyectos de integración de políticas públicas en la región latinoamericana, porque es necesario percibir que en el mundo global, la articulación de las soluciones a los problemas deben ser, igualmente, globales.
[2] Semarnap 1999; Dirección General de Planeación, Formulación de Proyectos.
[3] Semarnap
1996; México, hacia el desarrollo sustentable. Bases
de la transición, pp. 11-13
Para citar este documento:
HERNÁNDEZ ORTA, Manuel Ernesto. La perspectiva del desarrollo sustentable y su campo de acción en el Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos (SNIT), en línea. México, Odiseo, revista electrónica de pedagogía. Año 1, núm. 2. 15 de enero de 2004. Dirección URL: http://www.odiseo.com.mx/2004/01/03hernandez_sustentable.htm [colocar aquí la fecha de consulta] (ISSN 1870-1477).
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